viernes, 9 de mayo de 2008

La Herramientas el Alma V

El Poder de la Amistad


Tengo la suerte de contar en mi vida con varios amigos y amigas que son mi familia del alma. Entre ellos están hermanos de sangre, esa sangre vinculante que a veces significa pactos del alma que nos sirven de apoyo y otras de autentica prueba. En mi caso, como tengo tantos, hay de todo.

Con estos amigos tengo un vínculo que supera la distancia y el tiempo. La mayoría no forman parte de mi cotidianidad, ya sea porque están lejos, ya sea porque todos tenemos ocupaciones, o porque muy a menudo, más de lo que algunos más cercanos quisieran, tengo "ataques de solitaritis" y necesito tanto espacio y tiempo sola como sea necesario para reencontrarme conmigo misma.

No es que esté perdida, es simplemente que me gusta viajar hacia dentro y cuando de vez en cuando tengo la suerte de encontrarme con una parte de mi misma que ya no está en la misma situación de la última vez que la visité, el encuentro es feliz y tenemos mucho de que hablar.

Soy afortunada porque mis amigos me invitan mil veces a participar en cualquier clase de actividad y rara vez me apunto. Durante mucho tiempo me preocupó, me dolía no corresponderles en su necesidad de estar más presente físicamente y de necesitar estar tanto tiempo sola. No es que no me guste su compañía o no me divierta, es simplemente que tengo esta forma de ser. Cada uno tiene su estilo, su personalidad. Sin embargo, con el tiempo, mis amigos han comprendido este rasgo de mi y me siguen invitando a compartir porque saben esto sin que lo hayamos hablado. Pero así son los amigos...te conocen... y lo más importante...te aceptan como eres.

Dentro de algunas de esas características personales hay un rasgo que acentúa la necesidad de soledad y es que pienso mucho, como dice un amigo, no puedo parar de comerme el coco. Para algunas personas esto puede ser un problema, para mí al contrario, pensar es uno de mis pasatiempos favoritos, más que eso, es una absoluta necesidad y para ello se necesita silencio. El silencio de poder estar conmigo misma, de pensar en todo lo que vivo.

Con el tiempo me he ido conociendo más y me he ido haciendo más consciente de mi misma. Sé por ejemplo que soy muy analítica y no sólo analizo con la cabeza sino que se puede analizar y mucho con el corazón o desde el corazón.

Cuando los análisis, desde la racionalidad de la mente y los del corazón, se cruzan, los resultados son sorprendentes. Eso ha hecho que me sienta como una Sherlock Holmes de casos y cosas del devenir humano. Me gusta investigar, llegar al fondo del por qué de la vida y de la muerte del dolor y la alegría, del sentido de la vida. Me gusta descubrir por mi misma respuestas que se me van revelando a medida que disecciono y busco con lupa el sentido de la existencia.

Estos días estoy teniendo larguísimas conversaciones con algunos amigos y amigas y son de esas conversaciones que te dejan el alma satisfecha. Durante las mismas, surgen tantas ideas, tantas preguntas y tantas respuestas que son esa clase de conversaciones en las que conectas de tal manera que sabes que da igual que no estés presente casi nunca físicamente, la comunicación es tan fuerte y profunda que resulta un alimento impagable. Una forma de avanzar y de sentir que no existe realmente la distancia más que si uno no está conectado con el alma. Es la unión más fuerte e importante que podemos sentir.

Soy muy afortunada porque amigos/as así tengo muchos y cada uno de ellos sabe que lo son míos y que yo lo soy suya. Si hoy escribo este post es porque estas últimas conversaciones me han permitido darme cuenta lo muy afortunada que soy. Comparto mi camino con seres a los que puedo llamar amigos y no hace falta que los nombre porque ellos saben quienes son...

Esta es una de las herramientas más poderosas que tiene el Alma. No es la herramienta que te enseña a través del dolor sino a través del cariño desinteresado de seres que vibran al unísono contigo y que te ayudan siempre a hacerte la vida más llevadera, más interesante, más rica y por lo tanto eso nos ayuda a todos a seguir avanzando con más fe y alegría.

