martes, 11 de marzo de 2008

Terapia de regresión (I)

Acabo de llegar de un curso intensivo para prepararme como terapeuta en terapia regresiva.

Han sido unos días muy intensos con mucho aprendizaje, tal vez más del que ahora mismo soy consciente, pero mejor empiezo por el principio para haceros partícipe de mi experiencia. Una experiencia colectiva también por otra parte.

Hacía tiempo que me interesaba el tema, desde que leí el primer libro de Brian Weiss, al que muchos conoceréis seguramente por los libros como: "Lazos de Amor", "Muchas vidas, muchos Maestros", etc...
En ellos explica las experiencias con las que se "tropieza" sin buscarlas. Experiencias de regresiones a vidas pasadas de sus pacientes y que resultan ser muy útiles y sanadoras tanto para el paciente como para el mísmo.

Como profesional abre al gran público una práctica que no era desconocida entre algunos colegas coetáneos, pero que se mantenían alejados de los circuitos populares. Sobre todo porque entraña un concepto no aceptado o admitido como natural en muy pocos ámbitos.

El concepto de reencarnación va implícito practicamente en todo lo que he escrito en mis post en este blog y por mi parte no andaba buscando ninguna experiencia personal, si sucedía, bien, pero no era el objetivo.

Claramente y siguiendo mi intuición y sentido práctico, busqué un curso que me diera unas mínimas garantías de seguridad de que quien impartiría las clases fuera gente seria que me enseñara las técnicas y con las que podría completar mi trabajo como astróloga.

La simbiosis entre ambas me parecía una herramienta muy poderosa y además estaba convencida de que iría bien con mi carácter y modo personal de llegar a los demás. Existen otras herramientas para despertar las almas, para ayudarlas a sanar, pero a cada uno aquella con la que vibra y sintoniza más facilmente, de ese modo somos más útiles y más efectivos y disfrutamos más con lo que hacemos.

Un terapeuta debe sintonizar con su terapia y aunque esto parezca una obviedad, la experiencia que tengo de la vida en sí misma, y corroborada con lo que he vivido en el curso, así me lo confirman y ratifican. Y tan importante es quien te imparta el conocimiento, el modo, la orientación, la seriedad, la profesionalidad y sobre todo y más con una herramienta como ésta, la conciencia de la RESPONSABILIDAD.

Como os decía, aún buscando, lo que encontraba no me acababa de convencer, así que pregunté a otras personas y me llegó la dirección de una web donde ofrecian terapia y cursos. Entré en el programa de los cursos y comprendí enseguida que aquello era lo que andaba buscando. Me apunté, organicé esos días de ausencia de mis obligaciones cotidianas y el martes día 4 partía hacia Barcelona en compañía de dos angeles que resultaron ser mi guardía pretoriana en esos días y luego explicaré porqué.

Hay personas que desde el minuto cero en el que te las encuentras, si existe la posibilidad de desarrollar el impacto primero, se va desarrollando como si eso fuera lo natural de toda la vida, un modo de comunicarse de hablarse, familiar y en confianza.

Dos hermanas que iban al curso desde Cantabria y que amablemente se ofrecieron para recogerme y compartir el viaje. Una familia extensa, muy entensa...10 hermanos, 9 chicas y un chico. Tantas horas de viaje nos dío tiempo a ponernos al día, y digo bien ponernos al día porque ese era el sentimiento que teníamos aún sin darnos cuenta. Como los amigos que hace mucho que no se ven y se cuentan los cambios que se han producido durante la ausencia.

No contaré sus vidas pero sí diré que son una familia, al menos la mayoría, de gran sensibilidad psíquica y espiritual. Pero el rasgo que más me gustaba era la sencillez, la honestidad y el cariño que salían por sus ojos y por todos los poros de su piel.

Nos perdimos...evidentemente, y lo digo porque yo no viajo jamás sin perderme antes...forma parte de mi idiosincracia y además era yo la que llevaba el mapa y ellas se dejaron llevar...Un mapa que nunca entiendo al igual que los carteles que veo y que me confunden más que me orientan...en fin, creo que muchas de las chicas os identificaréis conmigo y las que no, ¡felicidades!

