martes, 29 de julio de 2008

2ª Etapa del curso de Terapia Regresiva VII

Año 2012

Continúo con el relato que os estoy transcribiendo y a nadie se le escapará que no existen las casualidades. Es para mí importante esta parte, porque últimamente se está hablando mucho de las profecías Mayas y de Hercólubus, de los cambios que se avecinan, de la crisis y de todo lo que asusta a tanta gente... voy a deciros lo mismo que le dije esta mañana a una buena amiga, Dorleta, una chica a la que adoro, inteligente, de mente y espíritu bien abierto, con hambre de crecer, una alma limpia, de las que llevan de forma natural en su código genético aquello de que "no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti"...

Tuvimos el sábado anterior la fiesta de final de curso, el cuarto año que compartimos como maestra y alumna en las clases de astrología. También están Asun, de la que hablé en el anterior post, Lola, una mujer increíble, luchadora con una fuerte personalidad a la que adoramos todos, Patxí el único chico, es un buscador nato, un espíritu perseverante que vigila mis despistes como águila protectora, Marijo, un hada entre las hadas y Elbi, ella es una de las mujeres más importantes e influyentes en la última parte de mi vida, ella ni lo sabe, pero yo que soy plenamente consciente de esto, tengo que darle una y mil veces las gracias, la quiero mucho así como a toda su familia.

Allí se me preguntó que opinaba sobre todo este tema y más o menos vine a decir lo mismo, algo que además me enseño a mi y a muchos otros, Eugenio, un ser del que hablé al principio de este blog y que adquiere relevancia otra vez porque a lo largo de esta trascripción vuelve a aparecer una de las personalidades en las que encarnó...muchos sabrán a quien me refiero..como no...

Esto es lo que pienso:

Por lo del 2012, vive como lo haces, tratando de crecer por dentro y por fuera y no te preocupes de más, es el mejor consejo que te puedo dar porque es el que sigo yo misma. El cielo sabe y nadie más te lo puedo asegurar, sobre lo que hay reservado para cada uno con respecto a estos tiempos, lo único importante es estar serena y saber que intentas hacer las cosa los mejor que puedes, no hay otro camino. Ni alimentos especiales ni horas de meditación, lo único que nos hará naufragar no es lo que entra en el cuerpo sino lo que sale del corazón y cada uno irá sacando cada vez más, lo que de verdad hay dentro, tenga el barniz que tenga de espiritualidad, a Dios no le interesan los que creen saber, sino los que han comprendido que la pureza del corazón viene de vencer cualquier clase de orgullo, cualquier clase de miedo y que al mismo tiempo tiene la suficiente humildad para entender que son uno más entre los demás, ni nada más, ni nada menos....

.....El que esté en el valle no suba a la montaña y el que esté en la montaña no baje al valle. A uno tomaré y a otro dejaré....Enigmáticas palabras que nos dejó como legado y que cada día entiendo mejor en su sencillez, ya no son enigmáticas para mí....


""""Thotek era el jefe de Anthix y Akonti. Su capacidad científica y su preparación médica eran excepcionales. No obstante de poseer este nivel, no se prodigaba en mostrarlo hacia sus subordinados, ni alardear de su sabiduría. Pasaba la mayor parte del tiempo motivado por la investigación en si mismo. Conocía perfectamente la Astrología, que en aquel tiempo estaba unida a la Astronomía. Superaba cualquier nivel médico, esotérico, mecánico y científico. Era una biblioteca con piernas. Ensimismado en desentrañar los niveles más recónditos del saber de su época y de la antigüedad.

Solía reunirse frecuentemente con Ramatep, Anthix, Akonti y otros tantos iniciados en la ciencia y la meditación y se programaban por parte de dicho grupo, meditaciones en los lugares energéticos de Sartax a fin de ser uno con el conocimiento. Fundirse con las estrellas, ser visitado y adormecido por la Fraternidad Cósmica de los seres conscientes y responsables de la Galaxia. Era en la meditación y en la anulación de los sentidos corpóreos cuando nuestros amigos podían viajar a cualquier confín, reunirse en una verdadera comunión espiritual de almas libres y franquear las barreras del tiempo y del espacio.

Ramatep era quien iniciaba el canto mántrico, que acompasado de la respiración iba sumiendo a los asistentes en un letargo lúcido al otro lado de la materia. Existía y aún existe un templo astral donde se juntaban todos los espíritus liberados. En este estado de desdoblamiento se les juntaban espíritus de otros lados de la galaxia, del Cosmos, de lo infinito. Esa escuela que es real, aún hoy existe. No requiere de carnets ni de signos externos distintivos, sino de libertad, sabiduría y humildad. Esa escuela acogió en su tiempo la Fraternidad Solar dirigida por Akhenaton, la Fraternidad Esenia dirigida por Juan el Bautista, la Fraternidad Gnóstica, la Fraternidad Templaria, la Fraternidad Rosacruz, etc. etc.

A ese Templo solo se puede acudir con vestiduras blancas, es decir, con el aura redimida de enfermedad y de pecado.

Aquellos iniciados sabían y aún saben que se daría un encuentro seis mil años después y vieron la actual isla de la Palma, como lugar de reencuentro de los espíritus; tanto de los externos provenientes del espacio, como de los autóctonos, de los que aún no han tomado cuerpo, y los que se ven sometidos en el cuerpo de carne de este tiempo tan difícil.

