lunes, 31 de marzo de 2008

Terapia regresiva XV

Como decía, he recibido las transcripciones.

Aparte de la regresión en sí misma, es muy interesante la conducción que hace Cristina San Miguel. Tanto, que es tan protagonista como la propia historia ya que la guía para no perderme en recuerdos incongruentes o mejor dicho, para concentrar lo que necesito ver en unas pocas imágenes que precisamente ayuden a enfocar el problema a tratar es fundamental en esto de la regresión o mejor aún, en una terapia.

Por lo tanto voy a transcribir íntegros varios momentos. Aunque hay dos vidas que ya he explicado, es interesante porque una cosa es lo que yo comprendía de mi vida, y otra contestar a las preguntas puntuales y muy bien dirigidas de la terapeuta.

Por ejemplo: cómo me conduce a la sala con las puertas blancas...

C: Al bajar estas escaleras llegarás al hall de entrada de un edificio, tiene amplios ventanales, entra la luz del sol. A la derecha verás una puertecita que lleva al sótano. Allí están todos esos personajes que hemos revivido en vidas que te han condicionado, donde has sufrido, causado dolor a otros. Todos estos personajes están encerrados en el sótano de tu mente. Pero antes de bajar, vamos a subir para que veas todo lo bueno.

Vamos a subir las escaleras que hemos bajado, llegarás a una sala redonda donde hay unas puertas blancas. Detrás de estas puertas están las vidas donde has sido feliz, donde has podido ofrecer tu amor, vivir plenamente, desarrollar cualidades, dones, donde has sabido amar, perdonar. Ahora permítete abrir alguna de esas puertas. Alguna de ellas te llamará la atención y detrás habrá una vida donde supiste amar con total felicidad, no te disociaste de tu corazón y fuiste feliz. ¿Hay alguna puerta que te llame la atención?

Abre la puerta y pasa al otro lado, atraviesa la niebla, hacia la luz. Vuelves a estar allí, es otro cuerpo, otro escenario... Y recuerda que esta vez sólo te espera felicidad en estas vidas. Dime qué percibes ¿es de día, de noche, hace frío, calor? Deja que todo se active.

Como parte de la vida que se desarrolla en el pacífico ya la expliqué, sólo añado de nuevo la última parte para que se entienda lo que es la conducción y la guía de la terapeuta.


C: Vamos a ver más adelante cómo son tus relaciones, si creas una familia o no, 1,2, 3 ya estás ahí.
E: Hay un chico que me quiere mucho, pero yo soy muy tímida.


C: ¿Consigues abrir tu corazón a ese chico?
E: Si, pero sin muchas palabras. Mis ojos se lo dicen todo

C: Pero tú consigues abrirte de corazón sin reservas...
E: Sí

C: Pues vamos a ir más adelante, a ver esa apertura de corazón qué consecuencias trae a tu vida
E: Soy una mujer reconocida dentro del pueblo. Yo no hablo mucho pero expreso algún consejo y es bien recibido.

C: ¿Cómo te sientes tú por dentro?
E: Serena

C: ¿Te sientes disociada de tus sentimientos?
E: No; es como si viviera más para adentro y aunque participo socialmente, hay una parte de mí que está en reserva.

C: Y el abrir tu corazón y amar totalmente ¿Te impide ayudar a tu pueblo?
E: No

C: Vamos a ir unos instantes antes de tu muerte. 1, 2, 3, ya estás ahí.
E: Estoy en mi hogar. He envejecido; tengo el cabello blanco. Mi rostro está sereno.

C: ¿Hay alguien alrededor tuyo?
E: Están mi esposo, mi hijo y la gente del pueblo está fuera pero participan de este momento.

C: ¿Qué te llevas de esa vida?
E: La alegría de lo sencillo

C: ¿Qué has encontrado en esas cosas sencillas?
E: Una gratificación muy grande. Mi corazón está tranquilo

C: ¿Te ha traído alguna complicación el hecho de amar totalmente?
E: No, al contrario

C: ¿Cuál es el mayor regalo que te llevas de esa vida?
E: La entrega sencilla, la satisfacción

C: Siente esa satisfacción, la entrega de tu corazón y siente cómo te sientes por dentro cuando te vas
E: Llena y serena

C: ¿Qué concepto te llevas de ti misma?
E: No hace falta saber mucho. La sencillez del alma...

C: Pues ahora reconoce que todo esto sigue intacto dentro de ti, saber vivir la vida de manera sencilla, la entrega de corazón, todo esto sigue intacto dentro de ti. Ahora acabas de morir. 1, 2, 3, ya estás ahí.
Me gustaría que volvieras a esa sala. Todavía tienes muchas otras puertas por abrir. Quizás tu alma tuvo una vida para aprender a usar las capacidades psíquicas para el bien en lugar de para el mal.

Aquí es donde vivo la historia en Egipto, retomo sólo desde que vuelvo a Roma para crear la academia:

E: He vuelto a Roma, estoy en una escuela
C: ¿Qué enseñas en Roma?
E: Transmito el conocimiento. A pensar, enseño a pensar.

C: ¿Te sientes bien haciendo esto?
E: Sí

C: Y ¿Cómo reciben los demás tus enseñanzas?
E: Son jóvenes. Tienen mucha sed de conocimiento, de abrir su corazón. Siempre estamos juntos.

C: Pues vamos ahora a revisar alguna otra escena que te permita llevarte de esa vida esas enseñanzas, habilidades... 1, 2, 3 ya estás ahí.
E: El sacerdote me enseñó cosas y sé que me tengo que ir. Ellos vienen y me acompañan. No he tenido mujer ni hijos en esa vida pero mis amigos están ahí. Saben que no tiene que preocuparse.

C: ¿Cómo vives tú la muerte?
E: Es como si supiera cuándo voy a morir. Estoy muy tranquilo.

C: Y ¿Qué es lo que deseas? ¿Qué te permite saber cuándo vas a morir?
E: La conciencia de mi destino, la conciencia de mi alma

C: Pues ahora, en estos instantes, acabas de morir. 1, 2, 3, vamos a volver a esa sala blanca de piedra donde todavía tenemos que descubrir muchas cosas buenas, vidas donde has sabido amar, perdonar, desarrollar dones; permítete descubrir todo lo bueno que hay en ti.
E: Hay una puerta verde

C: Pasa al otro lado. Atraviesa la niebla, es otro tiempo, otro escenario...Siente que te rodea, si estás al aire libre o en un edificio, si hace frío, calor. Me vas contando lo que percibes.
E: Estoy cerca de un arroyo

C: ¿Cómo es tu cuerpo?
E: Es de hombre. Llevo una cota de malla. Soy soldado cruzado.

C: Muy bien, pues ahora sigue adelante. Vamos a ir a una escena bien significativa de esa vida.
E: Formo parte de una orden

C:en que os educáis?
E: El estudio. Todos somos iguales

C: Ahora vamos a seguir más adelante, a un momento significativo que te permita entender cómo es tu vida como cruzado.
E: Soy un soldado pero no voy al campo de batalla. Estudiamos. No somos guerreros.

C: Y ¿Qué es lo que aprendes?
E: Aprendemos filosofía, la esencia de otras culturas. Tenemos acceso a libros a los que la gente normal no puede acceder

C: Todos estos conocimientos ¿Qué te aportan?
E: Que hay cosas buenas y malas en cada cultura pero los valores esenciales son los mismos en todas

C: Y ¿Cuáles son esos valores?
E: La honradez y la sencillez y saber que no estamos solos. Ser solidarios. Mi hermandad se dedica también a enseñar a niños. Les ayudamos en todo lo que podemos.

C: ¿Estás tú también enseñando a niños? ¿Cómo te sientes tú con ellos?
E: Me gusta mucho; hay una interacción natural, yo también aprendo mucho de ellos. Los formo para que sean personas de bien

C: Vamos a ver si hay algún otro hecho significativo antes de abandonar esa vida. 1,2, 3 ya estás ahí. ¿Hay algo que estés percibiendo es ese momento?
E: Vamos a despedirnos, como si nos fuéramos de viaje.

C: ¿Estás tú en uno de esos momentos? ¿Sabes que vas a irte?
E: Sí

C: ¿Cómo te sientes por dentro?
E: Muy tranquilo

C: ¿Qué te llevas de esa vida?
E: La satisfacción del deber cumplido. He dado todo lo que tenía. No me he guardado nada

C: Así que ¿Cómo mueres? ¿Cómo te sientes contigo mismo?
E: Muy tranquilo

C: Graba esto en tu corazón; esa sencillez, esa capacidad de vivir por esos valores, de darlo todo, compartir todo lo que tienes... está dentro de ti. Son valores que ya has conquistado y ya has vivido.
Y ahora vamos a volver a la sala redonda porque todavía hay puertas blancas por abrir

Entre mañana y pasado espero terminar esta larga serie de post dedicados a la experiencia vivida con la Terapia Regresiva.

Sólo falta una vida, pero la integración que conduce Cristina San Miguel para redondear y darle valor y salida a la experiencia o mejor dicho a la terapia, es realmente hermosíma. La lectura final de un escrito que no tiene desperdicio también lo incluiré. Será un precioso broche para comprender que no estamos solos, nunca lo estamos ni lo estaremos..

Un fuerte abrazo

Enri

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sábado, 29 de marzo de 2008

Terapia regresiva XIV

Bueno, parece que la reunión del sótano tendrá que dividirse en varias porque no se puede estar mucho tiempo ahí y menos discutiendo con partes de ti que casi no se conocen entre si, así que lo primero es "confraternizar" y luego, cuando nos conozcamos mejor, tratar de resolver temas que están "candentes"...claro, es el infierno!

En fin, analogías aparte, sigo con la descripción de mi carta con respecto al tema que nos ocupa.

Para los que no sepáis lo que es una cuadratura en T, diré que es un aspecto entre 3 planetas (a no ser que haya conjunciones, como es el caso) estando dos en oposición entre si y cuadrando ambos a un tercero que adquiere el nombre de Apex. Es decir: el receptor y vía de salida de dicha configuración.

Vuelve a estar implicada mi casa V porque ese Saturno me hace oposición a la Luna y ambos hacen cuadratura a Marte. Esto es un aspecto muy "dinámico" por decirlo de alguna manera, sobre todo porque en este caso, al estar Marte conjunto a Plutón y el Sol, todos hacen cuadratura a la Luna.

