No sé si será el influjo de la Luna llena de Virgo, la Luna en su punto más alejada de la Tierra, llamado también apogeo o si es que mi mente no puede dejar de oír lo que el alma me grita que comprenda bajo la batuta del intelecto humano.
El caso es que llevo dándoles vueltas un tema que no pertenece, aparentemente, al ámbito de lo cotidiano.
A pesar de la saturación de información, tengo mi propio bagaje personal y creo que bajo la Luna en el signo que promueve ponerle orden y nombre a las cosas, el signo que nos habla de la digestión de las ideas y lo más importante, el signo donde se amalgaman en las células y código genético, todo el conocimiento individual y colectivo que nos pertenece como herencia, herencia de qué y de quien, es momento de poner un poco de orden en todo ello.
Está más que claro para mi que pertenezco a un Todo que precisa de mi modo exclusivo de interpretar la realidad. Con un cometido bien diferenciado desde la perspectiva y miriada de formas en las que desarrollar el paso por esta dimensión a través de las cientos o miles de vidas que necesitemos para llegar a la sabiduría suprema, en esta y en otras dimensiones.
Somos aquello que Es, porque no tiene género como en esta dimensión donde todo está separado. Donde todo es dual. lLa luz y la sombra. Donde la conciencia de la inconciencia apenas empieza a aflorar en el ser humano.
Llevo varios días ocupada en pensamientos que van más allá de la supervivencia, tanto material como emocional como psíquica. Lo que ocupa mis pensamientos es el todo en cuanto a la vida más allá de lo parcial y separado.
Sé, desde que tengo uso de razón que no estamos solos. Es algo que no he tenido que desarrollar, aprender, simplemente ya lo sé. Lo mismo que el hecho de haber vivido mucho, en distintos cuerpos y con la situación que fuera, poco importa. No soy una alma nueva y eso también lo sé desde siempre. No ha sido nunca una cuestión de fe, sino de que ese conocimiento está incrustado en mi ADN.
Tuve que esperar muchos años para empezar a encontrarme con otros como yo, pocos y la mayoría llenos de dudas. Otros no, al igual que yo lo traemos ya de fabrica. No como un regalo que se nos ha concedido sino como el resultado lógico y natural de la evolución a la que cada uno llega a un punto determinado, en su momento. No tienes más misterio que el momento en el que cada uno llega al punto de despertar para no volver a dormir en las siguientes vidas y saber algo que ya nadie nos puede quitar, el tesoro más grande del Universo y más valioso que jamás aventurero alguno pueda soñar, LA CONCIENCIA DE SER.
Se puede decir sin embargo que estoy en los albores. Digamos que aún estoy en ese punto y así lo siento, en el que por más que esté en un estado de vanguardia con respecto a otros que aún no han alcanzado un determinado punto de conciencia, estoy, con respecto a otras muchas almas, en el mismo punto en el que se me está permitiendo mi tiempo para seguir creciendo y como a todos, se me tutela. Todos lo somos. Igual que desde párvulos vamos teniendo distintos profesores que nos guían en el aprendizaje hasta la madurez en que ya elegimos lo que queremos ser o hacer. Aún así seguimos necesitando guía hasta completar el ciclo de aprendizaje que luego nos permitirá desarrollar quienes somos y qué ofrecemos.
Expresado esto, diré que en este punto de la civilización terrena la disparidad de puntos de conciencia es tal que hay poca homogeneidad. Es lo que me hace pensar que estamos en el centro de lo que se podría llamar, las puertas del infiernos, las del purgatorio y las del paraíso, directamente.
A nadie escapa que en este momento de nuestra historia planetaria hay quien vive directamente en el infierno y eso no quiere decir que no esté lleno de ángeles que lo viven y lo padecen. También estamos en situaciones intermedias en las que se sobrevive materialmente pero se sigue dormido en la conciencia. Y también existen ya almas que vislumbran el paraíso porque lo están creando y buscando dentro de sí mismos.