Pero volvamos que nos perdemos.... el caso es que la primera prueba de que estaba en el buen camino fue esa, ya sólo por ese encuentro mereció la pena todo el viaje. Ya tengo unas cuantas hermanas más de las muchas que conforman mi familia, de sangre y elegida...gracias a Dios! También los tengo varones, no se me vayan a ofender..pero son menos..aunque igual de importantes para mi corazón.

LLegamos casi a las 3 de la mañana a un antiguo colegio de Escolapias que acoje todo tipo de cursos y tengo que agradecer a Joaquina, una monja seglar, la paciencia y el cariño con el que nos recibió a pesar de llegar a esas horas. Luego vimos, que ante la falta de disciplina y cuidado en el entendimiento de que aquello no era un hotel, se ponía y ponía firme sin cortarse un pelo a algún que otro caballero que quiso salir a la noche y regresó a horas en las que ella ya dormía. Nos hicimos complices y nos trató con sumo cariño a las 3 chicas, procurando que no nos faltara de nada. Una mujer con 74 años que dirigía el colegio y sus cursos, el comedor y todo lo demás, con mano firme y un alma, que se tiene más que merecido el cielo.

Al día siguiente empezamos el curso sólo dos de las 4 horas de la mañana, para que la gente fuera ambientándose, hacer la presentación del curso de forma oficial y su contenido y las presentaciones entre unos y otros.

Desde el primer momento la profesora, una terapéuta experimentada, formada con B.W. pero también con otros profesionales menos renombrados a nivel popular, hizo incapié durante todo el curso de la importancia y La riqueza que supondría documentarse en sus trabajos. Éstos sí muy reconocidos en sus circulos profesionales y que ampliaban las técnicas de Weiss, tanto en la técnica como en la orientación de la función de la terapia, ésta se ampliaba así grandemente.

A la tarde, después de la teoría, la terapeuta nos indicó que elegiría a uno de los alumnos, de entre los que lo desearan, para trabajar durante la semana con él y así poder mostrar el desarrollo de una terapia. Explicó que la finalidad no es solamente que la persona pueda recordar sus vida sino que le sirva para algo, para mejorar, comprender y avanzar en ésta. Así el 100% de la clase levantó la mano y preguntó, a lo que parecía al azar, a dos persona, una fuí yo. Mi planteamiento de lo que quería trabajar fue claro, el mundo de mis relaciones afectivas. Preguntó también a otra chica y ésta tenía problemas con enfermedades terminales recurrentes, al menos se las diagnosticaban pero el desarrollo y la misma enfermedad desaparecían y era sustituida por otra. decidió que su tema, el de la muerte, podía ser más universal que el mío y la eligió a ella.

La invitó al centro de la sala, donde estába dispuesta una camilla bastante grande y cómoda. los demás estábamos sentados en una forma de U para que todos pudieramos ver lo que hacía, lo que pasaba durante la sesión.

Previamente nos había explicado la técnica de relajación que emplearía para llevar a la persona a un estado de conciencia alterado, a un estado de hipnósis de segundo nivel. Un nivel, nos explicó, en el que la persona es totalmente consciente de sí misma, de lo que ve, si ve, de lo que oye o de lo que siente. De nada valía no enterarte de lo que sucedía en otras vidas si realmente no podías trabajar conscientemente con ese material y además nos comentó que no era tan fácil como parecía hipnotizar en grado profundo y menos que pudiera entrar en ello todo el mundo.

No todo el mundo "ve", hay personas que "oyen" y otras que son "cinestésicas", es decir: que sienten mucho. El terápeuta necesita saber esto del paciente porque si le preguntas ¿qué ves? al no tener esa facilidad no verá nada ya que a pesar de ser consciente, la guía y la orden del terapéuta tiene que ser clara y que vaya con los sentido que desarrolla la persona sino no sirve de nada, no se puede avanzar.

También la cantidad de bloqueos y negaciones que tenga la persona hacen posible que el proceso y la terapía deba alargarse en el tiempo, más que nada porque la persona tiene que superar sus propios bloqueos para llegar a un estado en el que pueda conectarse con su alma.