Esto ya de por si marca en la vida una predisposición a la transformación personal consciente (Sol) emocional (Luna) desde lo más profundo de mis raíces (Plutón) y con el despliegue y desarrollo de mi asertividad, autodeterminación y autoafirmación (Marte).

Para que se de esta configuración, uno tiene que haberse programado la vida para tener dificultades a superar. La indicación de las energías que representan esos planetas, las casas y los signos, nos dicen precisamente eso que acabo de comentar, una vida donde aprender, encontrar, transformar, manifestar y transmitir todo lo relacionado con la identidad emocional y afectiva, debe ser una experiencia compartida.

Eso lo refleja mi Luna en Géminis, signo de aprendizaje, de la comunicación y también de la docencia y en casa X, casa de la responsabilidad social y también espiritual, más bien como proyecto vital en en ambos ámbitos, pero por ser casa X relacionado con lo que das a la sociedad, es decir, son experiencias más bien arquetípicas al mismo tiempo que personales. Para mi está muy claro, lo que yo aprendo debe ser integrado en mi y manifestado a otros desde una posición y experiencia muy personal.

Pues todo eso está siendo activado por...Saturno que está conjuntando 3 veces este año a Marte por su retrogradación y por lo tanto está en cuadratura a la Luna y activando toda esa T cuadrada. Eso sucede una vez cada 30 años así que no es algo que pueda pasar desapercibido...Son momentos cruciales en la vida de una persona ya que ponen en tela de juicio o a examen aquello para lo que hemos venido a este mundo.

En fin, me podría alargar mucho más, si miro las progresiones, tengo a la Luna progresada en Aries y en IX , casa de los viajes ya sean internos o a tierras lejanas, en este caso es un viaje al fondo de mi misma.

Mi Venus progresado está en Escorpio precisamente, en casa IV, otra indicación de la inmersión profunda en una experiencia a nivel afectivo, más allá de mis raíces. Está además en grado crítico, a punto de pasar en un año a Sagitario, lo que cambiará completamente mi panorama a nivel afectivo.

Y para terminar, al menos de momento, tengo una concentración de planetas progresados en Libra, otra vez el signo que habla de las relaciones, y allí están en conjunción cerrada el Sol/Júpiter/Marte y acercándose Mercurio, todo en casa I.

Era imposible en este momento de mi vida, no hacer esta catarsis, imposible escapar. El destino y la vida han hecho que Cristina San Miguel (a través de sus guías) me eligiera a mi, y no a cualquiera de los otros casi cuarenta alumnos que allí nos concentramos.

Es adonde quería llegar, en el cielo se escribe el destino y sólo hay que saberlo leer.

Así se cumple uno de los 7 Principios Herméticos de la Tabla Esmeralda: "Como así arriba, también es abajo" y que significa ni más ni menos que lo que está escrito en el cielo, indefectiblemente se cumple en la tierra..o..como en esta caso, la experiencia más profunda hacia adentro, estaba reflejandose de forma transparente en el afuera.

Espero con mucha ilusión las cintas grabadas, porque ayer recibí las transcripciones, las he leído y no he podido evitar sorprenderme, hay cosas que no las recordaba para nada, y sé que al verme en las cintas aún será más intenso e interesante.

De todos modos aún me faltan dos vidas más por relatar....pero eso será ya para mañana...

un abrazo

Enri

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jueves, 27 de marzo de 2008

Terapia regresiva (XIII)

Has entendido perfectamente Andrómeda y a mi vez estoy completamente de acuerdo contigo.

Siempre he dicho que el valor acaba haciendo ganar siempre, sea cual sea el resultado, por la sencilla razón de que la vida, lo que más te pide es que te arriesgues.

Si eres valiente y te arriesgas a salir fuera de las fronteras de la seguridad, el camino será duro, muy duro, tanto como para por momentos arrepentirte, pero eso querrá decir que lo has arriesgado todo, que todo lo puedes perder y entonces será, cuando realmente hayas ganado. Porque te habrás entregado a la vida, a la fe y a la intuición de tu corazón y pase lo que pase, ese valor, esa fuerza de permitirte vivir con todas las de la ley lo que más has deseado, te otorga el derecho de sentirte partícipe de la vida, de decidir sobre tu vida y no esperar que la vida te traiga lo que no eres capaz de ganarte.

Bueno continuo:

Cómo decía ayer, estoy con la progresión de Plutón sobre Venus natal en casa III y en Virgo.

Esto lleva así unos 2 años y si admitimos el orbe de al menos 2º antes del aspecto exacto, 3 años debido a que se formará ese aspecto tres veces por la retrogradación de Plutón.

O sea, tengo para observar, vivir y trabajar este aspecto para otro año largo. Justo el tiempo que tardaré en integrar, aproximadamente, el resto de la Terapia regresiva ya que ésta seguirá en Julio, Noviembre y supongo principios del 2009.

Como decía, mi Venus natal en III en Virgo hace que cada experiencia deba ser analizada, desmenuzada y expresada... tal como estoy haciendo. Al estar conjunta a Júpiter, regente de mi V, volvemos al punto de partida y cerramos el circulo con ese aspecto. Venus ( los sentimientos) analizados (Virgo) y expresados no sólo al entorno (casa III) sino de modo más amplio y de forma que sirva para un entendimiento más profundo de la experiencia no sólo a nivel personal, sino compartida (Libra y Júpiter en casa III).

De todos modos, hay un aspecto en mi carta que explica bien a las claras todo lo que estoy viviendo en estos momentos de mi vida, un solo aspecto lo explicaría todo y ese es ni más ni menos que Saturno.

Casi todo el que me conoce sabe quien es Saturno, sepa o no de astrología, porque es un planeta que tiene tanto peso en nuestras vidas, que siempre anda en algún sitio donde estamos en continua paradoja. Y lo suelo nombrar mucho.

Mi Saturno natal está en la casa V y como ya dije, en Sagitario. Él lleva muchos años queriendome decir algo que justo ahora estoy empezando a comprender y es que el amor para mí no será un regalo que te sorprende sino una larga y ardua batalla con las circunstancias antes de poder encontrarlo. O si lo encuentro, que los obstáculos sean tantos que deba trabajar, literalmente trabajarme, luchar, tener paciencia, perseverar, para poder al final encontrar lo que busco y necesito.

Saturno no te niega nada, sólo te pide que te lo ganes, que te fijes qué haces para ganarlo. Que no desmayes en el objetivo y sobre todo que tengas una meta clara.

Muchas veces en los foros de astrología oigo eso de...

" temo a Saturno, no me permitirá encontrar el amor nunca, o nunca podré tener hijos porque Saturno está en la casa V"...

Saturno no impide nada, sólo te pide que luches, que perfecciones tus técnicas de lucha, que te observes y te conozcas por el camino y que sepas bien lo que quieres para que cuando lo tengas y lo encuentres sea lo más sólido que has hecho y tengas en tu vida.

Todo lo que tiene que ver con la casa V, esté quien esté allí es crear, irradiar, expresar. No hay que olvidar que es el Sol, el centro del sistema solar, la razón misma de que haya un sistema Solar. Por lo tanto para mí, la casa V es la de la expresión más radiante y creativa de tí mismo.

Y acaso ¿hay algo que al final sea más importante que el amor en esta vida y en cualquier otra? El amor como sea, de pareja, de hijos, de amigos, ya que es la casa de la amistad, por resonancia con la XI.

Y, aún voy más lejos. La casa XI, (Acuario) la rige Urano. Yo nunca he sentido que Urano fuera el contrapunto del Sol, sino que creo que son complementarios. El Sol y Urano son amigos y hermanos: uno representa el alma y el otro el espíritu y la tierra es nuestro cuerpo y Saturno es el tiempo que hace del todo uno y pueda manifestarse el uno en el otro.

Todos los planetas son amigos y colaboran, hace falta entenderlo así, pero sólo cuando los hemos integrado con nuestro propio desarrollo, entonces nos servimos de esas energías para crecer.

Mientras, son ellas las que con sus valores no integrados todavía, nos empujan y nos obligan a comprender su existencia. De ahí que siempre andemos con la dualidad o la multiplicidad en nuestras mentes y corazones que a veces no sabemos ni por donde tirar en la vida. Sencillamente nos aferramos a "algo", sea bueno o malo, con tal de no movernos y no sentir que todo tira para todos lados con el miedo a quedar destrozados y despedazados en medio del caos.

Es comprensible... pero entonces ahí aparece Plutón, nuestro amigo del alma, nunca mejor dicho, y nos dice.....venga! todo el mundo al sótano!! reunión con las sombras! y entonces muchos nos morimos de miedo y no bajamos y si lo hacemos y no estamos preparados, que son esos tránsitos tan fuertes de Plutón, nos quedamos colgados, porque antes, teníamos que haber hecho los deberes y nos negamos.

A eso le llamo yo no moverse, no arriesgar para ir en busca de tu destino y escribirlo tú. Ese es el libre albedrío y ese es el camino de la vida, del alma y del espíritu.

Mañana continuo, porque hoy estoy a punto de bajar al sótano.....tengo reunión con mis sombras...Así que si mañana no aparezco, será que ...me quedé??

Un gran cariño para todos

Enri

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miércoles, 26 de marzo de 2008

Terapia regresiva (XII)

Hoy quiero empezar haciendo un puente entre la experiencia que voy relatando y mi carta natal. Es sumamente interesante comprobar como todo se entrelaza. Tanto es así que esto va también para ti, mi querida Andrómeda ya que en tu comentario de hoy has hecho mención al enlace entre ambas experiencias y herramientas...

Empezaré por los tránsitos que tengo en estos momentos y que definen muy bien las experiencias que estoy teniendo.

Por un lado tengo a Plutón transitando mi casa V desde hace años. Para los que no sepan, la casa V de refiere a la creatividad propia y por lo tanto en ella también caben los hijos. También el Amor, es la casa que refleja cómo nos enamoramos, que clase de personas nos atraerán y cómo enfocamos ese tema, como lo expresamos y lo manifestamos. En mi caso está en Sagitario y Júpiter, su planeta regente, está en libra, el signo que define a las relaciones por antonomasia. Por lo tanto, para mí, el amor, es la búsqueda sagrada del más alto ideal en las relaciones: no me conformo con poco.

