sábado, 10 de noviembre de 2007

Cómo llegué a la astrologia

Gracias, a todos y todas los que me habéis animado tanto aquí con vuestros comentarios como privadamente, con una acogida tan calurosa no me queda más remedio que aplicarme todavía más en dar lo mejor de mi misma.

Es curioso que tenía varios temas en la cabeza para tratar, sobre todo dos, uno es el que expongo a continuación y el otro sobre las relaciones de pareja visto desde la astrología.

Sin embargo, algo me rondaba la cabeza que no permitía inspirarme lo suficiente para concretar aquí todo lo que tengo que decir en ese terreno, será para el próximo post.

He aprendido, después de años de experimentar, que cuando tengo en la cabeza hacer algo y tengo otra idea que quiere colarse antes, es mejor siempre escuchar la segunda voz, en mi caso está claro, eso me ha permitido seguir lo que se llama la voz interior y perder el menos tiempo posible para llegar donde la vida me quiere llevar.

Siguiendo con lo expresado el primer día, sobre hablar de algunos encuentros de especial trascendencia en mi vida, voy a hablar de un personaje, controvertido, incomprendido, venerado, seguido, perseguido, un hombre que aglutinó a su alrededor a muchos seguidores.
Él decía y luego he comprendido el concepto, “Muchos los llamados y pocos los elegidos”

Le conocí cuando tenía 23 años, toda mi infancia y adolescencia era un perpetua búsqueda de lo que yo llamaba y sigo llamando más que nunca, los mios.

No sabía muy bien ni yo misma quienes eran pero sabía que en alguna parte, en algún momento de mi vida, los encontraría.

Tuve conciencia desde muy pequeña que no estábamos solos en el universo. No recordaba quien fui, pero recordaba perfectamente que había vivido y aprendido valores que no podían haber sido adquiridos en mis primeros cuatro años de vida, cuando tuve la primera revelación. La más importante o por lo menos la primera que debe revelársenos y es la conciencia de uno mismo. A partir de esa edad distinguía perfectamente los que iban a ser capaces de entender mi mundo interior y quien no, y hasta los 23 años no encontré a nadie con quien por lo menos en parte comunicarme en ese sentido.

Hasta esa edad, las experiencias y vivencias fueron intensas, muy intensas, y me permitieron ir conociendo el mundo en el que había aterrizado, un mundo en el que me sentía completamente huérfana y fuera de lugar, algo que muchos de los que me leerán reconocerán en si mismos, seguro. El proceso para algunos de nosotros no es muy distinto, todos los que estamos aquí pero no somos de aquí, hemos vivido situaciones y experiencias muy parecidas a nivel interno.

Antes de continuar quiero expresar que no todo el que lee puede entender lo que digo, pero no trato de reencontrarme con nadie que no desee ser reencontrado, con lo cual quien lea y entienda sabe para quien estoy escribiendo, no pretendo más que dejar claro que en modo alguno pretendo acólitos, sino hablar al corazón de esos caballeros del sol, esos espíritus que forman familia conmigo y familias hay muchas y de muchas clases y cada una con sus especificidades, todos somos uno y todos formamos parte de la Inteligencia, Cosmos, Mente, Dios o como cada quien la quiera nombrar.

Pero estoy desviándome y adelantándome y es preciso que hable del ser, del hombre que me instruyó más allá de lo que yo pude captar en su día y que hoy se revela con todo el esplendor en mi espíritu y en mi corazón.

Antes, decir para los que habéis llegado hasta aquí que este blog es personalísimo y que por lo tanto, hablo de lo que a mí me interesa, eso sí, siempre orientado al crecimiento y conocimiento de la conciencia. Conciencia que ha ido creciendo sea por recordar lo que mi alma ya traía como bagaje de antes, sea porque me reencontré con quien aceleró en gran medida ese despertar, sea por esa extraordinaria herramienta que es la astrología, y que si bien uno me enseño el camino de vuelta a casa, la otra, me enseño algo de extraordinario valor y es aprender a integrar esa parte invisible, nuestra autentica personalidad, con la necesidad de maduración en el mundo tridimensional en el que ahora vivo.

Eugenio Siragusa (ver videos en youtube), así se llamaba, y digo se llamaba porque el año pasado dejó aquí su carcasa orgánica y por lo que estoy intuyendo, cada día más profunda y claramente, está bien vivo y haciendo lo que nos prometió, cuidar de nosotros y susurrar a nuestras almas que el tiempo del reencuentro está cercano.

