Venus retrógrado

Venus retrogrado... Supongo que a todos nos está tocando revisar sentimientos, relaciones, nuestro sentido de lo hermoso, de lo que valoramos, lo que nos da seguridad y por supuesto de como nos afecta y mucho, en estos tiempos concretos, el tema pecuniario por ser Venus regente de Tauro así que os invito a mirar en que casa tenéis a Aries y los últimos grados de Piscis que son los que van a verse tocados, fuego y agua...

Estos días estoy hablando con muchos amigos y colegas sobre el tema de las relaciones, algunas personas que vienen a la consulta están en un periodo tormentoso tremendamente creativo, a pesar del dolor y el desgarro de algunas relaciones, están siendo capaces de ver su parte de implicación, de donde viene esa necesidad de experimentar relaciones que les provocan tanta ansiedad y angustia.

Mientras pensaba en todo ello he sentido que podría escribir un post sobre el tema. Nunca se habla suficiente sobre el Amor y las relaciones, tampoco es mala idea que volváis a leer algunos de los post que ya escribí en su momento y que ayudaran a tener una mayor perspectiva sobre el tema. También la parte de las regresiones que fui relatando y que son un profundo trabajo de introspección más allá de las experiencias de esta vida y que a mi personalmente me ayudaron no poco a situar mis experiencias en otro contexto...En este caso este post está escrito desde la perspectiva que dan los malos tratos infantiles y las repercusiones en las relaciones adultas...


Y sin embargo....

A veces creemos que nos hemos equivocado con nuestra o nuestras relaciones pero no es así, no nos equivocamos ni una sola vez...cada relación nos acerca más a nuestra herida a remover sentimientos estancados que no por querer encarcelarlos entre barrotes de olvido desaparecen para siempre más.....

Al contrario, la vida pide sanar, siempre, pero no hay salud que valga si no se reconoce la enfermedad, simplemente porque no se busca la buena medicina...ni la mala tampoco...sencillamente el alma enferma busca respirar, sobrevivir...Y entonces, cada barco que pasa lo tomamos pensando que este nos llevará a puerto, seguros y serenos...puertos que se ven a lo lejos...pero que se pierden en la tempestad durante la travesía y volvemos al agua...una y otra vez...

La vida es sabia, tanto...que no nos deja resquicio por donde escapar....Por eso, cada relación nos ha puesto o pone en contacto con nuestro dolor, demonios, inseguridades y miedos y con cada una hemos sentido cómo nos rompíamos una y otra vez y cada una que llegaba parecía la que nos salvaría y apagaría para siempre la angustia y la ansiedad.... y con cada entrega de nuestro corazón....tempestad y naufragio...

Eso no impide que esas personas sean tan estupendas como tú, como yo, no tiene que ver (en otros casos no los son) hablamos de invalidez emocional y dos inválidos ciegos no duran mucho porque se acaban cayendo una y otra vez. Ninguno reconoce que es ciego, no lo saben. Ese es el problema y por lo tanto...siguen haciéndose tropezar hasta que uno se da cuenta que algo no va de ninguna manera y por lo tanto ya no pueden depender el uno del otro ni apoyarse en ciertos sentidos como son los emocionales en las relaciones intimas...porque no conduce más que a caerse y hacerse daño una y otra vez....y una relación de pareja no es eso....al menos no es lo que deseamos que sea. Otra cosa es lo que necesitamos que sea y esa necesidad no parte de un lugar consciente sino de aquel que nos hace atraer a la persona adecuada en cada momento. Dicen que las personas que atraemos reflejan el momento evolutivo (al menos a nivel emocional) por el que estamos en "ese" momento...ese es el quid de la cuestión...

Hace falta un trabajo interno que a veces no queremos hacer, es más fácil envolvernos en la vorágine de la cotidianidad que sólo llena tiempo y sin embargo...no llena el vacío ni la ansiedad que se manifiesta en cuanto estamos dos segundos seguidos con nosotros mismos.

Entonces, todo pensamiento racional desaparece y deja de tener fuerza y los demonios de las dudas y miedos aparecen haciéndonos actuar de forma compulsiva, sin saber muy bien que sentimos ni que estamos haciendo con nuestra vida...y claro...ahí nos damos cuenta de que algo no va bien y creemos que él o ella son el problema.

