Eclipse parcial de Sol a Oº de Escorpio
A pocos días del eclipse parcial de Sol a 0º de Escorpio, con Mercurio retrógrado en Libra y como en mi caso tengo ese signo interceptado en la casa III, tengo activada la mente para lo abstracto más que para lo concreto en donde estos días me pierdo confundiendo los lunes con los martes y las semanas con los meses...
Sin embargo mi mente está muy clara. Ando leyendo por segunda vez la trilogía de Taliesin el Bardo. Una historia que nos remonta a un tiempo muy parecido al que estamos viviendo en la actualidad.
Lo que cuenta el libro, en dos tiempos distintos, son los últimos 7 años antes de que desapareciera la Atlántida y entrelazándose los capítulos, un tiempo en que los romanos empiezan a irse de las tierras de Avalon y está a punto de aparecer en escena, Arturo.
Hoy, podríamos contar mil historias cruzadas. La del "Imperio Romano" actual que claramente está en su agonía, la del aparente desplazamiento de ese imperio hacia otras latitudes, la de un primer mundo que agoniza bajo el peso de su propia corrupción, la de un mundo en guerra donde la gente vive y muere sin saber muy bien porqué, porque ante la muerte no hay consignas que valgan. Un muerto no tiene bandera, ni patria, al menos ya no la tiene aquí, da lo mismo de donde fuera o donde muriera, un muerto es un apátrida ante el mundo viviente...viviente?
Llevo muchos días conversando en profundidad con amigos queridos con quien comparto tanto y con quien puedo explayar hasta lo más profundo mis pensamientos sobre el momento actual que se presenta disfrazado con mil caras, de mil formas.
En el libro de Taliesin, sin entrar a juzgar si el contenido es ficción o canalización, evoca en mi reminicescias de puntos que convergen una vez más para darle una vuelta la historia, a la vida en este planeta tal como se la conoce actualmente.
Nunca antes hubo tanta información sobre lo que parece ser la historia oculta. Nunca antes tanto descaro en el prevaricar, robar, asesinar, disponer de la vida ajena, manipular, en fin, todos los valores del infierno parecen haberse escampado a sus anchas. Seguro que porque encuentran quien los encarne y los alimente, quien lo duda.
Tenemos información sobre la desaparición de la Atlántida y de cómo los supervivientes se repartieron por la corteza terrestre repitiendo una sola cosa reconocible como elemento unificador, al menos en lo inmediato medible y visible. Aquello que conecta todas esas culturas que parecen ser herederas de aquella que desapareció son las Pirámides.
Seguramente que los estudiosos profundos sabrán de mucho más, pero de momento, y para lo que quiero exponer, esa muestra, es un gran botón.
Una cosa que mi sentido común ha ido hilando con el transcurrir de los años es que todo es cíclico, todo empieza en algún momento, tiene su punto álgido, empieza a perder fuelle y al final desaparece dejando paso a otra cosa. Eso pasa en todo, todo está vivo, todo es un proceso, todo forma parte de la rueda del devenir y no hay quien pare la evolución, aunque en esta dimensión, imagino que en otras será distinto, parece que tenemos que llegar a los extremos más opuestos... O degradación hasta la más horrible inmersión en lo abjecto o la luz que trae la incorruptibilidad al alma de aquellos que ya han recorrido el suficiente camino para despertar.
Entre medias, un abanico tan, pero tan grande como para ventilar, con el estado evolutivo de cada alma, al Universo entero.
Continuará....
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