Por eso al meditar en la Isla, junto con mi mujer, retorné a Sartax y simplemente proseguí en una de las tantas meditaciones que allí se realizaban. En un momento determinado, no sabía si estaba en la Palma con el cuerpo de ahora mismo o en Sartax con el cuerpo de entonces. Recordé con nitidez el compromiso que hice de preservar el conocimiento y de convocar en la isla a quienes se juramentaron para dar el último paso evolutivo de esta generación. Solo quien tiene estos recuerdos en su espíritu recordará y vivirá estas imágenes y sabrá cuando toca marchar hacia el Templo de Luz, que aún brilla en el astral y que tiene su entrada por la bendita “Isla bonita”.

Fue en una de estas sesiones de mediación colectiva cuando en forma plural los setenta y dos compañeros visualizaron con ligeras diferencias de matiz, el advenimiento terrorífico de un monstruo redondo que impactaba en la tierra. El silencio fue absoluto. Cada uno pensaba que era él quien había venido al cónclave con ideas negativas y poco purificado y por tanto había recibido una impresión de baja frecuencia vibratoria. Pero todos fueron comprobando que aquel aviso no era algo fortuito, sino que incluso se había compartido por los espíritus no terrestres presentes en el templo astral.

Ramatep tomó la palabra con tono grave diciendo:

Creo, hermanos míos que ha llegado el tiempo de la profecía escrita en los pergaminos sagrados y que nuestros antepasados recibieron de los Dioses creadores. No es casualidad que todos hayamos coincidido en la misma visión. Creo que debemos estar atentos a las señales y contrastar en el campo onírico de los habitantes de nuestro pueblo, si se ha dado alguna premonición en este sentido.

Thotek por su parte abundó en el mismo tema replicando:

Es necesario estudiar los textos sagrados y sondear astrológicamente los temas natales de todos nosotros. Es una ardua tarea, pero si se nos ha entregado esta información, es porque debemos aceptar nuestro destino con responsabilidad.

Todos asintieron y se comprometieron en los próximos días a la búsqueda de las incidencias proféticas, astrológicas, históricas y oníricas del acontecimiento. Ramatep se acercó con cautela a Thotek y mirándole fijamente le dijo al oído:

- La Gran Bestia se acerca; es el fin.

Anthix que sin querer le había escuchado, esbozó una lágrima y tomando a los dos seres por los brazos, junto su cabeza con la de ambos y susurró:

- Lo doloroso no es desencarnar, sino perder vuestra entrañable compañía.

Todo esto ocurría varios años antes de la llegada de la “Bestia”. Durante esos años cada uno de los presentes dirigió su energía no hacia el miedo o hacia la prevención de los terribles acontecimientos que estaban por venir, sino al estudio y al conocimiento. Eran espíritus libres y por tanto no temían desencarnar. Todos sabían que el espíritu es eterno y que el cuerpo no es sino una cárcel que pone barreras a la libertad del espíritu. Todos sabían que el brevísimo periodo de la vida en la Tierra con un limitado cuerpo físico solo nos permite adquirir conocimientos y sabiduría a la vez que templar el espíritu en medio de la imperfección humana. Solo el hombre libre de verdad no teme a la muerte, y no tanto por si misma, sino por que se vive en un eterno presente, donde el tiempo y el espacio solo se cuenta por la materia mortal y perecedera.

Ramatep y sus sacerdotes se pusieron a la tarea de descifrar los pergaminos del pasado. La sentencia clave que se repetía con ligeros matices diferenciados hablaba de la revelación de que los Dioses de antaño, los Padres Espirituales de la Raza habían sido los primeros Soberanos de Atlántida. El pergamino decía:

“CUANDO EL FRUTO ESTE MADURO CAERÁ EN VUESTRAS CASAS, Y SERÁ ÉL QUIEN SE COMA A VUESTROS HIJOS, VUESTRO GANADO Y VUESTROS BIENES. DONDE HABITABA "PAN" (dios de la Tierra y sus Elementales) SERÁ LUEGO DOMINIO DE "NEPTUNO" (Donde antes había tierra después habrá agua) Y DE SUS CRIATURAS. EL QUE HAYA ACUMULADO RIQUEZA PERECERÁ CON ELLA. EL QUE ESTE EN LA MONTAÑA QUE NO BAJE AL VALLE Y EL QUE ESTE EN EL VALLE NO SUBA A LA MONTAÑA, PUES TODOS VIAJARAN AL REINO DE LAS SOMBRAS. ELEVAR VUESTROS ESPÍRITUS Y ACUMULAD RIQUEZA INMATERIAL, PUES TODA LA TIERRA SERÁ PURIFICADA”

Durante muchísimos años, aquella profecía no había tenido sentido para nadie, pero según se acercaba el tiempo el inconsciente colectivo de la raza había identificado perfectamente que aquella amenaza era en realidad una de las tres lunas que por aquel tiempo orbitaba la tierra. Además de nuestra actual Luna, existían dos grandes masas meteóricas que se habían alojado en nuestra órbita proveniente de la gran explosión del Sol Jupiteriano.

Los sacerdotes astrólogos habían medido desde hacia miles de años, el acercamiento progresivo de las dos masas pequeñas, y el alejamiento paulatino de nuestra actual Luna. Conocían también las leyes gravitacionales del equilibrio de las esferas, y por tanto que en ese acercamiento llegaría un momento en el que podría salirse de la órbita e impactar en nuestro planeta. Conocían también de la caída de meteoritos en el planeta, pero también de la función de la atmósfera como escudo protector de dichos impactos.

Continuará...

Un beso enorme a todos

Enri

1 comentario:

niga dijo...

Muy interesante y conocido sobre lo que escribes. Es bueno saber que existen otras personas buscando, pensando y hablando sobre lo mismo