Y Plutón es el señor de las transformaciones, de la metamorfosis, de la búsqueda más profunda del alma, del descenso a las oscuridades de uno mismo. Sin Plutón, no hay evolución. Sin descenso a los infiernos es imposible encontrar el camino al cielo. Esto es así para mí, porque soy altamente plutoniana. No en balde tengo al Sol conjunto a él y éste, conjunto a Marte. Es decir, las transformaciones en mi vida pasan por profundas bajadas a los abismos, con todo lo que eso conlleva. Y para más inri, Plutón rige mi casa IV en Escorpio y reinando allí abajo, está mi Nodo Norte.

Entre otras cuestiones el Nodo N. se ocupa en astrología de indicarnos de donde venimos y hacia donde vamos, que dones traemos y debemos incorporar y que lastre debemos soltar.

Existe una gran dualidad en mí y soy consciente de ella, aunque no siempre lo fui. Por un lado funciono casi todo el tiempo con mi Luna en trígono a Mercurio, Venus y Júpiter. Estos aspectos hablan bien a las claras de la bonanza de mi carácter, soy una persona emocionalmente alegre, por dentro y por fuera y los que me conocen lo saben.

Sin embargo también tengo otra parte mucho más introspecta e indagadora, mucho más oscura, partes de mí que reflejan profundas heridas que no podían provenir sólo de este tiempo. También hace que mi carácter sea mucho más fuerte e intenso de lo que suelo demostrar y sólo aparece cuando entro en contacto directo con el dolor. Entrar en contacto con ese sentimiento no suele ser fácil para nadie, podemos sentirlo, eso es fácil, pero entrar en contacto con él es hacerte conciente del porqué de esa emoción. Y no me refiero a la aparente fuente de lo que te lo causa sino la razón primera o última, del porqué te sobreviene esa experiencia. Normalmente solemos echar balones fuera.

Quiero contar un sueño que tuve hace unos días y que no entendí en un primer momento, justo ahora que escribo esto, estoy empezando a darle un significado... Me veía delante de un espejo de cuerpo entero, y de repente no era yo la que estaba al otro lado, había otra persona, alguien con una máscara de dolor. Curiosamente en el sueño entendí que los espejos retienen la energía de quienes se han reflejado en él y éstas aparecen ante otros que tal vez estén necesitando "ver" algo que se les escapa de sí mismos.

El espejo, ahora entiendo, son los otros, esas otras personas que forman parte de tu vida y que te reflejan, nosotros a ellos y ellos a nosotros. Rara vez somos capaces de vernos tal cual somos en verdad, a veces, sólo el contraste de lo que provocamos o nos provocan hace que tomemos conciencia de partes ocultas a nuestros sentidos.

Eso es algo que me está pasando estos días. Uno cree haber alcanzado un cierto equilibrio y estado de conciencia y sin embargo las experiencias se encargan de bajarte los pies al suelo y nunca mejor dicho y te susurran a través del más profundo de los dolores, que todavía no estás lista.

Es algo que me ha solido suceder desde que tengo uso de razón y conozco el aviso y el proceso. Siempre que me parece estar lista para dar un paso más allá en el conocimiento de mí misma, antes...te prueban, te prueban para que lo que aprendas de tí se marque a sangre y fuego, para que el peldaño que tengas que subir, por pequeño que sea, se convierta antes en un escalón para gigantes, casi imposible de superar... Siempre ha sido así en mi caso y no acabo de acostumbrarme nunca, porque nunca te esperas lo que te viene ni por donde ...o sí... siempre llega cuando menos te lo esperas, y con quien menos te lo esperas, porque sino, sería muy fácil... y la vida, crecer, no lo es.

De todos modos voy a seguir con lo que iba, sólo que para comprender toda la dimensión de la experiencia que estoy viviendo, necesito llevar todo al proceso real por el que estoy atravesando.

Me voy a ceñir al tema que nos ocupa y que trata de cómo en el firmamento se marcan las experiencias que me están tocando vivir en estos momentos de mi vida y dejaré otras interpretaciones que también corresponden a esa casa V para otra ocasión.

Tengo el ascendente en Leo y una de las cuestiones que refleja este ascendente es precisamente la búsqueda del propio Sol central, la autentica creatividad, la autoridad interna y su manifestación.

Precisamente Leo es el regente de la casa V y por lo tanto, una de las necesidades básicas de mi ser en esta vida, es la búsqueda y realización de un amor personal, del amor entre dos y esa realización implica hacer de esta experiencia una obra de arte.

Aprender a amar, a entregar el corazón, pero desde la más profunda nobleza y dignidad (el astro Rey, el Sol) todo lo que no sea vivir eso, me daña y dañará hasta que no encuentre dentro de mí el modo de atraer ese tipo de amor autentico.

(Debéis entender, los que sois astrólogos, que hay muchos amigos que me leen y apenas se inician y entonces debo explicar, lo que para muchos es ya obvio)

Tengo además a Plutón natal en la casa I conjunto al Sol. Es decir, además de lo que ya significa el ascendente, mi Sol natal está en su signo (Leo) y en su casa de exaltación, la primera (Aries). Por lo tanto esa búsqueda es un imperativo para mí.

Más que esa búsqueda, me doy cuenta que es la experiencia en sí misma, me refiero a que no he tenido que buscar nunca las relaciones, siempre han venido a mí, de la forma que está indicada en mi carta.

Así, con sólo lo dicho hasta ahora, tenemos un cuadro somero, que refleja bien a las claras la importancia vital que van a tener las relaciones sentimentales en mi vida. Se puede ampliar y analizar mucho más, pero para comprender lo que ahora estoy transcribiendo en el blog, basta un botón.

Pasemos ahora a los tránsitos:

Como decía, tengo ahora a Plutón desde la V en trígono a Plutón en I. Este aspecto ya indica una profunda experiencia vital. Desde la V, casa del amor a la I casa de la personalidad conjunto al Sol como desarrollo de mi programa vital en esta vida y en Leo, se juntan todos los ases para tener una experiencia más allá de la conciencia y por lo tanto refleja clarísimamente la experiencia de "regresión" que he vivido y que estoy digiriendo tan poco a poco.

Plutón en cuadratura a mi Venus refleja más de lo mismo: una profunda trasformación con respecto a cómo vivo y siento el amor, hacia mí misma y en las relaciones. Nos dice que ha llegado la hora de tener un encuentro profundo con el mundo de los sentimientos y del poder interior, como si fuera la hora de la verdad para mí.

Una de las experiencias que se dan con este aspecto es que si tienes una relación, pasará por momentos determinantes y definitivos, no tiene porque morir...al menos no como final de la relación. Pero si existe una relación, con este aspecto, no sobrevivirá si no es sólida y autentica, por eso se dice que una mala relación desaparecerá y una sólida de afianzará y se transformará, a pesar de pasar por las peores pruebas...

Mañana seguiré analizando algunos aspectos más que indican todo lo que estoy viviendo y luego seguiré con lo que me queda por contar de la terapia. Creo que queda lo más bonito y un final de terapia de lo más bonito y emotivo. (final de esta primera etapa, pues son IV y no pienso perderme ninguna ya que Cristina San Miguel, mi querida terapeuta, cuenta con mi colaboración en el "divan" para completar el trabajo de esta terapia que por lo visto no ha hecho más que empezar...)

un abrazo

Enri

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martes, 25 de marzo de 2008

Terapia regresiva (XI)

Al terminar la sesión Cristina volvió a decirme que había sido muy valiente, que estaba muy contenta de que hubiera llegado tan abiertamente hasta allí... algo es algo...

Antes de continuar con la siguiente sesión he buscado documentación sobre el origen de la nigromancia. No es muy halagador haberlo sido, pero me sentí muy aliviada de descubrirlo.

Nadie debería rasgarse las vestiduras. Imagino que todos hemos tenido que pasar por nuestra noche oscura, sino ¿cómo ser sabios si no conocemos nuestras luces y nuestras sombras?

Ahora entiendo que nada debía temer con esa regresión: es precisamente regresar a la máxima oscuridad lo que me está dando la oportunidad de comprender e ilustrar mejor mi vida presente. O sea, ir de las sombras a la luz es lo natural en el ser humano y supongo que todos tenemos sapos y culebras guardados en nuestro "fondo de armario".

Lo importante, es poner el armario al día de...hoy... y sanearlo de polillas para que pueda entrar y encajar perfectamente la ropa nueva, aquello que somos...la suma de lo que fuimos y lo que vivimos. Y no hay que renegar, sino comprender y perdonarNOS...

Es el único perdón que nos redime. No existe otro más eficaz.

Aquí van algunas definiciones de uno de mis antiguos rostros...parece...

Nigromante es una palabra del oscurantismo en Europa, que se utilizaba para designar a un hechicero que tenía tratos con los espíritus de los muertos, a los cuales usaba a su servicio. Es constantemente relacionado con magia negra.

Estrabón habla de la nigromancia como la forma principal de adivinación entre los pueblos de Persia y se cree que estuvo también muy extendida entre los caldeos, en Etruria y en Babilonia.

En La Odisea, Ulises viaja al Hades y trata de invocar a los espíritus de los muertos mediante hechizos que le enseñó Circe.

También existen casos de nigromancia en la mitología nórdica, con el mismísimo Odín llegando a llamar a los muertos para que realicen predicciones sobre el futuro. En Grecia, Roma y Cartago debió ser popular, tanto en su vertiente de invocación a los espíritus como de adivinación mediante los cadáveres.


En fin....se cierra un capítulo definitivamente....al menos eso creía yo...hasta que llegaron las siguientes regresiones...

No recuerdo ni siquiera ahora qué pasó después de la vida de la pequeña esclava. Si fue en esa misma sesión o la del día siguiente, pero sí sé que me comentó que a partir de ese momento me dirigiría hacia vidas positivas donde ya no fui ni verdugo ni víctima sino que pude utilizar algunos de mis dones y pude dar a otros mucho de mí misma.

Me pidió que visualizara un nuevo lugar, que subiera unas escaleras y llegara a una sala nueva, toda blanca. Un lugar lleno de puertas y me pidió que eligiera una, la que yo quisiera.

Yo tenía prisa por entrar. La había elegido antes de que ella me pidiera que lo hiciera. Entré y me vi en un paraíso. Un lugar realmente idílico en alguna parte del pacífico. Yo era una chica muy joven, de unos 17 o 18 años, vestía con falda hecha de fibras de tronco o de alguna clase de vegetal y llevaba guirnaldas de flores. Tenía el pelo muy largo y ondulado y formaba parte de un grupo de mujeres que cantaban y danzaban alegremente esperando a sus hombres en la playa.

