domingo, 13 de abril de 2008

Sexualidad y Espiritualidad versus Amor Sagrado II

Sí, es así como dices Andrómeda. La sincronía hace que no sólo nos lleguen las cosas en un momento oportuno, sino que las entendamos.

A muchos les habrá pasado lo mismo que a ti, empiezan a leer y pueden pensar que vaya peñazo! pero es sólo porque no les ha llegado el momento de entender. Cuando entiendes, es entonces una autentica revelación, tal como me has explicado por el privado.

Ya nos pueden llegar las mayores verdades como autenticas perlas, si no estamos en sintonía con ellas nos pasan por delante sin verlas.

Además entiendo que posiblemente el lenguaje en un principio puede sonar a cursi incluso, pero sólo hay que seguir avanzando para saber si lo que uno se encuentra leyendo vale la pena o no.

Yo pienso que existe mucha confusión con respecto al sexo. Ha sido algo muy utilizado para manipularnos, precisamente por que como es una energía que se controla realmente cuando se la entiende de raíz, la forma de transformarla en algo enfermizo o negativo era precisamente convertirla en una verdad dogma/tabú. De este modo se estrangulaba la autentica belleza y fuerza de una energía que es la expresión física del Amor. Es el Amor manifestándose no sólo en el corazón sino en el corazón de la manifestación física creativa más fuerte e importante del ser humano.

Lo que viene a continuación, lo podemos tomar como un cuento mitológico o arquetípico o como parte de nuestra historia, una historia antiquísima, anterior a la que tenemos acceso en la memoria consciente, pero que si nos atenemos a la evidencia, posiblemente esté interfiriendo (esa parte de la historia) en nuestras vidas y actitudes de un modo que vale la pena revisar y atender, por si nos enseña algo.

Problemas sexuales y la batalla de los sexos

Ahora quisiera examinar la historia de la sexualidad y luego me gustaría decir algo acerca de los problemas específicos que las mujeres y los hombres actualmente experimentan en su expresión sexual.

Mucho ha sucedido en el área de lo sexual. En su esencia la sexualidad acarrea un gran potencial de luz, pero debido a esto, también existe el potencial de un gran mal uso. La historia de la cual quiero hablar trata de la lucha de poder entre hombres y mujeres. La historia es antigua y en realidad comenzó en la época en la que los imperios galácticos extraterrestres comenzaron a interferir con la vida en la tierra.

Antes de esto, la tierra era una especie de paraíso, un Jardín del Edén en el que prevalecían la belleza y la inocencia. No discutiremos esta era aquí, pero simplemente observen que ustedes están en la fase final de una batalla de poder, que es mucho más antigua que los 5000 años de la historia escrita.

En la última etapa de esta historia, los hombres claramente jugaron el rol de victimario y opresor. Pero no siempre fue así. Ha habido épocas en las cuales la mujer fue mucho más poderosa, tanto en el ámbito público de la vida como en el privado. Ella también oprimió a la energía masculina de forma sádica y cruel. La mujer no es naturalmente el sexo oprimido y suave, ustedes lo saben, tampoco es ella el sexo más apacible. Sus estereotipos de la mujer como dulce pero incapaz y del hombre como fuerte pero insensible, hablan más sobre la última fase de la historia mencionada anteriormente que sobre el hombre y la mujer como tales.

Ha habido épocas, anteriores a la historia escrita, en las cuales las sociedades maternales eran consideradas la norma. En aquellos tiempos, las mujeres también han usado sus energías de un modo destructivo, siendo irrespetuosas de la fuerza de vida individual y de la creatividad en cada ser humano. Ha habido una época en la cual las mujeres tuvieron poder sobre los hombres.
Las mujeres controlaron y manipularon a los hombres usando los poderes de la emoción y de la intuición, con los cuales ellas tienen una natural afinidad. Ellas también utilizaron sus habilidades psíquicas para controlar a los hombres. Ha habido, por ejemplo, sacrificios y rituales donde los hombres fueron torturados y asesinados.

