lunes, 14 de enero de 2008

Almas Gemelas IV

Tras todo lo dicho creo que deberíamos revisar la búsqueda o la respuesta de si una relación es karmica o no. Creo que eso es una distracción del propósito de la búsqueda de cada uno.

¿Porqué digo esto? claramente buscamos una explicación de porqué no nos entendemos o no nos corresponde alguien y creemos que la respuesta está en la relación que pudimos posiblemente tener con esa persona y aquí es donde entra el tema de Almas Gemelas a diferencia de Unión Carismática.

Si partimos de la base que cada ser se encuentra con las circunstancias necesarias para seguir llenando su conciencia y al mismo tiempo pagando, en positivo o negativo, ojo! lo que sembramos en otra vida, la misma persona que fue nuestra pareja en otra vida, puede ser perfectamente nuestro padre, madre hijo o espíritu santo! me da igual.

El caso es que todas las almas que comparten, por algún motivo, momentos más o menos largos e intimos y significativos con nosotros, ya sean relaciones parentales, de pareja o cualquier otra, son almas gemelas en el sentido que son las que necesitamos para crecer.
Son gemelas porque son partes nuestras y nosotros de ellas, de las que tenemos que aprender y desprendernos cuando ya no nos necesitamos para la razón de la existencia misma de la relación.

Por lo tanto para mí la búsqueda de la respuesta al porqué de una relación de un modo u otro estaría más basada en la comprensión misma del porqué tenemos la relación que tenemos con determinada persona y eso viene reflejado en la carta natal.

Con ello no quiero decir que no sea importante en un momento determinado buscar respuesta en la astrología kármica o cualquier otra forma que nos conecte con vidas pasadas para profundizar, pero siempre queriendo profundizar de modo integral, de un modo más amplio en los porqués de la vida y no solo para saber porqué estamos con una pareja o con otra cuando en realidad eso viene dado por las necesidades actuales de crecimeinto de tu alma individualmente

Concluyendo...de momento....

Tenemos justo la pareja que necesitamos para disfrutar o saturarnos. Ambas nos conducirán a buscar una cosa u otra, en todo caso, por distintos caminos, al crecimiento, al conocimiento, a la conciencia.

Si decidimos mantenernos pobres por dentro, tendremos relaciones pobres, si crecemos atraeremos gente que haya crecido o que quiera crecer. Si aprendemos quienes somos en realidad reconoceremos facilmente quienes son lo demás y podremos unirnos libremente y sin condicionamientos ajenos al amor con seres que se nos asemejen.

La Unión Carismática es el tesoro más extraordinario de la vida porque representa haber alcanzado la plenitud y mientras no la alcancemos mínimamente, ya podemos mirar hacia atrás todo lo que queramos, la respuesta está delante de nuestra nariz. Sin embargo cuantas vueltas le damos para evitar mirarnos a nosotros mismos.

Si estamos solos fue porque lo pedimos, si estamos con quien sufrimos fue porque lo buscamos, si encontramos el amor...fue porque nos lo trabajamos...

Laboremos pues...que todos tenemos nuestra mitad en el mismo berenjenal que nosotros... o sea...¡Buscándonos desesperadamente...donde no estamos!!

Un fuertísimo abrazo a todas las almas gemelas que me acompañan en mi camino....y a las que yo acompaño en el suyo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo has explicado perfectamente... Yo creo que lo más difícil en esta vida, lo más complicado de cara a las relaciones.., es asumir el desapego. ¡Cómo duele el desapego! Sentir que tienes que dejar ir, sin caer en la rabia, la ira, la cólera, a la gente que amas... ¿Por qué sucede esto? Es tontería, creo yo, tratar de investigarlo. Como tú dices, atraemos lo que necesitamos, aunque sea el dolor.., porque olvidamos muchas veces que el dolor es algo así como la mayor de las catarsis, la última liberación.

La libertad para elegir, el libre albedrío, la libertad verdadera.., ay, ójala podamos al menos alcanzar una brizna de comprensión sobre estos temas. Ójala aprendamos a mantenernos abiertos frente al dolor, y permitir que éste haga su trabajo. Es un deseo que quiero para los demás.., y para mi misma.

Si uno supiera, si tuviera el nivel de conciencia necesario para darse cuenta de que nadie se pierde en el camino, que estamos todos aquí, en el transcurso de muchas vidas. Si nos percatáramos de que lo que le haces al hermano, es como si te lo hicieras a ti mismo...

A veces, el triunfo está en darse por vencido, en ceder, en dejar que la rueda de la vida actúe por su cuenta y riesgo. Preguntad a vuestras almas, a Dios, si es eso lo que debéis hacer, lo que queréis hacer.., si lo estáis haciendo bien.

Y confiad. Confiad en vosotros mismos. Y sobre todo, confiad en el Absoluto.

Se puede elegir intentar dominar al dolor, intentar evadirlo, o intentar desviarlo... O se puede elegir asumirlo libremente. Cuando os duela algo, por algún alma "compañera".., pensad muy bien qué elegís, qué sentís, qué emitís. Qué queréis para esa persona, y para vosotros mismos.

¿Qué tal, Enri? ¿Voy bien? Porque camino a ciegas, como tú dices, y se me están acabando las cerillas... ;-)

Andrómeda.

Anónimo dijo...

Creo que caminas mejor que bien!
me ha gustado mucho la conclusión que has sacado, realmente.

Y el verdad que aún siendo consciente de todo lo dicho, el problema del desapego es uno de los má dificiles de resolver, pero no imposible.

Tambien creo que el mismo dolor que nos produce nos cura en un cierto nivel y nos invoca ciertas partes de nosotros que deberían ponerse en marcha, no hacerlo significa repetir y repetir...

un beso grande