Un sonido nos advirtió que los hombre regresaban con la pesca y todas nos lanzamos al agua a su encuentro. Era un momento muy feliz. Nadando, llego a la canoa donde está mi padre. Es un hombre fuerte y está muy orgulloso de mí. No siento que tengo madre.

Lo siguiente que veo es que hay una fiesta y hay un chico que se ha fijado en mí. En los días siguientes se me acerca poco a poco y en uno de esos paseos me declara su amor. Yo soy muy tímida, me sonrojo sólo de mirarle y no consigo levantar la vista del suelo de la vergüenza. Yo siento que él me conoce y es paciente. No tiene prisa, sabe que estamos predestinados y piensa darme tiempo a que poco a poco la relación vaya madurando.

Lo siguiente que veo es la fiesta de nuestra unión, participa todo el poblado, todos nos conocemos y es una fiesta muy alegre y colorida.

Me veo teniendo hijos, varios y la relación con mi marido es muy delicada y bonita. Él cuida de mí, sabe que tengo un don, pero aún no lo he desarrollado del todo.

Cristina me pide que me situé más adelante, para saber cómo es mi vida...

Me veo en mi hogar, muchas personas del pueblo y de fuera vienen a consultarme. Poseo una sabiduría que alivia y aconseja sabiamente a los demás. Me he convertido en alguien muy querido y respetado dentro de mi comunidad y mi vida transcurre plácidamente.

No recuerdo mucho de lo que pasó después, imagino que me fui al espacio entre vidas y Cristina después me pidió que volviera a la sala y eligiera otra puerta.

La siguiente puerta que me llamó la atención estaba a la izquierda de la sala, era la última y su contorno no era como el de las demás. Enseguida abrí la puerta y entré.

Reconocí el lugar. Estaba en un palacio en Egipto. La estancia era abierta por tres lados, la temperatura era alta y había una especie de piscina en el centro, no sabía lo que me iba a encontrar.

Me veo sentado al borde del agua, hace calor, soy romano, pero no soy soldado. Soy hijo de algún mandamás y tengo privilegios. No quiero ir a la guerra, no me interesa para nada. No tengo más de 20 años y en la siguiente visión estoy dando clases a los hijos de la clase alta del palacio.

Tengo muy claro lo que hago y porqué. Me permiten enseñarles para que puedan aprender entre otras cosas mi idioma por si es necesario para el futuro. Pero sobre todo les enseño a pensar y hago incapie para que entiendan que todos somos iguales aunque diferentes y que no debería existir la supremacía de un hombre sobre otro.

Lo siguiente que veo es un sacerdote egipcio. Un sabio que decide tomarme bajo su tutela. Él sabe. No está permitido enseñar los altos secretos del conocimiento que posee a seres de otras razas, pero él sabe y siente que tiene que hacerlo. Durante mucho tiempo aprendo con él sobre el secreto de los muertos y de los vivos. Ese conocimiento es para abrir los ojos del alma a la verdadera vida.

Después me veo en Roma. He vuelto y fundo una academia. Muchos jóvenes vienen a ella.

Allí les enseño también a pensar, idiomas, sobre otras culturas. Muchas materias que les abren la mente y el espíritu. Sinceramente sé que es una vida dedicada a la enseñanza, una enseñanza que les ayuda a avanzar en sus vidas en todos los sentidos. Soy muy querido.

No hay nadie conmigo en esa vida, pero ni siquiera lo echo de menos, como si ese estado fuera el natural para mí. No recuerdo nada más ahora y sé que hubo más, pero por algo será. Ya me llegará el material y ya revisaré.

Sí sé que me voy con la plenitud del deber cumplido. Tengo muchos amigos. No hay pena, sé lo que me espera. El otro lado no parece ser un misterio. Soy un iniciado... es decir, un alma a la que se la ha recordado de donde viene... y adonde va...

Mañana "regreso"

un fuerte abrazo

Enri

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lunes, 24 de marzo de 2008

Terapia regresiva (X)

Cómo decía, llegó el sábado y una vez todos en silencio Cristina continuó con la lección que nos tocaba esa mañana. Como siempre muy interesante y cada lección nos iba adentrando en el arte y el porqué de la terapia regresiva.

Cada lección nos conducía a comprender e interpretar cada situación con la que nos podíamos encontrar una vez en la práctica de nuestro trabajo. También fórmulas para ir saliendo de cada paso con bien para el paciente y para nosotros mismos.

No conozco otros y no puedo comparar, pero la seriedad y profesionalidad de quien exponía y la riqueza del contenido me hacen pensar que no podía haber elegido mejor equipo para formarme.

Acabó la primera parte de la mañana y tras el descanso como siempre Cristina me pidió que pasara una vez más "al divan"...

Esa mañana estaba muy nerviosa, más que de costumbre. Sabía que la vida que me tocaba era una vida causa, según la orientación de Cristina. No podía pensar en otra cosa...¿Qué habría hecho? qué clase de persona fui? cómo enfrentarme a ser verdugo?...Muchas preguntas se acumulaban en mi cabeza y todas me tenían el corazón desbocado.

Mientras me acomodaba le comenté mi nerviosismo ante la experiencia que se me venía encima...pero ella, de un modo muy prosaíco, me comentó:...¡pero mujer, si eso ya lo has vivido, ya fue!.... Ni oí lo siguiente que me dijo. Su tono y sus palabras me hicieron sentir un poco idiota, total, tenía razón, lo que fuera que hice, que me llevó a vivir todo ese dolor afectivo, parece que lo había pagado con creces o al menos comprendido y sublimado con el resto de mis vidas.

Así que mientras me relajaba, en lo único que pensaba y lo único que pedí a mis guías si es que tenía alguno, fue que me llevaran al fondo de una parte de mí misma que una vez fui o estuvo allí. Donde quiera que fuera y encomendándome de todo corazón al cielo para poder resolver de un buena vez todo aquello.

Sin darme cuenta, entré en esa vida, causa de tanto dolor y soledad.

Aunque en la última vida donde regresé vi una clara progresión en el sentido de, a pesar del dolor, encontrar una profunda paz y serenidad, aún no parece que estuviera curada la herida del todo... así que allí estaba, una vez más.

Lo primero que vi fue donde estaba. Por la piedra y la luz cetrina de antorchas parecía estar en una mazmorra, luego vi que no, simplemente era mi casa. Era un hombre, grande, fuerte, oscuro. Esa era la impresión más fuerte: era un ser oscuro...

Los ropajes eran de una persona con riqueza y poder, tenía un medallón que imagino vi porque sería un poderoso talismán. Era un mago, un mago negro, un nigromante.
Podía estar en algún lugar de Persia, en una época muy remota.

Cristina me llevó a alguna escena significativa que tuviera que ver con el tema que tratábamos y me vi sentado a una mesa. Ante mí había una mujer, era muy bella, delicada, grácil. Contrastaba fuertemente con mi rudeza, mi oscuridad y yo lo notaba...

Estoy muy enfadado con ella, soy un ser con un gran poder psíquico, conozco el control mental, tengo una enorme fuerza para apoderarme de la voluntad de otros, pero con ella no he podido. Estoy muy enamorado o al menos deseo poseer su voluntad, doblegarla, conseguir que me quiera, más que eso, que sea mi esclava....pero no he conseguido nada.

Le voy relatando a Cristina que he hecho lo imposible por evitar que sea feliz, que tenga una vida propia. La he sumido en una especie de soledad que ella tolera en silencio, sin quejarse. Su aparente delicadeza esconde una fuerza de voluntad que no he conseguido doblegar ni con toda la que yo poseo. Algo me impide utilizar todos los recursos que me otorgan mis poderes para someterla definitivamente, pero le corto toda posibilidad de vivir una vida mínimamente feliz.

Lo siguiente que veo es cómo la estoy humillando. Es como una ama de llaves y la obligo a que me sirva lavándome los pies y cuando está agachada, la empujo y la tiro al suelo.

Por fin me estoy yendo, solo, tirado en la calle, muero por enfermedad y nadie acude a mí.

Cristina me pide que sienta qué estoy pensando en esos momentos de agonía...

Lo que siento es que soy un monstruo....que merezco toda la oscuridad que hay en mi corazón. Me doy cuenta de todo el daño que he hecho en mi vida.

En ese momento, Cristina me explica que es entonces cuando decidí negarme una y otra vez la felicidad sentimental, cuando programé mis vidas para la negación y la repetición, hasta que consiguiera perdonarme, comprender lo que significa amar....que había negado al mismo tiempo, toda la fuerza y los conocimientos que tenía, dones como la fuerza psíquica que había utilizado negativamente y que me había prohibido utilizar nunca más... que ahora en el momento presente, tal vez pudiera darme permiso para rescatar y recuperar todo ese conocimiento y utilizarlo para ayudar de un modo mucho más positivo.

Yo estoy muy conmovida y ella poco a poco me saca de allí. Otra vez el espacio entre vidas.

Luego, me pidió que fuera a la vida siguiente a esa y me veo siendo una niña de unos 6 años. Llevo una pequeña y tosca túnica y estoy recogiendo fruta que meto en una cesta. Estoy en una huerta con muchos manzanos. El sol brilla en lo alto y trabajo de sol a sombra.

Cristina me pregunta qué hago allí... Siento que soy una pequeña esclava, mis padres me han vendido y estoy sola, nadie cuida de mí. Mi peregrinación en busca del amor y del cariño verdadero a través de muchas vidas, no ha hecho más que empezar....

Un abrazo

Enri

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sábado, 22 de marzo de 2008

Terapia regresiva (IX)

Llego el sábado. A esas alturas del curso, todo el mundo estaba más o menos relajado. A Cristina le costaba mantener esa "grey" en silencio. Todo el mundo tenía cosas que decirse. Hay que entender que mientras yo relato mis experiencias, allí cada uno estaba viviendo las suyas.

Las prácticas de cada tarde daban para mucho, casi todo el mundo tenía su "ración" de regresión. Las más, eran regresiones muy dolorosas que despertaban fuertes catarsis emocionales. Cómo no se permitía profundizar mucho, porque entre otras cosas todos éramos novatos, las ayudantes y ella misma estaban constantemente pendientes de acudir a bien despertar a los que lo necesitaban.

En todas las prácticas me tocó de compañera una mujer de origen Alemán. Ella tenía muy claro lo que quería "ver", a donde quería ir y yo de mil amores la conduje como pude. Bien es verdad que ella iba practicamente sola... Se estableció entre nosotras una especie de complicidad, yo entendía lo que ella quería y ella se sentía segura conmigo.

