miércoles, 16 de abril de 2008

Sexualidad y Espiritualidad versus Amor Sagrado IV

Querida Andrómeda, hace falta mucho valor y una profunda introspección para llegar a entender, reconocer, explicar y sobre todo sublimar y estar tan abierta cómo para exponer tu experiencia y te agradezco infinito que la hayas compartido con nosotros.

Es tanto más importante tu testimonio porque no ha sido una comprensión intelectual sino una autentica experiencia o revelación que por mi parte creo, jamás se da porque sí de forma aleatoria, como al que le toca la lotería.
Efectivamente, a veces no tenemos ni idea de que nos pasa algo, sólo lo sufrimos o lo vivimos como podemos. Por eso, como decía en la introducción al post anterior, sólo nos hacemos conscientes cuando tras un arduo trabajo y búsqueda, nos cae como por arte de magia, delante de la nariz y por el camino que sea, algo, que nos habla de nosotros mismos y entonces...de repente, lo comprendemos todo o al menos mucho...Siempre he dicho que "comprender" es la mitad del camino o la mitad del problema resuelto.

Aquí va la siguiente entrega prometida..

Bloqueos en la sexualidad masculina

Con respecto a la experiencia masculina de la sexualidad, los bloqueos que ocurren están mayormente al nivel del corazón y de la cabeza. En estos niveles, puede haber un miedo a entregarse, un miedo a la intimidad profundamente emocional. Este miedo la mayoría de las veces se extiende hacia atrás más allá de lo que vosotros podáis recordar.

Pertenece a la era en la cual las mujeres dominaron a los hombres. Esto hizo que el juego de la atracción sexual, que inicialmente era inocente y espontáneo, se volviera amenazador. Los hombres aprendieron que era peligroso mostrar abiertamente sus emociones y abrir su corazón a su pareja.

Dentro de los hombres hay profundos miedos arraigados relacionados con entregarse a su lado sensible, y estos miedos no necesitan necesariamente manifestarse en el nivel físico. Ellos pueden participar en el acto físico del sexo mientras mantienen sus sentimientos separados. Entonces el hombre puede estar físicamente presente en el nivel físico, mientras que su naturaleza sensible está (parcialmente) ausente.

Sus emociones se cierran continuamente debido a este temor a abrirse y volverse vulnerable al rechazo una vez más. Hay ahí en el alma viejos recuerdos de ser abandonado y lastimado emocionalmente.
Paciencia y amor

En general, los bloqueos energéticos son un poco diferentes en los hombres y en las mujeres. Por lo tanto, es muy importante comunicarse abiertamente uno con otro acerca de lo que vosotros sentís y percibís cuando estáis juntos. Cuando verdaderamente confiáis en vuestra pareja, podéis investigar sin avergonzaros dónde se atasca vuestra energía sexual cuando estáis en intimidad.

Esto lo podéis hacer simplemente volviéndoos conscientes cuando hay un flujo de excitación y contacto íntimo surgiendo entre vosotros, en qué medida os estáis permitiendo sentir y expresarlo.

Observad si os sentís atascados o bloqueados en alguna parte de vuestro cuerpo o en alguna parte de vuestras emociones y sentimientos. ¿Sentís una sensación cálida en vuestro corazón cuando estáis juntos? ¿Sentís una apertura espiritual hacia el otro; estáis preparados para recibir al otro en su totalidad?

Suena extraño, pero vosotros le teméis al contacto íntimo real. Todos vosotros deseáis fuertemente tener una relación satisfactoria. En las calles, casi todas las carteleras aluden al ideal de una relación emocionalmente y sexualmente gratificante. Pero el verdadero contacto íntimo os atemoriza. Cuando algún otro ser se os acerca demasiado y la relación os pide que eliminéis todas vuestras máscaras, emergen toda clase de inhibiciones de las que no os habíais percatado siquiera.

En los momentos en que ellas emerjan, tratad de no juzgaros por esto. En lugar de ello, védlo como una oportunidad para investigar aquellas inhibiciones y bloqueos dentro vuestro.
Nadie está libre de ellas. Casi todas las personas tienen bloqueos que los privan de experimentar la sexualidad en todo sentido como he descrito al comienzo. Es por esto que quiero pediros a todos vosotros que observéis el flujo de la energía sexual dentro de vuestro con amorosa consciencia – ya sea que estéis solos o en una relación- y que tratéis los bloqueos que encontréis con cuidado y respeto.
La fuerza es el peor consejero en estas cuestiones. La paciencia y el amor son esenciales.

¡Mantened vivo el anhelo por una experiencia sexual verdadera y completa! El deseo es sano. El camino hacia una completa y gozosa experiencia de la sexualidad puede ser largo y sinuoso. Pero a lo largo del camino desarrollaréis amor y compasión tanto hacia vosotros mismos como hacia otros, y esto también es inmensamente valioso en vuestro mundo humano.

Vosotros estáis sanando una historia antigua de lucha entre el hombre y la mujer. Las energías masculinas y femeninas quieren juntarse otra vez y unirse en una danza de alegría y creatividad.
Todo lo que vosotros hagáis para contribuir a esto en un nivel individual, tiene una influencia positiva en el alma colectiva del hombre y de la mujer. Esto hará que las energías de paciencia y amor estén disponibles para otros.


Espero que el tema no sólo os haya resultado interesante sino que os haya aportado una visión más profunda y tranquilizadora sobre que todo problema tiene un origen y si tenemos el alma abierta a la búsqueda ese origen más tarde o más temprano nos dará una visión que nos ayudará a resolver y solucionar lo que tanto nos angustia, sea lo que sea.

Con esto termino esta serie hablando sobre la Sexualidad Sagrada. Si encuentro más material interesante, lo seguiré comunicando.

Como os dije al principio, esto es una canalización, es decir, un Tutor o Ángel o Guía, o como cada uno lo quiera llamar, que se expresó a través de una persona abierta a la canalización.

Jeshua - Canalizado por Pamela Kribbe

Un abrazo muy fuerte
Enri

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno.., ya eres la segunda de la semana, Enri, que me dice eso de que soy muy valiente. Curioso, porque a mí me da el sentimiento de todo lo contrario (?). Y no es falsa modestia, no.

Ah, por cierto, antes se me olvidó poner el nombre, no por nada, sino porque tengo la cabeza bastante ida en los últimos tiempos ;-). Efectivamente, la de la "experiencia" era yo, Andrómeda. Como entro como anónimo, se me olvidó reseñarlo.

¡Saludos!

Andrómeda.