miércoles, 19 de febrero de 2014

Eclipse, Mercurio, Saturno y el cielo enladrillado...

Ser felices...que cosa tan extraordinaria... el concepto o sentimiento de contento, de alegría, de plenitud y bienestar es algo tan privado y al mismo tiempo tan universal que estos días me ha hecho plantearme algunas reflexiones sobre cómo es imposible unificar siquiera hasta eso.


Estos días el cielo está enladrillado y encuentro que la pregunta sobre quien lo desenladrillará no tiene respuesta genérica porque sólo el buen desenladrillador que lo desenladrille será el que acabe teniendo conciencia de con quien comparte tan magna faena, para qué le sirve y por donde seguir currando con o sin casco protector en el andámio de su existencia.

En fin, me dejaré de trabalenguas porque se parecen demasiado a la vida común y trataré de ser lo más clara posible sobre lo que ocupa estos días mis pensamientos.

El cielo está de los más activo: retrogradación de Mercurio en Escorpio o nececidad de replantearse cuales son mis emociones desde la comprensión pensada y sentida. Siento como debo? qué me lleva a sentir esto o aquello? es puro, es limpio? estoy mediatizad@ por cuestiones que hacen que multiples personalidades de las que no soy ni consciente dominen mi escenario vital?

Normalmente no somos conscientes de nada de eso y me he dado cuenta que apenas si estamos en contacto con nosotros mismos. Falta autoconocimiento, autoconciencia, profundidad, perspectiva, comunicación y también valor interno para observarnos.

En este momento, Eclipse de Sol, versus Sol/Luna en conjunción, más Mercurio mirando hacia la raiz que está debajo de lo aparente, más Saturno, Señor del tiempo y de los límites, aquellos que nos permiten sumergirnos en el papel actoral y estructura, en la experiencia humana única en este periodo entre nacimiento y muerte que llamamos vida, más el nodo norte, todo ello en un signo como Escorpio, nos avisa que es tiempo de re-nacer pero para poder hacer eso, antes, hay que morir...

Morir en estos momentos significa muchas cosas. Estoy viviendo unas experiencias que me llevan a ser consciente de lo inmenso que es el poder del autoengaño, de lo grande que es el océano que nos separa de nuestra Tierra Interna. Allí donde están todas las respuestas, todos los tesoros. Andamos perdidos en un mar de tormentas hoy en día y sin embargo, aún encuentro pequeñas islas llenas de luz donde pacientar y reconstruir para seguir el camino de vuelta a casa.

Estás islas van apareciendo a medida que hacemos logros, que luchamos y trabajamos dentro de nuestro ser por salir de la oscuridad, de las tinieblas que nos impiden vernos y ver cómo actuamos. Cómo movilizamos energías que afectan a otros y cómo confundimos nuestras necesidades de superviviencia interna con luchar por salir de la miseria sin fondo que como un agujero negro se traga nuestra luz y de paso la de los que se encuentran a nuestro alrededor.

Cómo vernos? cómo detectar realmente quienes somos, qué estamos haciendo con nuestra vida?

En estos momentos todo en el firmamento, el Universo, el Sol, con sus tremendas llamaradas, están emitiendo señales de un amor infinito hacia nosotros. Algunos somos más permeables que otros, depende de la evolución personal que poco tiene que ver con el intelecto sino con la profundidad de ciertos valores que son la evidencia de esa misma evolución.
Somos generosos? o creemos serlo?  hasta donde? desde donde? Hasta donde doy realmente? hasta donde me doy a mi mism@? La respuesta está en las circunstancias. Aquello que vibramos, que generamos como respuesta en otros, es la medida de lo que nos estamos dando, generando a nosotros mismos.

Cada uno entenderá esto según su situación en la espiral evolutiva de su alma. No hay entendimiento que valga, nada que nos haga despertar o comprender más que el lento proceso de vivir y experimentar. Podemos identificarnos con ciertas lecturas, con ciertos valores y sin embargo todo eso tiene niveles, niveles que se expresan como frecuencias vibratorias del alma.

Hoy, en estos tiempos, cómo decía, el cielo está lleno, repleto de generosidad. Las llamaradas solares que tanto miedo dan son emanaciones de amor profundo, información genética en códigos de frecuencia vibratoria para ayudarnos a abrir ventanas o puertas que nos sirvan para vernos a nosotros mismos. No podemos cambiar lo que no vemos, no podemos avanzar si no sabemos ni donde estamos, no podemos caminar si no está el camino medio iluminado por la luz de nuestra propia conciencia.... Y no podemos hacer eso si nos aferramos a la muerte en vida y eso significa aferrarnos a zonas de confor a valores que no nos aportan ya nada, al victimismo del a mi me hicieron o al sentimiento de tengo la culpa de todo lo que me pasa, me lo merezco y nunca saldré de estos patrones...

Esos son lenguajes no conscientes que se expresan en las vidas que llevamos, en las relaciones que establecemos, en los amigos que tenemos, en lo que nos aprecian o apreciamos en lo que valoramos o no, en los trabajos que tenemos, en las satisfacciones que optenemos en cualquier campo.

No nos vemos por dentro. Es lo más difícil que hay en esta vida, porque es un camino que debemos recorrer para volver a casa y la casa es la conciencia plena. Por ello, el Ser Universal que nos dió la vida,  creó el juego de los espejos que no es más que; "mira a tu alrededor y observa cómo es tu vida" Estás en paz con quien? estás en guerra con quien?En ambos casos, porqué?

Observa y ten el valor de ver qué responsabilidad tienes en tu destino y entonces, como por arte de mágia,  algo sucederá. Ese algo que todos esperamos y que está a punto de hacerse realidad, para unos antes y para otros después, dependerá del valor para mirarse en el espejo o mejor dicho, mirar, miramos todos, pero ver...eso ya es harina del costal evolutivo.

Estamos en tiempo de de-construcción de de-molición, de re-visión, de re-planteo, de re-evaluavión de todo. No tengamos miedo a VER. De ello dependen los siguientes pasos hacia esa plenitud que tanto anhelamos todos.

Permitamonos morir en aquello que ya debe ser transmutado. Permitamonos hacer el duelo y dejar atrás definitivamente todo lo que nos atasca y preparermonos el nuevo nido para que esas cenizas en las que nos tenemos que convertir sean el substrato del Ave Fenix en el que nos debemos transformar...

Muchos verán en todo esto tan sólo palabras, otros entenderán perfectamente de lo que hablo. No importa. Cada cual sea sí mismo y continue camino que al final llegaremos todos al mismo lugar. Eso sí, he decidido viajar en la mejor compañía para que el viaje sea más agradable y por lo tanto los caminos de muchos se separarán de modo casi natural, sin darnos cuenta... Cómo? cuando? no lo sé, pero sí tengo ya muy claro el porqué... Igualmente, iré encontrando en el camino exactamente aquello y aquellos que tienen que servirme  de espejos...y yo a ellos...

Voy a Ver...a ver qué Veo!

El cielo está enladrillado...quien lo desenladrillará?...

Enri

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas tus reflexiones y gracias por compartirlas. Solo me llamó la atención que no tengan fecha al pie.Un Beso

Enriqueta Caballero dijo...

Los últimos post no tienen fecha porque los escribí hace ya un tiempo, no pude subirlos al blog porq algo bloqueaba la entrada y hasta que no lo he resuelto no podia subir nada:-))

Todos los escritos últimos están en mi facebook en el apartado de notas porque lo que escribo aquí lo suelo colgar también allí.

Gracias a ti por visitarme:-)

Enri