La última tarde de prácticas, justo antes de este día, me tocó por primera y última vez con una de mis queridas amigas compañeras de viaje, de experiencia y de curso.

Todo empezó bien pero en un momento dado la cosa se complicó, sintonizó con una parte de sí que no estaba manifestando, no tanto de otra vida sino de una experiencia compartida que estábamos teniendo en el transcurso de los días con respecto a una asunto afectivo de ella.

Es bueno no creerse nunca "la pera en verso". Menos mal que soy muy crítica y pragmática conmigo misma y nunca creo ser mucho más especial que otros, simplemente tengo conciencia de mí. Eso ya es suficiente y te baja bastante el ego porque sabes que tienes tantos demonios, debilidades y miedos como cualquier hijo de vecino.

Todo empezó durante el viaje. Como comenté al principio, la sintonía fue completa desde el primer momento. Practicamente nos contamos partes de nuestras vidas y en el transcurso de las confidencias, mi opinión sobre el tema que la preocupaba la alivió al ser un punto de vista distinto al vertido hasta ese momento por parte de los que conocían su situación.

Mi enfoque en ese momento era completamente abierto al entendimiento más profundo de lo "aparentemente evidente" y eso hizo que la complicidad aumentara.

Sin embargo, nadie se aisla de lo que está viviendo por dentro cuando te vas a hacer un curso o cualquier otra cosa y la experiencia siguió su camino. Un camino en el que se cruzó mi persona y toda la experiencia del propio curso. Por lo tanto, aparte de lo que vivíamos, tampoco olvidábamos que teníamos otra vida fuera de allí que se desplegaba sin esperarnos y que nos hacía sentirnos como en un compás de espera.

La tarde anterior comentando sobre su situación, olvidé mi visión profunda y me senté cómodamente sobre la posición más prosaíca de esa "aparente evidencia". De cómo solemos, de modo lineal, entender la vida. Mis consejos fueron en otra dirección muy distinta. Eso, unido a la credibilidad que tenía ganada en su corazón, hizo que su visión se tambaleara y ya no supiera por donde le daba el aire.

Actuó según creyó en ese momento con respecto al tema en cuestión, que no viene al caso para nada contar y además esa es su privacidad y prerrogativa y poco después nos fuimos a dormir.

Tengo que decir que lo que intento explicar es que la mente nos enreda siempre. El mundo de la forma está siempre dispuesto a comerse su terreno y ese es uno de los trabajos más duros que tenemos que hacer para separar esa "linialidad" cotidiana, llena de bienpensante sentido común. Sin embargo, intentar ver, entender y vivir lo que hay detrás de toda apariencia es uno de los secretos que debemos descubrir si queremos ser Libres.

Mirar hacia adentro y desde dentro, desde ese centro es algo que se alcanza, pero hay que tener una gran disciplina y voluntad, porque la lucha es siempre permanente. No nos damos ni cuenta y ya estamos viendo las cosas de forma sesgada, cuadriculada, teñida de nuestra personalidad más unida a la materia, o sea, aquella que no está madura, que está con todos esos miedos y demonios e inseguridades de los que antes hablaba....

Y sin embargo hay otra manera de verlo....

No hace falta hacer regresiones para eso, pero es evidente que los canales que se abren, más lo que uno comprende de sí mismo, ayuda no poco... También es verdad que hay que tener mucho andado y trabajado, porque sino, lo que se entiende y aprende está en consonancia con la capacidad consciente de poder entender según lo desarrollado ya por cada uno.

Pero volvamos a la regresión de esa tarde. Como decía, ella contactó con un dolor que yo misma le había provocado y del que no era del todo consciente. Sin embargo, la relajación y la visualización le hicieron entrar en contacto con ese sentimiento de desamparo que seguir mis opiniones le había provocado.

Esto no es falta de personalidad, es entrega a alguien en quien depositas tu confianza. Hubiera podido pasar exactamente al revés, de hecho sucede constantemente entre las personas en las que hay más confianza, porque intentamos y nos intentan proteger del dolor y sin embargo sucede todo lo contrario. Eso sucede cuando las opiniones están cimentadas en esa objetividad lineal y no basadas en visiones más profundas del porqué nos suceden las cosas y qué papel jugamos cada uno en eso que nos sucede.

Con la objetividad lineal, es muchas veces y lo más fácil, culpar a otros, al mundo, a lo externo a tí de lo que nos sucede. Al contrario, es necesario empezar a darnos cuenta y ser plenamente conscientes que somos los artífices de nuestra realidad. La atraemos porque la necesitamos. Es la única forma de ver lo que somos todavía, en que punto del camino estamos y cuanto necesitamos aprender del universo interno de nuestra real existencia.

Por suerte, el cariño era muy real y ante su situación emocional, la desperté como pude y llamé a Cristina para que estuviera cerca por si acaso. Ella nos aconsejó que saliéramos a dar un paseo, en todo caso que saliéramos de allí. La clase, para nosotras, había terminado.

Nos fuimos a serenar y subimos a la habitación que compartía con su hermana. Ella no se separó ni un segundo de nosotras en todo el proceso y una vez allí, hablando, todo se fue aclarando poco a poco y me hice consciente del proceso que acabábamos de vivir tal y como explico más arriba.

Se desahogó, hablamos un buen rato y las cosas se aclararon. Pero es ahora cuando he visto más claro todo lo que pasó y por qué y que nos enseñó. Cada una sacaría la enseñanza según ella misma.

Más tarde bajamos a cenar y después la chica que en un principio eligió Cristina para la terapia, nos regaló una audición, y nunca mejor dicho, de una terapia de sonido. Fue muy hermoso, de verdad.
Al menos a mí, eso me relajó tanto que esa noche dormí mejor que ninguna y soñé algo agradable, pero no recuerdo ahora qué...

Luego intento continuar sino hasta mañana....

Un abrazo

Enri

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viernes, 21 de marzo de 2008

Terapia regresiva (VIII)

Tras el descanso, siempre con refrigerio de dulces, tés y bebidas varias, continuamos con la clase que se iniciaba con la sesión de regresión hasta la hora de comer.

Cristina, como siempre, me preparó y esta vez puso en mi mano izquierda un cuarzo, una bola redonda que tomé con ilusión. Esperaba que eso me ayudaba a cruzar la barrera de mi inseguridad por entrar. Algo que se repitió cada vez, porque nunca estuve segura de conseguir entrar en regresión, a pesar de la facilidad que parecía acompañarme en cada "transito".

Enseguida visualicé el jardín y el arco tras la relajación, apenas lo cruce me encontré en una inmensa pradera, con un sol alto y una brisa agradable. Siguiendo sus indicaciones, me vi a mi misma como un mongol, mi vestimenta no me dejaba dudas, me vi como un joven menudo pero ágil y fuerte, de unos 30 años. Mi trabajo consistía en conseguir y domar caballos salvajes. Conseguí una buena manada que siguieron dóciles a su líder tras su doma.

Parecía tener un don especial con ellos, no me resultaba muy difícil. Disfrutaba y ellos no tardaban en entregarse, como si me sintieran amigo. Todo eso lo sentí claramente mientras subido al lomo del líder de la manada me dirigía a mi poblado. Allí me recibieron con cariño, nos conocíamos todos.

Me hizo buscar mi hogar y ser si tenía familia. Efectivamente la tenía, una compañera que era mi alegría de vivir, nos compenetrabamos de tal modo que sólo mirarnos ya sentíamos que nos lo decíamos todo. Fui a otra escena, era el atardecer, y a los dos nos encantaba montar y dar largos paseos. Era imposible ser más feliz.

Cristina me hizo avanzar a algún otro momento significativo y lo siguiente era ver a mi mujer dando a luz a un precioso hijo. Si antes creía no poder ser más feliz, la sensación de plenitud, de inmensa protección que sentía en ese momento se hizo presente en mi corazón.

Pasamos a otra escena y me vi con el resto del poblado intentando hacer una empalizada alrededor del pueblo con lo poco que teníamos. Nos dedicábamos esencialmente al pastoreo, no teníamos armas defensivas más que las de labor y nos habían advertido que una tribu venía a saquearnos y ya sabíamos lo que eso significaría.

Apenas nos dio tiempo a nada, enseguida divisamos sus caballos y cada uno corrió a defender lo suyo.
La siguiente escena fue verme delante de la casa mirando ora dentro a mi familia ora fuera sin saber muy bien lo que sucedería o mejor dicho sin querer detenerme mucho en ello, la urgencia era enfrentarse a lo que venía.

Un jinete vino derecho a mí, era más grande que yo. Sin apenas darme tiempo a mirar por última vez dentro, sentí que mi cuello ardía. De la herida manaba sangre y sentí que la vida se me escapaba.

En esos mementos de agitación en los que le iba relatando a Cristina lo que sucedía, me pidió que me permitiera sentir todo, la rabia, el dolor inmenso de no poder defender a mi familia. La desesperación que sentí era tan grande que en ese momento me rompí. Cristina con sumo cuidado me pedía que siguiera sintiendo y dejando salir todos esos sentimientos. Con otro cuarzo en forma de lápiz, empezó a intentar "borrar" de mi cuello y garganta, aquella herida, física en aquellos momentos e incrustada desde entonces en mi cuerpo etérico.

Algo más tranquila me pidió que hiciera un puente con mi vida actual y tratara de encontrar momentos de suma tensión o desesperación en los que se pudieran manifestar síntomas de algún bloqueo en la garganta....efectivamente, los recuerdos vinieron instantaneamente.

Durante toda mi adolescencia, una de las peores épocas de mi vida, perdía la voz con suma facilidad, mi afonía era practicamente crónica y por otro lado me resultaba imposible comunicar mis sentimientos afectivos. Viví una relación terrible emocionalmente y era incapaz de abrir la boca para expresar nada de lo que sentía, todo lo escribía.

Cristina me pidió que sintiera mientras me hacia "el borrado" que comprendiera que ya estaba curada, que ahora ya sabía una de las razones de esa impotencia para expresarme, la misma que sentí cuando me vi impotente ante la muerte o la suerte de mi familia. Los sentimientos de haberles fallado, de no haberme podido ni despedir ni gritarles que huyeran...pero adonde... Sin embargo arrastré ese dolor cuando abandoné mi cuerpo... y una vez más la vida me alejaba de una forma violenta y terrible de la posibilidad de vivir ese amor en paz, de ver crecer a mi hijo, impotente ante los hechos y las circunstancias.