En definitiva la vida te está diciendo que te quiere, que el Universo vibra de afecto y te lo transmite a través de esas almas incondicionales que te acompañan...seguro...seguro a través de toda la Eternidad.

Un abrazo a todos por estar ahí, por ser como sois, por quererme y por que os quiero...

Enri







viernes, 2 de mayo de 2008

Las Herramientas del Alma IV

Los Nudos Gordianos y el Pacto entre Almas II


Continuando con el tema de los nudos gordianos y el pacto entre almas quería seguir insistiendo para que aún quede más claro.

Esta mañana escribía en un foro sobre el tema y como cada vez que uno piensa en un tema se le ocurren más cosas quería comentarlas con vosotros. Sé que algunos ya me habréis leído en el foro pero como otros no, así lo comparto con todos.

Precisamente le contestaba a una compañera que escribía sobre un guión de su vida nada fácil y yo quería que viera el tema desde otra perspectiva y le comentaba lo siguiente:

El gran problema de todo esto es por la perspectiva que tenemos de ello, de lo que significa la vida terrenal, la encarnación de nuestra alma. Entiendo que es muy difícil admitir que nosotros hemos elegido tanto dolor, tanta negación de nuestra libertad ¿Pero qué sentido tendría la vida con una sola personalidad terrena? ¿con una sola vida?

Entramos a través de un ascendente que nos da características físicas y caracteriológicas muy determinadas, pero he dicho "entramos" por lo tanto hay "alguien" que "es" antes de convertirnos a ese hombre o mujer o carácter, con esa determinada personalidad y esa historia. Con esto quiero decir que Enri es Enri en esta vida desde el momento que nace hasta que se va, pero la que yo soy permanece siempre por encima de la personalidad e historia que vivo en esta vida. Yo no soy lo que veis, sólo es mi nave terrena que me contiene.

¿Alguien conoce a alguien que en una sola vida haya alcanzado el equilibrio y la sabiduría para comprender la existencia en toda su dimensión? lo dudo, simplemente porque en una existencia y sino mirad la de todos los que conocemos, posteamos o sabemos por terceros, vivimos historias más o menos conflictivas, difíciles, unos de entrega, otros de avasallamiento a sus semejantes.

Otra compañera del foro contaba la experiencia compleja de un hijo con una aspecto Luna/Plutón, estos contactos, para los que no los sepáis, suelen dar una vida muy conflictiva a nivel emocional y suele estar asociado a experiencias tempranas con la madre muy dolorosas o de rechazo. Sin embargo esta compañera, es amorosa y sumamente contenedora para su hijo y por lo tanto no respondía a lo que en la carta astral decía la Luna de su hijo en el sentido de hablar de la relación con la madre o del comportamiento con la madre.

Está claro, no es ella la que provoca esa forma de ser de su hijo, es innata, y lo es por lo tanto no porque su familia le haya marcado sino porque él ya venía así de demandande por dos motivos, uno para encontrarse a sí mismo a través de lo que provoca su actitud y otra para los que les toca de cerca también aprendan sobre lo que corresponda. Cada situación difícil nos enfrenta por activa o por pasiva a partes de nosotros mismos que nos hacen cuestionarnos y querer resolver y crecer y superar y madurar y evolucionar.

Por lo tanto esto nos dice que hay un antes de que nos marque la experiencia materna, aunque la mayoría de los que tenemos ese contacto Luna/Plutón, lo hayamos vivido también como esa dificultad en relación a nuestra madre en la infancia...y toda o parte de nuestra vida adulta.

A medida que vamos avanzando en las vidas, que nuestra alma se va saturando de la experiencia, más avanzamos, más pronto llegamos a resolver los conflictos porque los entendemos de forma global, es decir: dentro de un contexto de existencia mucho mayor y no lineal dentro de un concepto de existencia con principio y fin. No hay fin, son etapas.

Sí hay fin de una personalidad, es decir, hombre o mujer, rico o pobre, inteligente o menos, todo eso forma parte de la característica que elegimos en cada venida al mundo, pero nosotros, los verdaderos yoes, es otra cosa que no está sujeta a los parámetros de las encarnaciones de turno.