Quiero resaltar este aspecto, porque su historia oficial dibuja un solo lado de la imagen sobre la relación entre el hombre y la mujer. La opresión de la mujer por el hombre ha sido evidente durante todo el período abarcado por su historia escrita. Pero el rencor y el odio que los hombres han mostrado (y aún muestran) contra las mujeres no ha venido por nada. Además de las tradiciones culturales y hábitos que los influencian, también hay profundas heridas emocionales en el alma masculina colectiva que provienen de una era mucho más antigua.

Sin entrar en detalles sobre esta era, me gustaría invitaros a que sintáis por vosotros mismos si es posible que experimentarais esto. Para las mujeres la pregunta es: ¿podéis imaginar que alguna vez ejercísteis poder sobre los hombres y que exitosamente tratasteis de controlar su energía? Y para los hombres la pregunta es: ¿podéis imaginar que esto tuvo lugar a una gran escala y que vosotros fuisteis el ‘sexo débil’? Tal vez recibáis ciertas imágenes o fantasías al haceros estas preguntas internamente. Permitid que vuestra intuición os muestre y observad las emociones que emergen. Esto puede ser sorprendente.

Dentro del alma masculina colectiva, el odio y el resentimiento han surgido debido a esta historia antigua. Esto ha salido a la luz en la opresión de la energía femenina en el área de la política pero también en el área de la religión, particularmente por medio de la Iglesia.

La idea de que la sexualidad es pecaminosa o a lo sumo un mal necesario, es una línea de pensamiento masculina que fue influenciada por la aversión y el rencor resultantes de la represión de la sexualidad masculina en otra era. La sexualidad masculina en aquella época era considerada ser un instrumento de procreación, sin respeto por el lado sensible del hombre y las vinculaciones emocionales entre el padre y sus hijos.
Con frecuencia, los niños eran educados por la madre, distanciados del padre, y difícilmente se prestaba alguna atención a lo que el padre pensaba y quería. Los valores importantes pasaban por la figura de la madre y la inferioridad de los hombres era uno de esos valores. El hombre era más una persona que servía por su trabajo que una pareja de igual condición.

Además de ser la Iglesia un baluarte de la energía masculina frustrada, el mundo de la ciencia también mostró hostilidad por la energía femenina. Aunque la ciencia y la religión son en muchos puntos de vista enemigos naturales, ellos están unidos en su resistencia al aspecto intuitivo, fluido de la energía femenina. Los dogmas de la Iglesia son rígidos y sofocantes, pero el método científico también es limitante, de un modo diferente. Mientras que el ímpetu detrás de la ciencia moderna fue esclarecedor e innovador (en el deseo de derrocar a la falsa autoridad), ha quedado atascado en una estrecha clase de pensamiento racional que no permite que participe la energía femenina.

El pensamiento científico es analítico y lógico, pero no se abre lo suficiente a la imaginación y a las fuentes extrasensoriales (intuitivas) de observación. La aversión que muchos científicos tienen por ‘lo paranormal’ y por todo aquello que no pueda ser explicado por el pensamiento racional, se debe sin embargo parcialmente a un recuerdo de dolor y humillación en el alma, remontándose a una época en la que los poderes psíquicos fueron abusados por las mujeres y usados contra ellos como un instrumento de manipulación.

Hablo de esta historia antigua porque me gustaría dejar aclarado que en la ‘batalla de los sexos’ finalmente no hay víctimas ni victimarios, que no hay ‘chicos buenos y chicos malos’, porque todos vosotros habéis sido ambas cosas. Ha sido una lucha entre las energías masculina y femenina, en la cual estas energías se volvieron opuestas, mientras que ellas originalmente son complementarias una con otra. En estos días y época, tanto hombres como mujeres son invitados a unir fuerzas otra vez y a encontrar nuevamente el júbilo y el honor de la danza original de lo femenino y de lo masculino.

Esencialmente, la energía femenina es guiadora e inspiradora, mientras que la energía masculina es servicial y protectora. La energía femenina es la inspiración detrás de la creación; el aspecto masculino se encarga de la manifestación en la forma y en la acción.

Ambas energías trabajan juntas a través de cada ser humano, a través de cada individuo, ya sea masculino o femenino. Que seáis un hombre o una mujer no es lo que realmente viene al caso; es el equilibrio y la relación entre ambas energías dentro de vosotros lo que cuenta...

Espero que os haya servido, mañana continuamos..


Un fuerte abrazo

Enri

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