Como llegué hasta él es anecdótico porque simplemente fui llevada, como lo serán los que tienen que leer y entender lo que escribo. Lo fundamental es que desde el primer instante supe que había llegado a casa, a puerto.

El primer encuentro fue en su casa, con su mujer, una compañera excepcional que merece mi respeto y mi recuerdo. Nos recibió a jóvenes de toda España. Luego supimos que había de Sudamérica y de otros países de Europa, era diciembre de 1980 .

Cuando llegamos, otros estaban ya sentados a su alrededor, en circulo, cuando entré y le vi, mi corazón latía como cuando llevas tiempo sin ver a tu padre y una mezcla de alegría y nostalgia me embargaban. Alguien le dijo que los españoles acabábamos de llegar y se levantó, movió todo el circulo, y me pidió que me sentara a su derecha, los demás con los que iba ya le conocían de otras veces y entendían algo de italiano, al otro lado se sentó Miguela, su esposa para poder traducirme.

Empezó a hablar del cosmos y desde el primer instante le entendí como si fuera italiana, como tenía que ir muy despacio para que me tradujera su mujer, les interrumpí diciendo que no hacía falta que lo comprendía todo perfectamente, me miró, me sonrió y dijo algo así en nuestro idioma...caramba!! Perfectamente?? ... y siguió hablando, desde ese momento y los 20 días que estuve en Sicilia, hablé y entendí italiano como una más.

Pero lo verdaderamente importante en esa reunión es que por primera y única vez en mi vida, sentí la llama del fuego que no quema. Puedo describir la experiencia como si en el centro del plexo solar se hubiera encendido una lengua de fuego, solo que no quemaba, simplemente mi espíritu, mi verdadero yo , estaba exultante de alegría, vivo y con los suyos, porque allí había muchas almas sedientas de reencuentro.

Durante un año aproximadamente soñé cada noche con él, su instrucción fue constante, simplemente me recordaba cosas que ya sabía, pero que no estaban en la conciencia presente.

Durante años su divulgación en los medios y su atención a toda alma que quisiera acercarse a él fueron constantes, atendía a todo el mundo, jamás pidió nada y puntualmente durante años recibí una especie, yo y miles de personas más, de recopilación de lo que quería que muchos recordáramos y otros aprendieran por vez primera.

Con el conocimiento de Italiano que tenía, infinidad de veces le hice de traductora.

Con el tiempo su naturaleza espiritual se iba separando de su forma humana, algo que hoy entiendo, era necesario, pero que en aquel momento era dolorosísimo, porque su discurso empezó a ser chillón y a veces más confuso que claro.

Otros tomaron su relevo y se inició una etapa oscura y confusa para todos lo que fuimos llamados, al cabo de unos años se retiró y sus herederos, tomaron la antorcha, una antorcha que seguí durante unos años, hasta que poco a poco fui comprendiendo lo que nos dijo de muchos modos y que solo ahora he podido llegar a comprender.

....Os llevaré a las montañas donde anidan las águilas, pero cuando yo me vaya (y la mayoría entendimos cuando se fuera físicamente) seréis libres de bajar al valle, nadie os detendrá...

Estas enigmáticas palabras, que en su momento nos resultaron fácilmente descifrables, con el tiempo perdieron su significado.

Deberíamos haber entendido que ciertas revelaciones no es que no sean simples , sino que son evidentes según tu grado de conciencia y no se corresponden con los tiempos y circunstancias que a priori les asignamos, sino que esconden unos designios que solo la alquimia de la búsqueda transforma en evidencias que nos llevan más allá de las palabras.

Hoy lo entiendo desde otra perspectiva, quiso decir, bajo mi óptica, que cuando ya no fuera el faro que en su momento nos instruía, a ver cuantos seguiríamos firmes en el camino de regreso a casa, cuantos adquiriríamos la madurez humana y espiritual para bregar con las aguas turbulentas de las pruebas constantes de la materialidad.

Muchos abandonamos el grupo que se formó con sus “herederos".
Era el momento de la dispersión. Durante años, cada uno ha ido haciendo su camino, algunos hemos seguido con fe firme, el camino de vuelta a casa, solos, aparentemente al menos, porque siempre me sentí tutelada y guiada, tal vez esa voz interior de la que os hablaba al principio.