A mí particularmente, que vengo estando segura de que viví antes desde los 4 años, sin recordar nada de quien fui, sí recordaba la cantidad de conocimiento que ya traía de "antes" y eso me ayudó no poco en mi vida. Hubo un momento en que durante una cierta etapa de crecimiento, precisamente la adolescencia, se me olvidó todo, digamos más bien que no me creía a mí misma, precisamente por el mucho sufrimiento que tenía en esos momentos, sin embargo, una vez pasadas ciertas etapas de profunda introspección e inmadurez resurgí con más fuerza y el camino de buscar y entender y sobre todo de transmitir a otros lo que para mi es natural, ya no me abandonó jamás y hasta hoy.

No hay nada ni nadie que me evite las pruebas y el sufrimiento, pero ya trato de comprender qué me está diciendo de mí lo que vivo, qué tengo que comprender y aprender, y entonces, cuando tras el tiempo que necesite para elaborar eso lo entiendo, actúo y la prueba desaparece.

Ahora bien, tenemos una vida predeterminada precisamente para entender esas pruebas y no escapar de ellas, pero...existen muchas variantes de como vivir esa misma predestinación o determinación en nuestras vidas.

Por ejemplo; si parte de tu aprendizaje está en la entrega a los demás, sobre todo familiares tan cercanos, (es el caso de otra chica del foro que tuvo que encargarse tras la muerte de su madre con 9 años del cuidado de sus hermanos y familia, casándose a los 16 y con hijos a su vez) vivirlo como una cruz, a pesar de que te entregues porque así lo sientes, o vivirlo desde la idea de que en realidad tal vez fuiste una madre en otra vida o una persona que no atendió a los suyos, tal vez sólo a sí misma y te programaste para encargarte desde chiquilla de todos los tuyos, si entiendes que la vida te da la oportunidad de entregar todo tu amor y tu contención y nutrición que define esa Luna en Cáncer, tal vez empieces a sentir que estás haciendo lo que debes y tal vez, sólo digo que tal vez, en un momento determinado, se invertirá la tortilla y esa misma unión y entrega la recibirás de vuelta a no mucho tardar, sintiéndote libre, sintiendo que por dentro, que es lo único que cuenta al final para sentirte bien, eres libre porque tu estás haciendo lo que elegiste libremente.

A esto se le puede llamar karma, ley de causa y efecto o cualquier otro nombre, incluso a veces eso sobra, simplemente porque el alma necesita aprender algo que en modo alguno generó, sólo que ella quiere conocerse. Queremos conocernos del todo en todos los aspectos y nos programamos vidas con las historias que sean, sin necesidad de que respondan a algo que hicimos o dejamos de hacer.

En ese contexto deberíamos mirar los Nodos, por mi parte no estoy en absoluto de acuerdo que el nodo sur sea algo a superar o desechar, creo que muy al contrario, si queremos llegar al nodo norte es imprescindible ver todo lo bueno que nos enseño el nodo sur también, ¿cómo entonces darle valor a lo que hemos llegado a ser hoy? que para mí es la suma de todo lo que hemos crecido antes, si no damos valor a lo vivido anteriormente. Creo que hay que revisar el concepto de los nodos antes de que nos hagamos más daño ya que de alguna forma muchos nos influenciamos unos de otros y queremos meter los parámetros indicados con calzador cuando no se corresponden a la realidad.

Si fuéramos conscientes de todo esto de primeras, no existiría proceso de aprendizaje, lo sabríamos y no necesitaríamos vivirlo. Llegar a sentir esa libertad interior sabiendo que estamos viviendo lo que pedimos o nos programamos para alimentar y hacer crecer nuestra alma nos ayuda también a acercarnos a ser responsables de nuestra vida y esto quiere decir no culpar a nadie porque no nos aman, o por lo que sea, no culpar y no juzgar de cierto modo que nos daña a nosotros más que a nadie, entre otras cosas porque encontrarse con esa circunstancia suele ser porque necesitamos aprender a amarnos, a contenernos a asumirnos a nosotros mismos.

Mientras estamos viendo y juzgando cómo son o fueron los demás no nos damos cuenta de trabajar con nuestra propia luz y sólo nos mantenemos en las sombras de nosotros mismos.


Un fuerte abrazo
Enri