Se podría decir que en todos esos lugares de la tierra existen seres humanos que están viviendo las apariencias de infierno, las del purgatorio y las del paraíso porque fuera de la realidad externa cada ser humano las está percibiendo desde dentro de un modo individual. Todo esto para entendernos en términos bíblicos. No soy católica. En todo caso cristiana libre pensadora, evidentemente. Aunque lo digo por cultura en la que crecí más que nada ya que si hubiera sido educada en otra parte del mundo posiblemente sería libre pensadora sobre el mensaje del profeta que tocara para esa raza.
Más allá de todo esto, del momento realmente apocalíptico que está viviendo la humanidad, el propio planeta incluido, están otros pensamientos que se disparan un poco más lejos...
Estos días leía, y hace tiempo también me llegó, que no estamos solos para decidir nuestra hoja de ruta como planeta y como humanidad. Parece que hay una "guerra de las galaxias" en pleno apogeo en el que parece que somos una gema valiosísima que muchos se disputan.
Podría ser, no lo discuto. Pero lo que sí me llama la atención es algo que aún no logro descifrar y esto es un intento, al poner en orden mis ideas escribiendo, de llegar a ello.
Las informaciones que nos llegan a todos del planeta Nibiru tiene todo el sentido y trazas de veracidad. No sé hasta que punto todo lo que nos llega al respecto es así pero sí tiene el suficiente peso como para que me pare a meditar en ello.
Parece que los habitantes de ese planeta, que tiene una órbita alrededor de nuestro Sol de 3600 años aproximadamente, tienen una vida que excede de lo comprensible, visto desde una dimensión en la que lo máximo a lo que podemos acceder es a vivir alrededor de los 100. Ellos, si calculamos que cumplimos años cada 360 días aproximadamente, los cumplen, un año, cada 3600...
No me sorprende lo más mínimo, hay cuestiones en el Universo, en la existencia, que estamos lejos de saber o comprender. Pero el tema que me preocupa u ocupa es que si llevan tanto tiempo visitándonos y son artífices de parte de nuestra historia planetaria y hoy están más presentes que nunca a través de los controles de poder y entiendase con ello el control de todo aquello que nos puede controlar...quien nos apoya a nosotros?
He ahí el tema que me mueve el alma estos días...
Lo siguiente que me llega también contemporáneamente es que tenemos, evidentemente, otros seres de otros Planetas o Sistemas Solares o Galaxias o de todas partes que nos tutelan y que no dudo, visto lo visto en la historia, que si aún no hemos desaparecido es por varias cuestiones; Una es que el Hacedor que es la Mente o Inteligencia Suprema está pendiente de que se desarrolle su plan..cual es? bueno, eso da para otro debate pero aquí ese hecho que para mi es incuestionable, tiene el peso que tiene.
El otro punto es que tenemos como almas un desarrollo individual que hacer y que esta dimensión y planeta es propicio para ello y por lo tanto, debe seguir adelante. Esto con todas las connotaciones que conlleva y que tampoco ahora voy a profundizar. Otro punto es que el propio Planeta es un ser con una conciencia. La que sea, y que tiene también la potestad de decidir qué hacer con las enzimas que en este momento somos más un cáncer que otra cosa para él o ella.
Pero aquí viene donde me llevaban mis reflexiones esta mañana. Si la Tierra es un ser vivo con conciencia al igual que toda la familia del Sistema Solar y al igual que todo lo que existe en el Universo infinito y si hay una justicia que es inquebrantable para todos en algunos puntos, me cuesta entender cómo permite, quien sea, que unos seres con métodos, conocimientos de todo tipo, poderes de todo tipo y con, se ve claro, ninguna buena intención hacia esta humanidad y su casa ( la Tierra) que alguien pueda intervenir más allá de nuestras fuerzas y posibilidades. Y sobre todo porque tan sólo algunos, que están absolutamente comprometidos con esas fuerzas lo deseen, tengamos que esperar el resto de la humanidad, a que el suficientemente número de conciencias despierten para recibir una ayuda que, evidentermente, no hablo de salvaciones puntuales y elevaciones varias mesiánicas, que eso lo tengo clarísimo, (aquí cada alma con su mochila y con su trabajo) PERO...