¿Pero cual era el camino de vuelta a casa? muchos entendieron que seguir enseñanzas esotéricas, otros desligarse y olvidarse de todo y caer en un pesado sueño de soledad y vuelta atrás en concepciones de la vida y el alma.

Por mi parte me encontré con la astrología, el conocimiento que me aportó y aporta es que precisamente el camino de vuelta a casa, el despertar de la conciencia, solo se consigue a través de integrar la casa XII a través de la VI, para los que sabéis astrología es el eje de la casa de la espiritualidad y la casa en la que nos integramos a través de lo cotidiano.
Para mi el ascendente es el momento en el que hacemos nuestra entrada en el mundo físico, pero la VI es la casa donde integramos el bagaje adquirido antes y nos amalgamamos con el mundo material, es decir, como integramos lo que somos en la cotidianidad.

Una vez oí una frase, no recuerdo donde, que define muy bien lo que quiero decir....”.La verdad se sustrae a la evidencia por su inverosimilitud”... que quiere decir esa frase para mi en el contexto del que estamos hablando? Pues sencillamente que estar encarnado significa integrar el alma y el espíritu en la materia, o dicho de otro modo, solo a través de lo que el césar demanda, de las experiencias del mundo material, es como se avanza, la tierra no es otra cosa que una escuela, donde el alma encarna no para querer escapar de su servidumbre, sino para vivir la experiencia de la oscuridad, de la ignorancia, recordemos algo que Jesús dijo, “la carne es débil, pero el espíritu es fuerte”

No es muy difícil, o al menos para mi es así, entender lo que quiso decir, solo quien vence sus miedos a través de las pruebas que la vida te depara, bien determinadas en el mapa astral, se adquiere la luz de la conciencia y esta te vuelve cada vez más fuerte y por lo tanto, la sublimación de la carne solo se puede dar a través del crecimiento de determinados valores.

La superación de las pruebas del mundo de la materia, es la única alquimia, la autentica alquimia que convertirá nuestra carne de baja frecuencia, el plomo que aún somos, en verdadero oro, el oro en nuestro caso, es la conciencia de no estar solos, de formar parte de un todo pero siendo seres individuales, espíritus de pleno derecho que vuelven a casa por un sendero luminoso, plenamente conscientes de quienes son.

Tengo aún tanto que decir, pero sé que todos los seres que tutelan la evolución de las almas en la tierra, están trabajando a destajo, la tierra está terminando un ciclo y nuestra civilización con ella, muchos volveremos a casa, otros seguirán camino donde les corresponda, lo importante es saber que no estamos solos, que todo tiene un orden y un propósito pero que a veces para llegar a él, hay que abrirse camino en el caos.

Un fuerte abrazo a todos y seguimos hablando

Enri

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy fuerte tu post de hoy.
Algunos no comprenderán, otros quizás comprendan y miren de costado y otros nos quedamos con la sensación de que no estamos solos en algunos planteos personales de vida, de filosofías y de sentires.
No conocí a nadie tan especial como te tocó a ti, al contrario, pero creo que a todos nos llegan las cosas de diferente forma, hoy comprendo cosas que antes no hubiera podido.
Sin dudas, la Astrología me abrió el camino y a través de ella, he atraído a mi vida personas que me han mostrado a través de sus experiencias, algo que yo debía aprender.
Es obvio que este aprendizaje, una vez capitalizado, lleva a que uno evolucione y sea cada día mejor persona.
Gracias por compartir tus experiencias.

cariños,
Bettina

Anónimo dijo...

No estoy seguro de haber entendido bien este párrafo:
"Deberíamos haber entendido que ciertas revelaciones no es que no sean simples , sino que son evidentes según tu grado de conciencia y no se corresponden con los tiempos y circunstancias que a priori les asignamos, sino que esconden unos designios que solo la alquimia de la búsqueda transforma en evidencias que nos llevan más allá de las palabras."

¿Te refieres a por ejemplo cuando lees un libro y lo interpretas de una forma y al de unos años vuelves a leer este mismo libro y te das cuenta que no lo habías entendido, o sólo parcialmente, por falta de conocimiento o madurez o como quieras llamarlo?

Gracias
Bastien