Equinoccio de primavera... El inicio del nuevo año, de una nueva era que marcará un hito en nuestro espacio/tiempo, por ser el principio de una nueva gestión del mismo...pero mientras...
Hace unos años les decía a mis amigos que retiraran en cuanto pudieran sus ahorros del banco, que un corralito era posible en Europa o al menos en los países más mediterráneos. Algunos lo contemplaban como posibilidad, otros me miraban con el afecto que me tienen pero pensando que era una volada mía.
Lo sustentaba astrológicamente pero para el profano eso daba lo mismo. Además, a nivel interno, he seguido siempre un sentido común extraño al resto. Así que al final dejé de decir nada porque entendí que el tiempo y el destino colectivo y más el personal, acaba haciéndose evidente más tarde o más temprano.
Por si alguien no lo ha notado, que creo que ya a nadie se le escapa, no hay voluntad de solución, eso es evidente y notorio. Lo que no me parece que todo el mundo tenga claro es porqué esa voluntad de hundimiento de los países, porqué exacerbar los ánimos llevándonos hasta el espasmo de la desesperación. Cual es la finalidad? A quien le beneficia tanto sufrimiento?
Responder que porque hay una afán de acumulación de riqueza y poder en manos de un grupo manipulador y enfermo (enfermos de un montuoso egoísmo y frialdad que no contempla al ser humano como tal, sino meramente como un numero con utilidad o sin ella) es quedarse muy corto y caer en la gran trampa de este tiempo.
Lo he dicho muchas veces, el cielo no da puntada sin hilo. También lo he comentado otras tantas, si miramos la realidad tal como nos la quieren hacer ver, seguiremos ciegos.
Esto no va de dinero, ni de poder, va de valores, va de evolución individual, como civilización, como un todo con el planeta y la dimensión que compartimos. Lo que se está desarrollando ante nuestras narices es la batalla más importante de la existencia, la gran prueba en la que las almas deciden alinearse con la luz o con su sombra. La batalla de Armagedón. Cada uno la imagina de un modo o ni siquiera piensa en ella, pero en lo que todos estaremos de acuerdo es que algo de una gran gravedad e implicación más allá de lo que podemos alcanzar a comprender, está sucediendo. Al igual que expresa la carta de la Torre del Tarot, las estructuras deben derrumbarse para dejar al aire aquello que siempre estuvo oculto, las vergüenzas y miserias, para que el aire, la vida, pueda renovarse y construir por otros motivos, para otras razones, con otros usos, para asegurar la vida y la esperanza y no para todo lo contrario que es lo que ha sostenido el sistema entero en el que nos hemos y estamos aún moviéndonos.
Desde que el mundo es mundo, en esta dimensión, las pruebas para ganarse las alas siempre fueron duras y arduas. Los caminos de iniciación han estado plagados de sufrimientos vida tras vida. Una iniciación que muchos han buscado o buscan fuera del ámbito cotidiano de la vida, fuera de sí mismos, en una incesante búsqueda de respuestas que calmara la ansiedad de no saber, de no comprender la razón misma de la su vida, de la vida misma.
Poco a poco, muchos hemos ido viendo que la mayor iniciación y banco de pruebas es la vida misma. La repetición de las lecciones se suceden una y otra vez hasta que rompemos o rasgamos el velo de la ignorancia y aprendemos a ser más sabios, más consecuentes, a desarrollar la fuerza, la voluntad, la seguridad, el equilibrio y todos aquellos valores que nos convertirán en seres más sutiles vibratoriamente, más inteligentes, íntegros, hasta llegar a la incorruptibilidad porque entonces desaparecerán de nuestra realidad todo aquello que aún no permite que lo seamos y por ello habremos empezado a ser por fin inmortales.
La incorruptibilidad del alma da la del cuerpo porque este se sublima y vibra más sutilmente. De modo natural se pasa de una dimensión a otra. La inmortalidad consciente es el primer paso para serlo. Nunca creí en la muerte como desaparición definitiva de la vida, sino como parte del proceso cíclico de la existencia. Nadie puede convencerme de la contrario ya que fui consciente de ello siendo apenas una niña. En las futuras dimensiones, los ciclos seguirán su devenir, la diferencia es que seremos conscientes de ellos y serán vividos no como perdida y dolor, sino como nuevos inicios y alegrías.
Podemos entonces separar lo que está pasando en el mundo de lo que nos pasa a cada uno? Esa prueba mayúscula que representa la inestabilidad en todo orden con el grado de evolución interna? No. En este momento, en este equinoccio, más que nunca deberíamos arriesgarnos a pensar en que lo que sucede refleja el estado interno, más o menos, en cada uno.
Deberíamos hacernos unas cuantas preguntas...¿somos corruptores o corruptibles? A qué le damos más valor en nuestra vida? cómo enfrentamos nuestras vicisitudes? porqué permitimos que nos pisoteen? cómo enfrentar este momento? desde la rabia? desde la sabiduría de que todo tiene un porqué? desde quedarnos esperando a que los que no profundizan más allá y salen a pegar pedradas o a saltar y cantar (porque se dan las dos posturas) nos resuelvan a todos las cosas?
Cómo es posible que permitamos que nos quiten los derechos fundamentales conseguidos con muchos años de esfuerzo y mucha lucha? creemos que son los gobiernos económicos y financieros en la sombra los que están haciendo esto...falso..es la inseguridad de la fuerza interna que tenemos, es el miedo a la muerte, a la nada lo que nos bloquea, evidenciados en la falta de trabajo, de no poder pagar un techo, comida, etc...Toda esa realidad es tan sólo una mera pantalla de lo que estamos jugándonos por dentro.
Salir a la calle con profundo sentido de la dignidad, sin miedo, con calma. o quedarse en casa en el mismo estado, da igual, porque todo esto, al final, es un tema vibratorio, de evolución...y quien aún así no lo vea se quedará en la dimensión que encarna lo que cree y quien crea otra cosa lo mismo. Esa es la gran separación y el gran salto. cada uno seguirá en la realidad en la que crea...
En cual crees tú?...
2 comentarios:
El cambio siempre ha encontrado resistencia, eso no lo podemos obviar, pero astrológicamente hablando tengo fe en que para 2015 esa resistencia habrá cedido ya en gran parte. La evolución es imparable, y los que se resisten, acaban saltando por los aires. Es lo que tiene hacer fuerza contra la presión
Así es,Luna. los cambios cuestan a veces terribles dolores de parto. En cuanto al 2015... no estoy muy segura qué sucederá. Por un lado, al ser una cuestión evolutiva, depende de cuantos hayamos alcanzado el nivel de conciencia necesario para poder afrontar un cambio como sociedad, como civilización, como planeta. Si logramos un despertar suficiente, una toma de conciencia en número suficiente, seguramente podremos dar un salto colectivo importante que beneficiará a todos, sino, preveo que el cambio se dará, por supuesto, es inevitable, pero grupos de almas irán viviendo una realidad y otros otra. Dudo y no creo en absoluto en los saltos colectivos porque eso negaría la propia Ley universal sobre la evolución. Veremos....
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