Enseguida me vi entre vidas, pero sigo sin recordar que pasó, es lo que encuentro más curioso de todo, sé que dije muchas cosas pero está borrado ahora de mi memoria.

Seguimos la sesión y me vi en otra vida. Esta vez era una señora de alta cuna. Una mujer de edad, con el pelo blanco en un hermoso recogido. Llevaba un vestido largo del estilo de finales del XVIII, principios del XIX. Llevaba un collar de perlas y me percibía con una gran serenidad. Con una gran elegancia.

Como siempre Cristina me pidió que viera si estaba fuera o dentro de algún edificio. Estaba en mi casa, una gran mansión. Me hizo buscar otras personas en la casa, me dirigí a la cocina y allí había personal preparando la cena. Me indicó que buscara si tenía hijos y abrí una habitación de niños, pero no tenía hijos. Seguí por la casa y encontré a mi marido en una espaciosa y bien surtida biblioteca, un hombre también muy sereno. Había mucho cariño entre nosotros, éramos, lo sentí, compañeros.

Ahora me doy cuenta que la sensación de comodidad que sentía con ese hombre era muy agradable. El tema sentimental no era el que venía a trabajar en esa vida. No se puede decir que fuera el mismo tipo de amor profundo y empático que había tenido y perdido en las vidas en las que sí amé con toda el alma. Pero ahora entiendo que hay vidas en que según la lección que uno tenga que aprender, encontramos un tipo u otro de relación.

También he comprendido que cuando la saturación de un conocimiento llena el alma, por entendida la lección, ya no es necesario repetir la lección. En el caso del las relaciones afectivas, las personas que han encontrado el amor por derecho propio, tras haberlo perdido y encontrado tantas veces como hizo falta para comprender lo que este significa y la importancia de ser fieles y valientes al propio corazón, ya no es necesario sufrir más con respecto a ese tema y en todo caso se pasa a otro nivel de experimentación.

Pero esto era un inciso antes de continuar con las escenas de esa vida en algún lugar presupongo, por lo muebles y el estilo de todo el conjunto, de Inglaterra.

Cristina me sugirió y ahí demostró una vez más una aguda intuición y saber como terapeuta, que fuera hacia atrás en esa vida y enseguida me vi en el mismo salón, pero mucho más joven. Tenía gemelos. De ahí la habitación de niños... sin niños.

Mis hijos lo eran todo para mí, eran pequeños y disfrutaba mucho de ellos, eran traviesos. Los veo corretear por la casa. Me voy a otra escena y nos veo preparados para salir a la calle. En ese momento empecé a inquietarme, Cristina lo notó y me pidió que siguiera. Lo siguiente que vi fue que los niños al abrir la puerta salieron corriendo hacia la cancela y antes de que pudiera detenerles, la abrieron y lo que siguió me bloqueó, Cristina me pidió que explicara lo que veía y rotundamente le dije "No quiero".

Me guió hacia otra escena y me pidió que le relatara que pasaba. Me vi llamando a mis niños por la mañana, poniéndoles el tazón del desayuno. Nada había cambiado para mí, mis hijos seguían ahí y de ningún modo podía entender que se habían ido.

Mi marido estaba desolado, fueron muchos médicos para intentar ayudarme, pero no podían. Él no sabía que hacer y lo siguiente que veo es que viene una mujer a casa, una anciana, en ese momento me pareció que vestía como una zingara, pero ahora entiendo que pudo ser un Sari indu, y eso tendría sentido dado todo lo demás.

Esa mujer me tomó de las manos y sentí algo, como una corriente que me transmitió confianza y lo que entendí es que vino durante mucho tiempo a mi casa. Hablaba conmigo y un buen día, comprendí, acepté y asumí lo que había pasado.

Lo siguiente que vi era el salón de mi casa, había muchas mujeres sentadas, de toda condición social. Todas habían perdido a seres muy queridos, casi todas a hijos.

Yo me dedicaba a transmitir y enseñar lo mismo que la anciana me enseñó a mí. Les transmitía mucha paz, esperanza y serenidad. Les explicaba que la muerte no existía y otras cosas que ahora no recuerdo bien. Esa misma labor me había llenado el vacío que tenía por una gran serenidad, paz y profunda amistad y cariño por aquellas personas.

Lo siguiente fue verme en mi cama rodeada de muchos amigos, mi tiempo se terminaba y había reunido a todos los que quería, para que vieran que todo cuanto les había trasmitido fue sentido y verdadero, que me acompañaran en la tremenda paz y serenidad con la que me iba. Expiré y mientras me elevaba por encima de la habitación, vi que dejaba a personas serenas y llenas de una profunda esperanza que ya nadie les podría arrebatar.

El espacio entre vidas, como siempre, muy nebuloso. Imagino que cuando me lleguen las grabaciones y lo recupere, haré un pequeño monográfico de lo que allí pasó.

La sesión terminó, y Cristina me abrazó agradeciendome la sesión. Me comentó que esa vida en particular había ayudado a algunos personas que estaban allí esa tarde.

Mañana contaré cómo Cristina me conduce a la vida causa de todo esto y donde entiendo mejor las pautas y negaciones que he arrastrado en muchas de mis vidas y digo en muchas y no en todas, porque en las siguientes regresiones, me enviará a vidas donde pude expresar algunos dones, donde di y viví según otros parámetros de experimentación.

Creo que por hoy todos hemos tenido bastante.....

Un abrazo con todo mi cariño a vosotros, todos los que me estáis acompañando en este viaje, el que os relato y el que estamos compartiendo en esta vida....

Enri

jueves, 20 de marzo de 2008

Terapia regresiva (VII)

La mañana empezó como siempre, pocas sorpresas, aseo desayuno y a clase.

Como en cualquier grupo que convive unos días, se establecen amistades o por lo menos afinidades. De modo natural la gente se iba uniendo y repitiendo compañía.

Mi suerte fueron mis amigas. Yo seguí sintiendo la necesidad de vivir la experiencia desde una dimensión muy de sinceridad, muy de íntima complicidad y sobre todo de bastante introversión y no podía abrirme a nadie allí, no por nada en especial, sino porque necesitaba concentrar mis energías.

Por un lado soy un animal social porque enseguida se me nota que estoy, es algo natural, no tengo que hacer ningún esfuerzo. Imagino que eso está reflejado en mi carta natal por mi Luna en Géminis en mi casa X. Sin embargo sólo es un personaje social, mi yo más profundo necesita la soledad y el retiro como el aire que respiro. Tengo la suerte de ser aceptada en cualquier circulo rápidamente, empatizo con la parte emocional de las personas y me adapto como un camaleón siempre que sea a nivel superficial y porque no queda más remedio.

Luego todo lo que signifique profundizar en las relaciones, mi círculo se vuelve infinitamente más selectivo, de hecho sólo estoy con personas que son realmente amigas y afines en lo esencial. Da igual el extracto social o la erudición, eso no es lo que nos separa ni nos iguala más que para quien eso es importante. Para mí lo esencial es la pureza del corazón y después de ver una vez más, porque eso es algo que ya llevaba dentro, que en cada vida somos de todo, que pasamos por todas las experiencias, bueno sería que fuera un conocimiento más popularizado y enraízado en el corazón. Que si en una vida estás arriba, en otra estás abajo en la escala social. La necesidad del alma de experimentar es infinita y nos provee de toda clase de situaciones y experiencias.

En el curso había gente que venía de todas partes del país, también una chica que vino ex profeso desde México. Una chica guapísima y que ya era terapeuta. Se dedicaba a la tanatología, es decir: ayudaba a las personas a bien morir por decirlo de algún modo.

Intervino en diversas ocasiones, me gustó, pero no tuve ocasión de hablar personalmente con ella, sin embargo se le veía con muchas ganas de avanzar en el conocimiento de la terapia. Contaba con ayudar de forma más eficaz en su trabajo. Nos contó alguna anécdota de sus hijos y esposo y se veía una mujer bastante luminosa.

Recuerdo también otra cuantas almas preciosas, chicas de estilos completamente diferentes. Con ellas compartí mesa y las conversaciones fueron también sentidas y sinceras. Entre ellas las dos ayudantes de Cristina, encantadoras y sencillas, algo muy de agradecer en esos sitios. Y ya que estoy con las personas de la organización es de justicia nombrar a Cristóbal, el compañero de Cristina y alma de la organización, un hombre entero, simpático y servicial. Compartí mesa en una par de ocasiones con él y con Cristina, entre ellos había una complicidad silenciosa pero muy evidente. Fue un placer.

También había bastante gente de Levante, Zaragoza, Cantabria, País vasco, Murcia, Granada y por supuesto de Cataluña. La mayoría eran terapeutas en alguna disciplina como el reiki, pero también había psicólogos, sociólogos y profesiones varias y...una astróloga...

A lo largo del curso me fui dando cuenta que la primera impresión que tuve el primer día de clase, cuando cada uno hizo su presentación, era acertada. Muchos iban realmente a aprender, otros a tener una experiencia y profundizar en y con la terapia, pero otros...Dios mío, que miedo me daría ponerme en sus manos...

Para efectuar una terapia, como para cualquier clase de disciplina que entrañe contacto intimo con la personalidad y vida de otros seres, hacen falta unas cualidades de:

Primero; desarrollo personal, una mínima auto realización, una cierta capacidad de empatizar, autentica implicación y responsabilidad. Francamente allí había mucha gente que necesitaba urgentemente un par de vidas más para dedicarse a tratar a otros....

Pero esa es mi impresión personal. Entendí también que no era labor de los que enseñaban decidir quien podía o no podía participar, sobre todo porque la terapia no es sólo una técnica sino una actitud ante la vida, un compromiso con la vida misma y la vida es sabía y cada experiencia buena o mala es siempre buena al final porque conduce al conocimiento profundo y a la conciencia de lo que debemos hacer, ser y comprender de esta vida.

En definitiva no era labor más que de la sabia mano de la propia vida guiar a donde considerara oportuno a cada uno para que cada uno viviera y se responsabilizara... más tarde o más temprano de lo que hace con su vida y con la de otros y en qué se convierte.

A cada momento que pasa me doy cuenta de la importancia global que ha tenido esta experiencia para mí. Es verdad que tengo las ideas cada día más claras si cabe y que siento que realmente muchas cosas se están empezando a mover, como si lo que estaba inmovilizado en muchos sentidos se empezara a desbloquear. Haya pasado lo que haya pasado, está claro que la vida me está regalando una experiencia de largo alcance que tan sólo acaba de empezar.....

