lunes, 14 de enero de 2008

Almas Gemelas III

Continuo con el ejemplo que os ponía...

Con el aspecto Saturno en Cáncer esa persona se encontrará con seres que le reflejen como espejos y que saquen su parte oscura para que pueda profundizar en su alma y trabajar hasta reconocer su profundo dolor. Posiblemente necesitará ayuda ya sea de alguien o con cualquier forma de terapia que le ayude a llegar al fondo de esa parte a la que no vamos nunca. Por eso ella viene a nosotros.

Otra forma de manifestarse este aspecto es el apego excesivo o la necesidad de aferrarse a la constante reafirmación de sus seres queridos y familiares. El desarrollar un sentido de seguridad profundo y la habilidad de dar y recibir son sus tareas para encontrar lo que tanto anhela.

¿Qué posibilidades tiene de encontrar a alguien que "no" le refleje? Ninguna mientras no se reconozca. Sólo cuando la saturación por sufrimiento, por astío de sí mismo/a le conduzca a sentir que el problema lo tiene ella/él, podrá encontrar otro tipo de relaciones que le acerquen a esa parte de sí que está despertando.

Con esto lo que he querido evidenciar y poner de manifiesto por enésima vez es que nuestra realidad exterior nos refleja. Lo leemos y lo reconocemos mil veces y tantas otras se nos olvida. Como si el conocimiento fuera algo separado de nosotros. No conseguimos integrarlo y ahí está el quid de la cuestión. Tenemos conocimientos para parar un tren, pero no los hacemos nuestros. Queremos soluciones externas, queremos a toda costa no mirar por dentro....¡Que va! como voy a ser yo el problema? lo que pasa es que nada funciona, lo he probado todo!

Eso se dicen muchas personas que no entienden que leer mucho sobre temas que nos ayudan a crecer no sirven para nada si no los hacemos una sola cosa con lo que somos y nos pasa. Sino, con todos los libros, profetas, poetas, sabios, filósofos, libros de autoayuda y demás este mundo sería un remanso de paz y sabiduría, donde el equilibrio, la armonía y el amor en todo su esplendor reinara. Sin embargo somos un amasijo de angustias y problemas y buscamos la solución fuera o en encontrar ese alma, ese amor que nos saque de la oscuridad y la soledad.

Y me pregunto cómo puedes amar a otro ser si no te conoces a tí mismo? como puedes esperar que el otro ser te sane si no es más que una parte de tu enfermedad?

La única manera que yo he encontrado es la perdida de miedo y el valor para enfrentarse a tu propia oscuridad. Cuando alcanzas una chispa de luz, una simple chispa que ilumine alguna parte oscura de tí, debes reconocerla y trabajarla. Entonces se produce el milagro. Ya no necesitas al actor que actuaba tu sombra, tu parte oscura, y entonces atraes a otra clase de actor, a otra clase de compañero/a de vida y así es como se alcanza la madurez del alma.

Sólo el valor, la honestidad e integridad manifiesta son las guías para conducirnos al fondo de nosotros, porque cuando se quiere viajar al fondo de nosotros mismos de verdad, te encuentras con seres que te ayudan a conseguirlo o que te guían para llevarte hacia aquellas experiencias que puedan servirte de cerrillas o de linternas. Ellas sólo te darán luz para verte, pero quien tiene que tener el valor de reconocerse y elevarse por encima de su propia miseria es uno mismo.

Continuamos...

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