viernes, 25 de diciembre de 2015

Luna Llena en Cáncer


Luna Llena en Cáncer opuesta al Sol en Capricornio en los primeros grados.


Para encontrar una Luna Llena como esta en un 25 de diciembre hay que remontarse al año 1977... No habrá otra hasta el 2038.

No recuerdo aquella. Aunque sí recuerdo perfectamente que fue un año especialmente importante para mí. Tomé dos decisiones fundamentales que definieron mi vida. Me reencontré conmigo mísma. Solté lo que debía soltar. Una fue un milagro y la otra casi me cuesta la vida pero lo conseguí. Han podido faltarme muchas cosas en esta vida pero entre ellas no estaba la falta de voluntad ni la seguridad plena de que pasara lo que pasara, mi destino, mi direción y mi camino eran los que eran y son y nada me haría ni me hará desviarme de él.

Cuando me preguntan que para que sirve la carta natal, que si nos advierte de un camino determinado, que si prefija el futuro, digo que no, que lo que hay son posibilidades que se abren como un abanico según las decisiones que vamos tomando y estas vienen marcadas por varios factores. Si el futuro estuvera tan predeterminado y fuera sólo posible una linea sin posibilidades de avanzar con el libre albedrío, la vida carecería de sentido para mi.  Eso es un absurdo tan grande como negar la reencarnación.

Cada cual ha de llegar a sus propias conclusiónes internas, yo, desde luego, tengo las mías, y digo bien conclusiones y no creencias porque no creo, sé. ¿Qué sé? Sé que he sido y seré y lo sé del mismo modo que uno no duda de que el Sol se levanta cada día pase lo que pase, porque lo he vivido y visto.

Aquellas decisiones cambiaron sin duda el rumbo de mi vida y destino. El detonante para soltar las amarras que me arrastraban hacia la nada saltó como una chispa en mi. Mi vida languidecía sin control ninguno por mi parte. Sencillamente respondía lo mejor que podía ante las circunstancias que la vida me planteaba. Y un día lo supe, lo sentí. Me estaba muriendo y no tuve que preguntarme muchas veces si era eso realmente lo que quería.

Así que todo fue muy rápido en cuanto a dejar atrás historias y dependencias que me tenían prisionera sin poder avanzar. Rápido en cuanto comprendí, lento y agónico porque mi absoluta ceguera de mi misma me mantuvieron demasiado tiempo en el infierno. Era muy joven, casi una chiquilla.

Aquello está en el recuerdo como un faro que me indica que cuando pierdes la brújula todo lleva al dolor hasta que comprendes lo que te sucede y comprendes que otros han sido actores de tu historia pero ellos han tenido la suya al mismo tiempo. Eso me ha pasado y supongo que me pasara aun durante toda la vida.

En mi caso, con un Nodo norte en Escorpio en casa IV y con uno de sus regentes, Plutón, en la primera junto al Sol y el otro, Marte, en la casa II, con esta premisa, vida, personalidad y destino, identidad y camino forman un todo compacto. Y con los aspectos que forman ciclicamente muero y renazco con las experiencias iniciando nueva vida en casi todos los sentidos. La Luna en Géminis ayuda no poco a esos cambios y transformaciones. Al menos al estar en un signo mutable alivia la fijeza y profundidad de los otros signos implicados. En este caso, Leo y Escorpio.

Estas son reflexiones en voz alta para poder comprender cómo va a actuar esta vez esta Luna Llena en mi vida otra vez. Y sugiero que para los que tengan memoria o edad suficiente para recordar qué estaba pasando en sus vidas en ese momento reflexionen si algo de la dinámica de entonces se está poniendo de nuevo en marcha. Para los más jóvenes aquí van unas cuantas claves más.

La Luna está ligada al alma y al cuerpo. Para mi es el puente mágico entre una manifestación y otra, la astral y la física porque la Luna representa la magia, los ciclos mistericos de la naturaleza en su profunda necesidad de manifestarse en el sentido de conectarse como un todo o de conectarnos o hacernos sentir conectados como un todo con ella.

Una Luna Llena muy cerca del solsticio nos encamina a grandes cambios a través de la claridad. Claridad porque la oscuridad de la noche no es tal. Al estar en Cáncer, con el Sol oponiendole desde Capricornio, habrá que decidir por el equilibrio entre las opciones que representan o hacer la mejor sintesis posible de las dos. Ello será posible si somos capaces de ver más allá de lo que la sociedad, con sus demandas de responsabilidad por encima de los deseos y anhelos y atender los mismos intentando ser cada día un poco más nosotros mismos. La autorealización es un bien escaso pero el más autentico y realmente importante para el ser humano de lo que podría parecer.

Sólo cuando nos individualizamos de la grey, cuando entramos en contacto con nosotros mismos empezamos a manejar nuestra vida, del resto, el sistema nos maneja y nos hace desgraciados porque nos escinde, nos disgrega de nosotros mismos.

LLevo tanto tiempo hablando de la necesidad de despertar, de reconectarse con uno mismo. De que estamos en un tiempo realmente impresionante y así lo veríamos si fueramos capaces de ver más allá de la apariencia.

Cada momento que pasa el Universo nos habla y trata de ayudarnos en ese despertar. Sólo vivimos en la sombra de lo que somos.

Llega ahora otro apoyo para ello. La energía de Neptuno en su propio signo es muy potente, tanto para despertarnos del letargo como para la contrario, dormirnos en el laberinto de la evasión. Cada uno debe hacer su elección y debe ser respetado por ello, nos guste o no y por más que duela.

Neptuno, el día 26, practicamente con la Luna LLena en todo su esplendor hará la primera cuadratura a Saturno. Saturno rige Capricornio, el signo donde se halla el Sol. Precisamente el solsticio marcó la entrada del Sol a este signo por lo tanto adquiere más importancia si cabe. Ambos planetas se encontrarán con ese aspecto dos veces más y mientras, iremos viviendo situaciones en las que deberemos preguntarnos si la estructura de nuestra vida es la correcta para nuestra autorealización, para esa independencia para pensar, para ser. Para ser quien? Eso es lo que habrá que averiguar...

Es tiempo de ser autenticos, de buscar en nosotros la chispa de lo que nos diferencia para unirnos y no de lo que nos unifica para separarnos.

 Cada uno entenderá esto desde su propia verdad y punto existencial. Pero, sea como sea, el impulso está para que la mutación se dé. Se activa la Cruz mutable que comprende los signos de Piscis/Virgo y Sagitario/Géminis.  Esta Luna nos Ilumina desde un signo cardinal que son los que promueven la acción hacia el cambio. Aprovechemos los sueños, seguro que cada vez serán más y más claros. Aprovechemos las intuiciones, esas epifanías que nos irán llegando como flashes de Luz para iluminar los rincones oscuros, reconocerlos, sanarlos y continuar adelante cada vez más ligeros.

Es tiempo de despertar, de reconectar con el verdadero ser que somos, de trabajar duro a nuestro favor y no en nuestra contra, de abrir unos ojos que no vemos y que están deseando que los descubramos. Estamos escindidos porque hay partes de nosotros que no tienen conciencia alguna de las otras. Tendremos oportunidad de que se abran esas puertas, de ver cómo cruzar esos puentes...Aprovechemos, si podemos o queremos.

Os deseo una felices fiestas de Solsticio en las que se celebra que el Sol ha salido victorioso y nos promete su luz y su calor en un pacto renovado con la vida, una vez más..

Y que el año 2016 sea prospero para el cuerpo y para el alma

Un fuerte abrazo

Enri