La siguiente sesión se inició tras el descanso de la mañana.....

Continuará...

Una abrazo

Enri

miércoles, 19 de marzo de 2008

Terapia regresiva (VI)

En clase de la tarde, Cristina nos enseña varias técnicas para iniciar la relajación que nos conducirá al estado de conciencia alterada que activará memorias que están inscritas en nuestra memoria psíquica, aquella contenida no en el cuerpo mental sino en el astral.

De ahí que sólo recordemos normalmente en esta vida lo que hemos vivido en ella. A eso le llamo la memoria lineal porque va de un comienzo consciente al momento presente. La otra memoria, está incrustada y contenida en esos campos que llamamos el inconsciente y forma parte de quienes somos en realidad. Al menos es como yo lo entiendo.

Por la posición que ocupaba en la clase, en cuanto a la disposición de las sillas en forma de U, como ya os comenté, le fue más fácil pedirme que pasara al centro con ella para hacer una demostración y conocer el grado de susceptibilidad de cada persona.

Con lo que no contaba nadie, ella la primera, es que, tal vez debido a que yo ya estaba predispuesta y condicionada por su voz, entrara en regresión a la velocidad del rayo...

Al darse cuenta (luego explicaría que por deformación profesional no podía desperdiciar esa oportunidad de seguir adelante) continuó guiándome hacia alguna otra vida significativa en cuanto a lo que estábamos tratando.

....Otra vez era hombre, un hombre muy fuerte, de constitución grande y ancha. Llevaba pieles encima, de una forma muy rudimentaria. El entorno era inhóspito y helado, cualquier lugar de los polos o cerca. Me vi con un arpón en la mano, no sé si de hueso o hierro. Estaba excavando en la nieve, trataba de abrir paso hasta el agua y me disponía a cazar o mejor dicho pescar algún tipo de animal parecido a un elefante marino o alguno de ese tipo.

Vivía en una especie de igloo muy rudimentario y dentro había pieles que cubrían el suelo y en medio un fuego. Tenía mujer y un hijo, también había una anciana, madre de alguno de los dos, tal vez de ella.

Cristina me guiaba sabiamente hacia las cosas más definitivas e importantes y me preguntó como me sentía y la verdad, ahí sí sentí un profundo dolor, un vacío enorme. Me sentía como atrapado. Yo era quien proveía al poblado de la caza y por lo tanto de todo lo que se derivaba de ella, pieles, huesos, etc... Éramos muy pocos, y la necesidad de tener familia era imperativo para nuestra supervivencia.

Yo sentía que me había unido a la persona con la que había tenido un hijo por esas circunstancias de supervivencia. Pero algo dentro de mí añoraba, sabía, sentía, que la vida tenía que ser otra cosa.
Me siento tan infeliz que me veo en un momento como disociándome de mis sentimientos. Me convierto en una piedra a nivel emocional, ni frío ni calor. Sé que de mí depende en gran parte la supervivencia de los pocos integrantes de mi tribu y me entrego a ello sin más.

...Avancé hasta otra escena, el momento de mi fallecimiento. Estoy tendido encima de una piel, tango ganas de irme, nada me retiene.

Nada he dado (a nivel emocional) y nada me he permitido recibir. Pero eso lo comprendo algo después. Me elevo y veo mi cuerpo, mi familia y siento un enorme dolor.

Cristina me dirige al espacio entre vidas y ésta es la única que recuerdo. Me pregunta donde estoy y me veo como entre nieblas, alguien viene a mi encuentro, un hombre de aspecto intemporal, viene sonriendo y lo siento mi amigo. Me rodea el hombro con su brazo y me lleva hasta una especie de mesa y nos sentamos. Todo es como semi transparente, no veo con color ni con claridad. Este ser me transmite una gran paz y siento que vuelvo a sentir cosas que tenía olvidadas.

Me comenta que me cerré para no sufrir, pero que esa misma cerrazón impidió que entraran otros sentimientos y me perdí otra clase de emociones, no permití que me amaran o no permití que me conocieran para que pudieran hacerlo. Sólo era una máquina de cumplir con mi deber.....una vez más...

Cristina me devolvió a la clase y a la realidad. Muchos habían contactado con la experiencia. El resto de la clase se desarrolló con la explicación de diferentes técnicas y tras el descanso o antes ya no lo recuerdo, se iniciaron las prácticas de unos con otros.

Cristina vino a comentarnos, a la chica con la que me tocaba practicar y a mi, que no lo volviera a intentar esa tarde, que ya me llevaba ella y que sólo practicáramos con la relajación mía hacia ella. Lo agradecí profundamente. Esta vivencia última me dejó algo más tocada. Empezaba a entender algunas cosas, pero aún no me daba permiso para investigar, para profundizar, no era el momento sencillamente y yo lo percibía claramente.

La tarde terminó, nos fuimos a cenar y ese noche tuve una conversación telefónica con un amigo que esperaba ansioso conocer las experiencias que estaba teniendo.

Le conté como una autómata los hechos visualizados, pero sin profundidad, era imposible porque aún no me daba cuenta de nada, sólo que había "regresado".

Pero lo importante, la autentica dimensión de todo, aún ni la afloraba, tan sólo la entreveía. Sentí que se había quedado algo frío, esperaba, como todos los allí presentes y yo misma, otra cosa. Sin embargo, la autentica dimensión de lo que realmente estaba sucediendo se iría entendiendo poco a poco, a medida que las aguas removidas fueran calmándose y dejando paso a la claridad del sentido y el porqué de toda la experiencia.

El día terminó por fin y me dormí profundamente...

Mañana más...

Un abrazo sincero
Enri

martes, 18 de marzo de 2008

Terapia regresiva (V)

...Cristina me pidió suavemente, tiene una voz echa para serenar, que me situara en otra vida. Vida donde pautas relacionadas con mi bloqueo o negación sobre temas afectivos en esta vida, se evidenciara como la vida de la Vestal y la de la Palestina.

Tengo que aclarar que aunque lo que os explico lo veía, también es verdad que no es como sentarse a ver la tele. A pesar de ver con gran nitidez, tampoco me sentí completamente inmersa en las imágenes, era más bien como cuando recuerdas una película y la vuelves a recrear en tu mente. Por ese mismo motivo tampoco estaba sumergida emocionalmente en la experiencia, lo justo, y además nunca sabía que era lo siguiente que iba a ver, eso me daba confianza por un lado como si fuera un guión que se escribiera sobre la marcha y no uno escrito de antemano en mi mente y que luego yo recreaba con imágenes.

...Enseguida me vi. Era un hombre esta vez. Vestía parecido a los antiguos mayas o aztecas, tenía penacho de plumas muy coloridas y llevaba siempre una lanza o algo parecido en la mano. Era un guardían. Un guardían de un templo.
Me vi en otra escena, tenía familia, mujer e hijo pero no sentía nada, no era lo que se dice un hombre enamorado.

Como con la vestal, mi familia me entregó a los sacerdotes para que me iniciaran como guardián, era un privilegio y con 16 años me veo dentro del mismo, pasando por durísimas pruebas, terribles pruebas por las que tenía que pasar para demostrar mi valor y ser digno de mi puesto. Todas ellas para endurecerme emocionalmente. Ya que cualquier emoción de sentimentalismo o emotividad podía hacerme débil y dificultar mi misión.

Se me permitía tomar esposa y formar una familia, pero nos secaban el corazón a los sentimientos. Era como si tuviéramos una especie de desapego a todo sentimiento y desde luego lo habían conseguido.

Una vez más me encontraba imposibilitada de vivir el sentimiento del amor en aras de un servicio a algo por encima del sentimiento humano y terrenal. Una vez más me negaba en esa vida poder sentir la calidez del amor. La había programado según la negación hecha con los primeros votos y se volvía a repetir la historia, de otra manera, pero al fin, también sin poder entregar el corazón.

Más adelante, esa misma mañana, al terminar la sesión, y para demostrar como se hacía un trabajo en terapia, Cristina comentó que me llevaría a la vida causa de todo eso, para que pudiéramos llegar a la raíz y comenzar a sanar la parte que estaba trabajando, en este caso la afectiva. Aunque lo que percibo ahora es que eso es mucho más amplio porque nada está desligado en nosotros, cada vez lo veo más claro. Pero ya iremos llegando a ello poco a poco.

He buscado información sobre estos guardianes pero no encuentro más que la evidencia de que existieron. Esto es lógico, siempre ha habido guardianes ante las estructuras de poder, ya fueran religiosas y/o políticas. En este caso ambas cosas.

No sé en qué época situar exactamente esta vida. Desde luego antes de la llegada de los españoles ya que no sentía ninguna inquietud por defender el templo de enemigos foráneos sino tal vez por cuestiones más bien de poder interno.

Tengo que añadir algo que conocen muchos de mis amigos y es que al igual que ya tenía imágenes en sueños de mi vida en Palestina, también de niña, cuando veía una película en la tele situada en esas antiguas civilizaciones, lloraba de añoranza. Algo me decía que aquello había sido mi hogar y una nostalgia tremenda me conmovía.

Siempre me han fascinado las antiguas culturas. Presiento que en sus inicios nada fue igual a como luego las hemos ido conociendo y descubriendo. Si estamos atentos veremos que en todas ellas existió un profundo conocimiento y sabiduría. Aún hoy no ha sido superado en muchas cuestiones, bien al contrario.

Uno de los elementos que han desaparecido es la magia. Constantemente me viene a la mente y al corazón que hemos olvidado por el camino una parte fundamental del conocimiento. Un conocimiento que nos acercaba al gran misterio de la razón misma de la existencia, de nuestra existencia.

No creo que tuviera una sola vida en aquella cultura, estoy segura que viví en tiempos donde la alegría profunda del conocimiento estaba instalada en el corazón mismo de esas civilizaciones. Parte de ello está reflejado en los posts dedicados a las profecías Mayas precisamente (ver http://caballerosdelsol.blogspot.com/2007/11/las-profecas-mayas-la-cruz-csmica-o-los.html).

