lunes, 28 de abril de 2008

Las Herramientas del Alma III

Los Nudos Gordianos y el Pacto entre Almas.

Muchas veces no torturamos con nuestras relaciones, sobre todo con el sentido de culpabilidad que sentimos por permitirnos vivir según cuales. No importa si son las parentales, de pareja, amigos/enemigos, colegas de trabajo o jefes y empleadores. Normalmente casi todos en un momento u otro de la relación, culpamos al de enfrente, nos sentimos víctimas porque no nos dan lo que necesitamos y creemos merecernos, como no.

Y sin embargo antes de nacer a esta vida, a esta personalidad y género, ya hemos pactado todo el escenario con nuestros actores, tanto los principales (padres, familia cercana, amigos, parejas etc..) como con los segundarios, personas que no son tan íntimas pero que también tienen su peso a lo largo de la vida y conforman el tejido de nuestra cotidianidad.

Los primeros son los actores principales porque ellos van a cumplir con el guión que antes hemos escrito y en el que cada uno hará el papel de bueno, de malo, de verdugo o de víctima, de maestro o alumno,..etc...Eso es lo que yo llamo el Pacto entre Almas.

Los Nudos Gordianos son para mí partes de ese guión, pautas que nos encontraremos repetidamente, porque normalmente no las solemos reconocer rápidamente. He ahí esas relaciones o situaciones, limitaciones que nos encontramos repetidamente en la vida y que nos dicen que algo hay que resolver, pero rara vez, a no ser una persona que esté en en contacto consigo misma, se da cuenta de esto. Tampoco el reconocer la pauta da garantías de ponerse en marcha para resolverla, a veces preferimos remolonear o elegir estancarnos porque no estamos preparados para El Gran Salto.

Ser valiente cuesta mucho tiempo y esfuerzo, no es una cuestión de decir, venga, entiendo esto y actúo y ya está. No, si eso sucede, no es una cuestión sólo de valor, sino que la sutileza de lo que vivimos, ya sea dolor o felicidad o cualquier otra gama de emociones y sentimientos, aporta una cantidad de material sutil e importantísimo para nuestra alma. De algún modo, mientras experimentamos nuestro dolor, o desasosiego, rabia, impotencia, o cualquier sentimiento de inferioridad, inseguridad o mediocridad, estamos experimentando toda la amalgama y texturas de las emociones y sentimientos que pueda proporcionarnos la existencia.

Si lo viéramos de este modo, dejaríamos de sentirnos tan culpables, tal vez nos relajaríamos más con los demás y con nosotros mismos, porque entenderíamos que necesitamos todo el tiempo, mientras no podemos avanzar, para comprender y comprendernos. El valor que tiene lo que sentimos, sea positivo o negativo, nos pone en contacto con una forma de conciencia más tarde o más temprano, a lo largo de diferentes vidas, que componen el Alimento del alma.

Creo que la vida va de experimentar, no sólo de resolver, porque eso sólo se puede hacer en un determinado nivel de saturación de la experiencia del alma. Por eso necesitamos tantas vidas. Al mismo tiempo, tener conciencia de esto significa una mayor responsabilidad con nuestros pensamientos, tanto hacia nosotros mismos como hacia nuestros semejantes.

¿Por qué he llegado a esta conclusión? porque juzgamos y nos juzgamos demasiado. Porque el alma no entiende de bueno/malo, eso es una cualidad o concepto que corresponde al mundo tridimensional o material. Ella sólo quiere experimentarlo todo y saturarse del conocimiento de la conduce a saber quien Es.

Mientras, pensemos que nuestra naturaleza es humana al mismo tiempo que divina y comprendámonos. Todo tiene su tiempo, ya sabéis....Saturno.... Sin él, no podemos llegar a ninguna parte, sólo el tiempo es el verdadero maestro.... y su mejor compañera....la Paciencia.

Continuamos....

Un abrazo grande

Enri

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