La relación de pareja nunca es la solución para evitar y sustituir lo que debemos hacer como individuos. No es fácil, pero iniciar el camino de vuelta a casa es el principio de un viaje de no retorno. Volver a desandar el camino que un día recorrimos a ciegas, encontrándonos con trozos de nosotros mismos a través de las experiencias de todo tipo que nos reflejan, volver llevando a nuestro más profundo yo, el fruto de nuestro despertar a cada paso y comprender porque tuvimos que alejarnos.

La razón de existir, de estar encarnados, es la toma de conciencia de quienes somos, de donde venimos y hacia donde vamos. Da igual si somos un afamado científico o la portera de la esquina. El decorado y el modo de vivir pueden diferir, pero todos hemos venido de un sitio común...

Nos toma muchas existencias saberlo...no se puede responder, no podemos respondernos, de un modo intelectual, porque la respuesta no lo es...ni tampoco espiritualmente porque no tenemos aún una conciencia global y total de esa dimensión...sólo sabemos trozos fragmentados con los que creemos saber algo...pero la verdad es que todos estamos de viaje...aún...

En esa casa que es "nuestra misma mismedad", nuestro verdadero yo, al que a veces desconocemos tanto, esa casa interna donde reside nuestro niño interior, aquel que quisimos dejar atrás porque nos hacia tanto daño y pensamos que al alejarnos de él nunca nos alcanzaría...y sin embargo...jamás se movió de ahí, de dentro de nuestro corazón. Un niño ávido de amor incondicional que nos llenara y nos diera la seguridad que nos quitaron a veces casi a hachazos de desamor y abandono...

Él y sus sentimientos profundamente dañados es el monstruo al que tanto tememos, porque brota para recordarnos que nos sentimos solos allí dentro en nuestro encierro y que queremos salir para que alguien se dé cuenta que aún estamos ávidos de esa nutrición que buscamos una y otra vez a través del amor de nuestra pareja.

..Y ¿cómo puede ser eso...si su niño está pidiendo lo mismo?...al final nos encontramos con dos almas ávidas de ser lo más importante y amado el uno para el otro sin darnos cuenta que le estamos pidiendo que sane la herida y nos dé seguridad...pero cada uno está buscando lo suyo para sí...y eso no es amor aunque lo parezca...eso es dependencia de necesidad de amor y ¿cómo vamos a ser lo más importante para nuestra pareja cuando todavía estamos esperando que nos haga de padre y madre, amigo y amante y un largo etc..si ella está pidiendonos lo mismo?

El problema no es querer ser eso o que lo sean para cada uno, el problema es que todos queremos que lo sean para nosotros, pero tenemos reales dificultades todos en serlo para los demás....porqué? porque el niño interno berrea y pide a gritos.."YO!YO!YO!...quiereme a mi incondicionalmente" y el ser externo que somos dice " TE AMO! TE AMO! TE AMO!.. y sin ti moriré...te amo incondicionalmente" cuando lo que en lo más profundo aún estamos diciéndole.." Te Amo porque que en ti he depositado todas mis esperanzas de redención de mi dolor..." ¡Y a ver quien puede soportar semejante desafío y carga!..

No, demasiado para una sola persona...una persona que está en las mismas condiciones, pidiendo lo mismo....hasta comprender qué le pasa y empieza a cambiar sus patrones de conducta...aunque cueste...y mucho... y si la otra parte no hace lo mismo, el desfase les separa y la otra persona volverá a encontrarse con más de lo mismo y la que por fin empieza a ver la luz al fondo del túnel, se va a ir encontrando en su caminar a otros seres con los que resuena y vibra en la misma longitud de honda y entonces las cosas empiezan a cambiar...El problema aún está, pero pueden caminar juntas derechas y firmes...Tal vez en algunos tramos tropiecen...pero volverán a levantarse y cuanto más camino recorran más tendrán que ofrecerse la una a la otra y es cuando el verdadero camino del amor empieza....justo cuando dejamos de demandarlo en otros y empezamos a dárnoslo a nosotros mismos reconociendo lo mucho que lo necesitamos y que la fuente de ese amor, está en nosotros, no en el exterior...

Sé que es algo que en teoría, de modo intelectual, todo el mundo sabe o acepta como concepto y está de acuerdo, pero como os decía, el intelecto se queda corto cuando las emociones y los complejos laberintos del alma se imponen y brotan para ser oídos, entonces es cuando se ve si hemos integrado conocimiento de la mente o ese conocimiento se ha hecho conciencia... Aunque por algún lado se empieza...

Un abrazo
Enri