La sesión resultó difícil y no hubo manera de avanzar, esta chica no quería o no podía ver, ni oir ni sentir. Apenas llegó a una escena en la que no se identificaba con ningún personaje, y eso que la terapéuta es un gran experta y sabía como guiar, pero no hubo manera. Fue una experiencia muy interesante en el sentido de ver lo explicado más arriba. Sólo la persona puede moverse, si está preparada y quiere, en planos más sutiles que la conecten fuera del aquí y el ahora para entrar en un "no tiempo" y "no espacio" y poder viajar sin barreras.

La sesión terminó con la técnica adecuada para que el regreso fuera sereno y la experiencia vivida no resultara confusa para la paciente. Sí que había confusión a nivel intelectual, obviamente, pero sin confusión a nivel emocional. Algo muy importante que comprobámos todos después a medida que la clase avanzaba y veíamos cada vez más claramente que no hay que meterse en camisas de once baras antes de estar preparados, me refiero como terapéutas, porque estamos ante material sensible, por decirlo de alguna manera: ante la psique o el alma y la conciencia y los estados alterados hay que elaborarlos procesarlos y convertirlos en material comprensible y disociar cada cosa. Si se queda mezclado, la confusión puede ser grande durante un tiempo más o menos largo e incluso remover físicamente a la persona con síntomas que no revisten gravedad pero incómodos de vivenciar.

Esa tarde terminó y yo, durante la misma, tuve mi propio proceso de aprendizaje. Me había escocido un poco que "despreciara" mi tema por parecerle más banal que el de la otra chica y ya mi cabeza iba a cien por hora pensando que ¿cómo podía pensar esa mujer que el tema afectivo no era Universal? así que durante la sesión una parte de mi, se decía:

...no, si tenía que ser así...ha quedado claro que se ha equivocado y que no ha sacado nada en claro de esta sesión.... luego sentí una profunda vergüeza porque yo no suelo ser tan miserable, y poco a poco fui introduciéndome dentro de mí, sintiendo que debía aceptar las cosas tal como venían y no debía pensar más en ello y lo logré.

Además forma parte de mi naturaleza luchar siempre contra aquello que me inquieta o me incomoda de otros, mi filtro consciente se siente mal en cuanto juzga, y depende de la intensidad del juicio tardo más o menos en reequilibrame y ver las cosas en su justo contexto...Algún amigo mío, que me estará leyendo y que me conoce muy bien, sabe bien de que hablo...

Nadie está libre de que se le vaya la olla y vea la realidad que quiere ver, sobre todo cuando hay fuerte tensión emocional de por medio, solemos sentir fuertemente un sentido de haber sido heridos injustamente. Esa misma rabia o enfado, sirve de escudo para dos cosas, primero porque el dolor no se siente tan fuertemente cuando uno está enfadado, son estados diferentes y sentimientos diferentes aunque estén conectadísimos y es cuando se entiende que no hay mejor defensa que un buen ataque, mientras culpas a otros de lo que te pasa, no sientes el dolor de la cruda realidad, que además casualmente no suele ser ni tan dolorosa ni tan cruda...sólo lo es porque no la aceptamos. Elaborar eso de forma consciente vuelve poco a poco el alma más valiente, algo muy necesario para avanzar en la vida, en esta...y luego lo veremos al o largo de lo que voy a relatar...también en las otras..

Pero en fin, mañana continúo, porque os adelanto que la propia terapéuta había recibido señales de sus guias a través de la meditación (siempre lo hace antes de un curso para saber con quien debe trabajar en las sesiones) y al día siguiente y para mi sorpresa se volvió hacia mi y me invitó a "sentarme en el diván"....

Lo que sucedió el resto de la semana aún no está muy claro para mí, pero trataré de relatároslo lo más claramente que pueda. Eso mismo será un buen ejercicio para mí ya que suelo aclararme mucho cuando escribo, tal vez porque me sirve de conexión, al concentrarme tanto, y suelo encajar mejor las piezas del puzzle que tengo entre manos.


Mañana continúo......

un abrazo muy grande

Enri

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Apasionante, Enri! Jo, estoy deseando que postees más. Ya me estoy tomando esto como cosa "personal" (quiero decir, de interés personal). ¡Has conseguido fascinarme!

Besos!

Andrómeda.