si cumplimos la doble función, como seres humanos encarnados, de desarrollarnos a nosotros mismos durante las vidas que necesitemos y al mismo tiempo de servir al desarrollo del planeta al que estamos estrechísimamente ligados por lazos astrales, cómo es que pueden venir fuerzas que provoquen lo que hay? evidentemente con la complicidad de seres humanos corruptibles, cómo es que los que intentan no serlo y seguir su desarrollo no reciben lo mismo por parte de las fuerzas del orden del Universo en igualdad de condiciones? o sí está pasando y la que se está librando en realidad no nos enteramos?...
Acaso el dolor y el sufrimiento no lleva a la enajenación? cuantos con ese dolor despiertan? pues lo dudo. Sé que en esta parte me pierdo, necesito hilar aún más fino porque estoy en el punto en el que necesito comprender porqué estamos en el punto que estamos, no sólo como humanidad, sino como almas que pertenecemos a un mundo mucho más vasto que un planeta.
El mismo Planeta, los Sistemas Solares, las Galaxias, evidentemente son sistemas inteligentes. Son sistemas vivos, que tienen su contrapartida astral bajo la apariencia de lo que vemos. Eso es indiscutible para mi. Algo está pasando en este momento, independientemente de nuestras cuitas planetarias que no son pocas ni menos importantes, pero algo está pasando en el Universo al que pertenecemos y siendo infinito parece que aún lo es más. Parece que Universos los hay incontables, entonces? qué está pasando?
Todo está en plena revolución o evolución en nuestro sistema solar, en nuestra galaxia, Hemos cambiado, vamos cambiando de posición porque nada se detiene, nada.
OS recomiendo, para los que no lo sepáis o lo hayáis visto, algunos vídeos de Nassim Haramein donde explica el moviminto del Sistema Solar y comprenderemos que existe una fuerza omniciente y omniconsciente que es contenedor y contenido y por lo tanto sabe lo que hace o esto sería un choque constante de planetas y soles o la nada, sencillamente la nada porque estos no existirían si no existiera esa suprema omniciencia.
A lo que voy por un lado es que una parte de mi quiere y necesita comprender y otra confía plenamente, pero lo uno no quita lo otro.
Quiero saber y quiero que ya haya un cantacto claro y directo con nuestros hermanos y que estos nos ayuden a limpiar lo que otros han ensuciado. Evidentemente todo cuanto nos sucede, las experiencias que vivimos son es el martillo en el yunque y nosotros al mismo tiempo siendo quien da el golpe y quien lo recibe y eso fragua el alma.
Bien, pero aquí se entremezclan muchas más historias y tramas y quiero saber la verdad, sencillamente la verdad de todo. Que sea mi interpretación o no, será según de qué. Que el Sol se mueve y las demás estrellas, no es una interpretación subjetiva. Pues eso. Quiero que objetivamente me llegue, porque la busco, dentro de mi y fuera de mi.Quiero saber cual es la verdad de todo lo que acontece y porqué y a donde nos lleva para poder enfrentarlo de la mejor manera...
Eso en cuanto a que ya, muchos, empezamos a tener un tipo de conciencia que contempla lo cósmico...
Sé que no estamos solos, que somos ayudados y que nada tenemos que temer como almas, pero como seres de tercera dimensión, demasiados lo están pasando demasiado mal y esto hay que corregirlo de algún modo. No podemos quedar impasibles porque esta no es la lucha de David y Goliat, es la lucha de un David frente a 50 Goliat's y esto no puede ni debe ser así.
En fin, seguiré reflexionando y viviendo entre dos mundos, aquel dormido y el que está despertando a galope tendido...aún así va lento!
Un abrazo a todos y en especial a las mujeres amigas y compañeras de camino así como a todos los hombres que nos acompañan...
Enri
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