sábado, 4 de octubre de 2008

2ª Etapa del curso de Terapia Regresiva IX

Donde se guarda la memoria....

Antes de seguir con el relato de la Atlántida (al final pondré la web de donde lo saqué para que veáis, como os dije al principio de la serie, que somos muchos con un mismo lenguaje, con un mismo recuerdo y esto nos debe dar una idea de que muchos hemos compartido parecidas sino las mismas experiencias) No es casualidad que casi todo el que me escribe y el grueso lo hace a mi privado, que todo lo que escribo os suene tan familiar, tan posible...

Pero como decía, antes de continuar, quiero agradeceros a todos lo que escribís y os ponéis en contacto, por vuestro ánimo. Es el ánimo de todos. Todos lo compartimos. Cada uno de nosotros sabe una parte y por mi lado trato de ir juntando todos los trozos que encuentro que forman parte de mi memoria...de una memoria que apenas si recuerda con imágenes pero si con intuición, con profunda convicción...y cuando encuentro un trozo que otro recuerda, os lo transmito.

Parte de mi trabajo, aparte de mi propio crecimiento, consiste en trasmitir a otros aquello que para mi es cierto, eso viene reflejado por la posición de la Luna en X, regente de XII en cuadratura a Plutón, regente de IV y de mi Nodo en Escorpio...Toda "verdad antigua"...debe llevar a la transformación del hoy.... De ahí que incluso parte de esa memoria personal, a través de las regresiones, esté siendo llevada a la luz para que otros se sirvan de esa experiencia y se sientan orientados...se trata de transmitir la verdad interna y personal....a la familia....a la familia del alma....

El que tenga ojos y oídos...en el corazón y el alma...que vean, oigan y sientan y encuentren su propio trozo de verdad y se escuchen....



La Tierra es un planeta de alto riesgo de impactos meteóricos, y es muy probable que se vuelva a enfrentar a esta situación. Si los gobiernos se pusieran a la tarea de proteger el espacio exterior del planeta podríamos conseguir evitar estos impactos. La actual tecnología nos lo permite, pero nuestra estupidez no. ¿Cómo vamos a preservar nuestro planeta si todos nuestros esfuerzos se concentran en preservarnos de nuestro vecino?

En el transcurso de estos años, que pasaron desde al aviso, Anthíx y Akonti habían engendrado cuatro hijos. Ramatep había levantado sus temas natales y habían sido sometidos al Consejo de Visiones. El primero era un espíritu primigenio de los ciento cuarenta y cuatro mil. Su estado evolutivo era elevado. Estudiaba Agricultura. El segundo era un espíritu joven planetario. Era un superdotado para la música, pero tenía problemas con las matemáticas y los cálculos. La tercera era una mujer también de espíritu joven pero bellísima, con unas condiciones óptimas desde el punto de vista genético para albergar espíritus elevados. El cuarto tenía escasamente tres años al tiempo de la catástrofe. Era un espíritu primigenio que dejaba la actividad astral de tutela en el planeta y tomaba cuerpo por primera vez en la materia. Toda la familia murió en la tragedia, pero el último de sus hijos fue el que más traumatizo su espíritu, puesto que no pudo iniciar el ciclo de reencarnaciones de la mano de sus padres. Volvió a la vida muchas veces pero no con el Género Humano, sino con los seres astrales que viven en el fondo de la Isla.

Thotek siguió con su tarea esperando su destino sin miedo ni resignación. Era un ser que había alcanzado la atemporalidad. Pero su destino no lo controlaba él, sino los Dioses. Cierta noche soñó con su amigo Ramatep, con imágenes muy vivas. Aquel sueño le traumatizó de verdad. Se trataba de un águila que vivía en una gran montaña. Desde la altura protegía a sus crías en el nido. Miraba majestuosa hacia abajo, pues sólo ella era capaz de morar por las alturas. Al poco rato el cielo comenzó a nublarse. Una tremenda tormenta se desató. El águila se hizo muy grande y comenzó a volar hacia el límite de la tormenta. Desplegó sus alas, pero casi no podía volar puesto que en el extremo de una de las alas estaba sentado el propio Thotek y en la otra ala estaba Ramatep. El águila comenzó a volar dando vaivenes y rozando las aguas del mar, puesto que el cansancio de llevar tanto peso le hacia perder altura. El lado de Thotek se adentró en el agua y nuestro sabio se hundió en las aguas. El águila pudo volar entonces con Ramatep en su lomo, hasta encontrar la luz del Sol pero no en la montaña donde había estado antes, sino en una tierra amarilla. Tal fue el sueño que traumatizó el espíritu de Thotek, que no dudó en consultárselo a su amigo Ramatep. El sacerdote que conocía e interpretaba los sueños de miles de personas le dijo:

El águila en la montaña representa el conocimiento superior. Volar sobre el pájaro significa llevar el conocimiento a otra tierra, quizás a una tierra seca o tropical, pues es amarilla. El ala derecha representa el conocimiento espiritual y el lado izquierdo el material. Sin duda, mi querido amigo este sueño te está indicando que debemos comenzar a preservar la sabiduría de nuestros antepasados y preservarla en el fondo de las aguas y en las fronteras de nuestro imperio.