Por mi parte y convencida de que existen misterios en la tierra que no se resolverán o descubrirán hasta que no estemos preparados para conocerlos, creo que muchas civilizaciones desaparecidas sin dejar rastro, están en algún lugar en el interior de la tierra. Se sabe que ésta, está bastante más hueca de lo que nos comunican y que encierra más misterios (descubiertos) de los que nos llegan al gran público. También estoy convencida que convivimos con otras dimensiones que se intercompenetran con la nuestra y que son invisibles e inabordables por nuestros ojos y sentidos, pero que quien presta atención y llega a vibrar por conciencia en una determinada frecuencia, puede ver, oír y percibir claramente.

Como siempre no recuerdo mucho más de la sesión, pero ya llegará y ya seguiré contando. Es extraño que precisamente lo que menos recuerdo es el espacio entre vidas.

Así una vez terminada esa sesión Cristina con su saber hacer me devolvió a esta realidad.

La dinámica del propio curso no me permitía centrarme mucho en lo que estaba viviendo. La verdad es que nada más terminar la sesión había que ir a comer y prepararse para la clase de la tarde. Sin tiempo apenas para reflexionar sobre lo que estaba viviendo y la dimensión de lo que eso podía traer como cambios en mi vida, me dejaba llevar por la rutina. Aparqué todo análisis sobre lo que me estaba pasando. Por suerte casi nadie venía a preguntarme, excepto algunos compañeros de curso muy tocados por los relatos y que venían a agradecerme que compartiera con ellos mi experiencia.

Sinceramente creo que el resto me dejaba bastante en paz sobre todo porque con mis queridas amigas, formábamos una especie de trío impenetrable. Hay que entender que las regresiones te dejan muy sensibilizada, muy abierta a las energías del ambiente y allí había casi 40 personas. Muchas energías bullendo cada una con sus cuitas y yo necesitaba estar un poco aislada y la unión sincera que se había establecido entre nosotras me permitió vivir un poco más en silencio lo que no acabaría de digerir, lo confieso, hasta estos días en los que al escribir, voy experimentando lo que realmente está significando todo en cuanto a cambios en mí y en mi vida.

Os he contado el primer día de regresión, la primera sesión conmigo. Aún queda mucho por relatar y ese mismo relatar me permite poner las cosas en su sitio poco a poco.

Por cierto, estos días he tenido ocasión de ver la película de Julio Medem "Caótica Ana". Es la historia de una chica que precisamente tiene la facultad de entrar en regresión de una forma casi espontánea y que al encontrarse con la terapia dirigida, vive experiencias que sorprenden a propios y a extraños, pero a la que más a ella misma, claro. No os explico más porque es bastante interesante de ver desde este punto de vista. Aunque tengo que aclarar que el final no me gustó nada. Pero eso ya va a gustos.

Un abrazo y mañana continuo..

Enri

domingo, 16 de marzo de 2008

Terapia regresiva (IV)

Tras el espacio entre vidas, Cristina me pidió que fuera a otra vida significativa con respecto a lo que quería trabajar y me vi en mi casa en Jerusalem. Era la mujer de un soldado. Debía tener alguna graduación intermedia porque nuestra vida era muy sencilla pero cómoda. Tenía 3 hijos, dos niños y una niña. Los veía como de unos 4 a 7 años. Fui a otra escena y me vi abriendo la puerta a un vecino que, nervioso, venía a anunciarme que mi esposo había sufrido una fatal herida y había muerto. Me vi cayendo de rodillas, muerta de dolor sin comprender ni aceptar y enseguida me envió a otra escena para ver como se desarrollaba mi vida.

Me encontré en una especie de taberna en la que me habían dado trabajo. Yo deseo conservar y seguir cuidando de mis hijos y no sé muy bien cómo, pero la opción era un trabajo libre y había muy pocos para una mujer y encima los salarios no me permitirían educar y alimentar a mis hijos. Lo siguiente que veo es cómo me gano la vida y ahí curiosamente entré en una imagen que me era familiar y se volvió a repetir tal como la viví en sueños hace muchos años.

Me habían dado trabajo en esa taberna como bailarina, tal como en el sueño. Sufría por tener que hacer ese trabajo que consistía en ir dejando caer los velos que me cubrían desde una gran altura metida en una especie de hamaca con el fin de que nadie pudiera tocarme ni alcanzarme. Allí arriba en lo único que pensaba era en lo difícil que era ser mujer en esos tiempos. Sufría mucho porque no veía otra opción y me sentía muy mal, indigna, pero mis razones eran muy poderosas.

La siguiente escena era verme escuchando las prédicas de un hombre que me devolvía la paz. Éramos muchos los que acudíamos a escucharle y sus palabras me confortaban y me devolvían la dignidad. Él hacía que yo no sintiera culpa por lo que hacía, que mi intención era justa, y me devolvía la paz y la dignidad. Lo siguiente fue verme siendo anciana, con mis hijos mayores, felices y cuidando de mi con sumo cariño.

Otra vez había vivido para el recuerdo del amor que había perdido y no pude volver a tomar esposo ni entregarme a otro. No recuerdo qué pasó ahora en el espacio entre vidas, pero lo repescaré cuando pueda ver todo lo que se grabó. Precisamente las enseñanzas comprendidas tras cada vida son de mucha importancia.

Antes de seguir con la siguiente vida, quisiera decir que algunos amigos me comentaban que si eso en vez de ser regresiones a otras vidas no podrían ser imágenes de personajes que se llevan dentro y que salen en esa alteración de la conciencia... no digo que no, pero en todo caso nada de lo que no esté en nosotros puede salir a la luz. Si esas vidas las he vivido en una curva del tiempo o son personajes que habitan en mí y les he dado vida, si al final encuentro el camino para resolver ciertos bloqueos que son reales, ¿por qué entonces tengo conciencia ya de ciertas negaciones que me impiden desarrollar aspectos de mi personalidad o de mi vida? cual es el problema? No por ello deja de ser menos válida la terapia.

Por otro lado tengo que aclarar que para mí es una idea natural, que se pueda ir hacia adelante o hacia atrás en el tiempo y recordar tanto lo que fue como lo que ha de venir y explico porqué:

Primero no tengo ni la más pequeña brizna de duda de haber vivido antes. Lo sé desde que tengo uso de razón. No tuve más que flashes, en sueños, de otras vidas durante la infancia y la adolescencia. Pero desde los 4 años ya sabía perfectamente que había vivido antes. Desde ese día en que, con esos pocos años, esa certeza se hizo luz en mi mente y corazón y como si del desarrollo de una memoria interna se tratara, volví a recordar todo lo que ya sabía de la vida: un entendimiento y una memoria que no podía provenir de los 4 años anteriores vividos desde mi llegada al mundo. Otra cosa de la que tuve conciencia enseguida es que no a todos nos pasaba lo mismo y aprendí pronto a guardarme mucho de manifestar lo que me estaba pasando o viviendo o pensando.

Y segundo porque si el tiempo no existe y está claramente indicado como un ocho acostado como símbolo de un eterno devenir, está claro que siendo cierto para mí que la vida tridimensional sólo es una de tantas para llegar a la plena conciencia, lo de ir hacia atrás o hacia adelante no sería mayor problema para el ser humano, siempre con la herramienta adecuada claro.

Por lo tanto, después de haber leído todo lo que he escrito anteriormente en mis posts desde que inicie este blog, convertirme por el camino, años atrás, en astróloga y tras lo que acabo de explicar de mi temprano despertar de la conciencia, veo ahora con una claridad diáfana que lo que me ha sucedido estas semanas con las regresiones pasa a ser parte de un proceso que no se detiene y que me acerca a mí misma, a cosas que ya sé y que están dormidas y que necesitan despertarse y que en coherencia. Con todo eso, dudo mucho que esta experiencia no me lleve hacia otras aún más enriquecedoras y de paso a transformar mi vida para que sea lo más cercana a lo que sueño.

Mañana más...

Un fuerte abrazo
Enri

jueves, 13 de marzo de 2008

Terapia regresiva (III)

Antes de continuar, me gustaría decir que ayer me metí en Internet a buscar algo sobre las vestales. Quería saber si la entrega de mis padres al templo de la Diosa Vesta con 10 años era algo real; quería saber si todo eso formaba parte de una ensoñación, de una recreación de mi mente.

Efectivamente encontré información: las niñas eran entregadas al templo entre los 6 y los 10 años, pero la información es contradictoria o existe confusión con la labor que desarrollaban las vestales. Por un lado, tal como expliqué, a través de la magia sexual iniciábamos en un determinado despertar a todo el que entraba en el templo. Por otro, según otros escritos, se practicaba la abstención y estás mujeres no cohabitaban físicamente, al contrario debían mantenerse puras.

Para mí, tal como lo he sentido, ambas acepciones son correctas. En realidad la pureza se mantenía ya que la magia sexual no entraña la pasión carnal sino la pasión o éxtasis espiritual o astral. No eran prostitutas, aunque ese mismo nombre significó en su principio "servicio a la diosa" o "servidoras de la diosa". La magia sexual estaba representada por el fuego, el fuego que se mantenía encendido siempre, como símbolo del espíritu despierto.

He encontrado material muy interesante. Y aunque sólo pude ver algunas escenas de esa vida, sí que me interesa conocer más ampliamente que viví y aprendí aparte de la historia sentimental. También habría una enorme riqueza de conocimiento de secretos mágicos. No hay que olvidar que la iniciación en ellos empezaba en la más tierna infancia y dudo que fuera entonces más que un periodo de iniciación hasta estar preparadas y formadas para hacer los votos e iniciar a otros en el conocimiento secreto.

Tengo que reconocer que me interesa sobre manera el tema desde hace mucho tiempo.
Siempre entendí la sexualidad desde una dimensión más mágica, que tenía que tener otra parte más profunda y no sabía porqué ni de donde me venía la idea. Es curioso como todo queda latente ya que hace tiempo que estudio la forma tántrica de despertar la kundalini, que al final con otro nombre, porque es una palabra de otra cultura, viene a significar lo mismo.

Es algo que dificilmente sueles compartir con nadie, porque es un tema sumamente delicado y que encima hablarlo en teoría me interesa poco, me interesa más la búsqueda y el estudio en el silencio y su práctica sólo puede llegar a través de la entrega del contacto de las almas a través del cuerpo y no al revés. Por lo tanto, para compartir eso a diferencia de las vestales, hay que entregar el corazón para poder así convertirse en una sola alma y entonces encender la llama, la Llama Sagrada o Fuego Sagrado.

Eso es lo que se llama la Unión Carismática o el Matrimonio Perfecto.

En alguna página encontré esto, muy extractado:

"En el Matrimonio Perfecto se encierran los Misterios del Fuego. