jueves, 5 de octubre de 2017

Luna Llena en Aries, o la guerra interna…


Luna Llena en Aries, o la guerra interna…

La luna Llena se produce a los 12º 43’ de Aries. Una luna en un signo que encenderá las emociones.

Venimos de una Luna nueva en el signo de Virgo, que nos pedía orden y limpieza, orden y limpieza en la cabeza, en el corazón, en el cuerpo y en todos los ámbitos de nuestra vida.

Virgo pide el cuidado constante de todo aquello que forma parte de los hábitos cotidianos, el orden que conforma nuestra vida, la eliminación de lo que no nos sirve y la renovación que produce costumbres más saludables, sea en nuestro mundo interno, sea en el que nos rodea.

Las Lunas nuevas son semillas que van creciendo y tienen su punto máximo en el plenilunio. En ese momento, se produce la luz suficiente para ver si hemos hecho el trabajo que se nos pedía en este periodo. Son dos semanas en las que el orden interno debe tomar decisiones para mejorar la calidad de nuestro devenir.

Higiene, pureza, son palabras clave. Higiene emocional, física, mental, espiritual. Recordemos que el signo de Virgo es aquel que llama a separar el grano de la paja, a ser prácticos, a encontrarle la utilidad a las cosas, las ideas, las razones, es el signo del servicio, del principio de razón que lleva a alguna parte.

Nos hemos estado planteando si nuestra vida va en la dirección que queremos o si estamos haciendo aquello, práctico y útil, que nos lleve en esa dirección? ¿Hemos puesto los pies en el suelo? Hemos aclarado nuestras ideas? O por el contrario somos presas del caos cotidiano donde vamos viviendo sin tomar las riendas? Esto, vale lo mismo para cada ser individual que para el colectivo.

Ahora bien, vivimos en una época y momento en los que las energías telúricas del planeta están en plena transformación, el cuerpo astral del planeta está adaptando el nuevo cuerpo físico, necesario para su expresión más elevada.  Aquí hay mucho de qué hablar, mucho que poner en orden, las ideas pueden parecer caóticas, pero es necesario pararse y meditar con calma para no perderse en el laberinto de acontecimientos. Todo va muy rápido y es necesario que bajemos el ritmo cardiaco con respiraciones y meditación para poder enfrentar, con garantías, este periodo extraordinario que estamos atravesando.

Desde el pasado mes de agosto en el que vivimos dos eclipses en Leo, todo se ha acelerado. Por un lado, los elementos, el agua, el fuego, el aire, la tierra, no han parado de manifestarse, unas veces provocados por la mano del hombre, otras, porque tal como he explicado en otras ocasiones, los elementos son entidades vivas, son las fuerzas de la naturaleza para producir los cambios que necesita y están actuando y de qué manera…

Dentro de nuestro sistema interno individual también estamos hechos de los mismos elementos, los físicos y etéreos y por lo tanto, toda convulsión a nivel planetario se está produciendo a nivel individual. De un modo u otro, las vidas de todos está cambiando, la de muchos seres, directamente cambiando de plano, por que han terminado su ciclo aquí y lo han hecho a través del caos de la naturaleza, por el colapso de su cuerpo a través de enfermedades, de forma abrupta por accidentes o por la mano del ser humano que provoca partidas colectivas o individuales hacia esos otros planos de la existencia.

El caso es que cuando atravesamos los signos, los atraviesa todo el planeta y las energías y valores que transmiten y piden en ese momento es para todo plano de existencia.
Estamos asistiendo a un caos creciente en el mundo a todos los niveles, pero también, al mismo tiempo, está manifestándose el esfuerzo por poner o encontrar ese orden.

Las polaridades en las que cada cual se está posicionando, porque es un tiempo en el que caben pocas medias tintas, está sirviendo para tratar de encontrar la vida misma, su equilibrio.
En estos momentos del paso de una dimensión a otra, las líneas de tiempo se evidencian a través de cada decisión, de cada búsqueda de la pureza o del egoísmo, de permanecer bajo los viejos paradigmas o tener el valor de abrazar los nuevos…. Y sin embargo, esto no es una decisión mental, no somos capaces de darnos cuenta dónde nos estamos situando, al menos el grueso de esta civilización, hasta que no estén más definidas. Quien se quede en las viejas energías, no sabrá que hay otras que transportan otras almas hacia un nuevo destino, así como lo único que decide dónde se situará cada uno es uno mismo. Nada ni nadie puede decidir de otro modo que tomando decisiones en cada momento que los lleve a un lugar de sí mismos donde experimentarán un nuevo cielo y una nueva tierra.

Cuánto tiempo llevará este proceso, no lo sé, pero, sí sé que está en marcha y que cada movimiento del Sol y de la Luna que nos marcan tiempos, energías y valores a trabajar, nos acercan más rápidamente a esa transformación de todo lo qe vive y existe sobre este planeta, sin entrar en que lo mismo está sucediendo en el resto de nuestro sistema solar.

Soy consciente de mi vida y mi mundo inmediato y cercano, pero igualmente de mi mundo y mi vida como ser universal.
Así que, en estos días, en los que, en mi querida tierra, donde se desarrolla mi vida en estos momentos, está sufriendo, yo mantengo la calma, participo de lo que sucede por solidaridad humana, aunque no participo de las razones ni contenidos de porqué se hace. No importa, cada cual tiene dentro su propia agenda y modo de gestionar a donde quiere ir y porqué.

Veo una gran inocencia, una inmensa manipulación, pero, la claridad de cada cual es fundamental para no caer en el caos y como colectivo están dando muestras de una gran madurez. La manipulación llega hasta donde llega y el ser humano está despertando mostrando unos valores de solidaridad y pacifismo que, aunque no lleve al propósito inicial, habrá llevado a la inmensa mayoría a comprender y comprobar el valor de la unión y sobre todo de la necesidad de empoderamiento del ser para dejar de vivir las experiencias de yugo que lleva la humanidad miles de años padeciendo.

Todo lo que sucede en nuestras vidas tiene una razón de ser, un porqué y en estos momentos, equivocados o no, todo el mundo debe salir de su escondite interno, sin miedo y ser quien es. La recompensa es grande en comparación a lo que se deja atrás.

Hoy, Luna llena en el belicoso signo de Aries, se puede vivir de dos maneras, en el lado más positivo y productivo, siendo el líder de nuestro propio cambio, o dejarse arrastrar por los valores de rabia y odio, emociones altamente dañinas tanto para el que las vive como para el que las padece. Si hemos estado haciendo los deberes estas dos semanas bajo la energía sanadora y útil de Virgo, La lunación en Aries se manifestará de un modo, si hemos caído en los valores de la otra cara de Virgo, la rabia por no ser reconocido, el exceso de mente analítica que no deja digerir, el caos interno que causa daños en el soma y nos enferma, se manifestará de otra.

Cuidado con las Lunas llenas que iluminan la cara oculta de las cosas, vamos a ser conscientes, interna o a través de las noticias que nos llegan, de temas, situaciones o ideas que estaban detrás del escenario y que sin embargo son las que están moviendo los hilos. La idea es cortar esos hilos y dejar de ser actor de la película de otros y ser por fin auténticos protagonistas de la nuestra.

Palabras clave; empoderamiento, claridad, fuerza en la razón y en el corazón, ambas equilibradas o nos perderemos en el desequilibrio.

Marte y Venus están en conjunción en Virgo, el reconocimiento debe partir de uno mismo para sí mismo, el amor propio, el reconocimiento de la dignidad de nuestro ser, la fuerza (marte) empleada en manifestar los mejores valores (venus) que me hagan sentir que me amo, por lo tanto, existo y de carambola los demás me ven, me aceptan porq no ven fisura en mí. Soy útil (Virgo) a mí mismo y también por ello lo soy a mis conciudadanos, a la naturaleza y a la vida en general. Cada eslabón (Saturno) con conocimiento y consciencia (sagitario) está trabajando su alma (Plutón y directo ya) para ser agente de cambio habiéndose cambiado y transformado primero a sí mismo.

No nos distraigamos demasiado con lo que pasa en el afuera, no perdamos la perspectiva de porqué sucede todo más allá de las evidencias. El mundo es un caos y debemos encontrar el punto de equilibrio que nos permita ver entre lo que parece y es y lo que no es y parece. El camino hacia la verdad interna está plagada de minas para que no lleguemos a ella y cuando llegamos, cada uno tiene la suya. No importa, pero será la suya auténtica, no la de otros que quieren atraerte a la suya para su beneficio. 

Aquel que te deja pensar libremente, déjalo entrar, el que no, atranca bien fuerte la puerta.
Es tiempo de cambio…y quien no lo quiere utilizará toda su fuerza para impedirlo, hay uno que no puede parar nadie y es el que al final transformará el mundo y es el cambio interno de cada cual. Cambio, transformación, trascendencia, metamorfosis…

Un abrazo


Enri

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