Aquel sueño fue decisivo puesto que ambos amigos, ayudados por Anthíx, Akonti y sus iniciados comenzaron a codificar en forma criptográfica la sabiduría de las ciencias de los antepasados, la historia antigua, las técnicas mágicas y los ritos de toda la civilización Atlántida.

Los setenta y dos iniciados fueron llevando desde la Atlántida a las colonias comerciales que tenían en la tierra este conocimiento. Fue mediante las líneas de comercio marítimo cómo los griegos, los chinos los egipcios y algunas tribus americanas comenzaron a implantar en sus culturas respectivas las viejas enseñanzas.

Fue el acto más elevado y más honroso que estos seres valientes hicieran a la Humanidad. Nunca valoraremos su sacrificio en su justa medida. Pero los sistemas de desplazamiento eran lentos para su época. El conocimiento que era trasladado a pueblos muy primitivos no podía dar fruto, puesto que requería de más madurez. Por eso fue entregado a castas iniciáticas de sacerdotes. Fue guardado en grutas hasta que dichos pueblos alcanzaran un grado evolutivo suficiente. Encerrado en conventos y lamaserías como las del Tibet y llevado incluso por el mar a Mesopotamia. Estos últimos al ver a los iniciados salir del agua los deificaron como hombres con cola de pez. Los Griegos a su vez los denominaron dioses que venían de una tierra donde se daban varias cosechas al año, llamada Olimpo. Por eso en la tradición antigua las islas Canarias fueron consideradas como residencia de los Dioses, al otro lado de las Columnas de Hércules. Platón habló de esta tierra y los egipcios describieron a este pueblo como buenos navegantes y grandes guerreros.

Pero los iniciados eran pocos, el tiempo muy breve antes del impacto y aquella Fraternidad Solar tuvo que programar nuevas ideas.

Todas las semanas se reunían en meditaciones dirigidas por Ramatep. Se practicaban ejercicios muy curiosos. Por ejemplo: Se leía un texto científico o religioso y luego se proyectaba dicho texto con la imaginación en el tiempo. Es decir, se intentaba ubicar dicha sabiduría cientos o miles de años después. Las imágenes que se veían a continuación eran los propios seres pero con otros cuerpos, con otras caras, en otras tierras con otros oficios, que reproducían inconscientemente el mismo texto en sueños, mediante recuerdos dormidos. Pensaban que se lo estaban imaginando, cuando en realidad simplemente lo estaban recordando.

En otras meditaciones se produjeron hechos y fenómenos impensables para nosotros, pero alucinantes en su lógica. Fue Akonti el que dirigía estos ejercicios. Puesto que se requería de un experto astrólogo. Se utilizó el quintil y el biquintil como códigos de memoria. Luego se invocaba a los Señores del Karma para que los recuerdos, la cultura y los sentimientos fueran programados en las reencarnaciones sucesivas mediante las cartas natales. Así pues se establecieron códigos de memoria que surgirían en los próximos miles de años a través de las reencarnaciones de los iniciados, perfectamente coordinadas por los Señores del Karma. Fruto de aquellas visualizaciones pudieron verse todos ellos reencarnando en varias vidas y coincidiendo en varios países, en varias revoluciones, en los cambios evolutivos de cada rincón del planeta. Es decir, se programó una biblioteca espiritual codificada en los seres que habían formado la Fraternidad de los Hijos del Sol. Por eso algunos recordarán cuanto estoy contando. Por eso hoy, cuando progresen sus cartas natales, verán que de la acción de los quintiles y biquintiles nacen nuevas ideas, que no son sino recuerdos. Aquellos ejercicios fueron codificados bajo el número cinco, cuya representación gráfica no era sino el pentáculo con la cabeza hacia arriba. Lucifer lo sabía y los sabe y empleó este mismo símbolo con la cabeza hacia abajo y con un programa de destrucción de la memoria antigua.

Los maestros espirituales, los seres extraterrestres que formaron parte de aquel programa aún hoy siguen vertiendo el conocimiento programado bajo esta clave, a la que pocos pueden acceder hoy en día. Solo rastreando el “cinco” podéis encontrar la sabiduría absoluta. Cada ser humano es una biblioteca perfecta. De esta manera Lucifer no puede destruir lo que está grabado en el espíritu. Podrá derribar torres o producir mortandad, aniquilar las vidas físicas, pero le está vedado destruir el espíritu. ¿Qué mejor sistema que guardar el conocimiento en el alma humana?

Termino esta parte tal como la he empezado y puedo asegurar que en ningún momento ha sido fruto de la conciencia...me acabo de dar cuenta ahora que el prólogo me lo dictó esa parte sabía de mi que aún estoy reconociendo....Sí que es cierto que hay que escucharse...acabo de comprobarlo por enésima vez...

Un abrazo inmenso


Enri

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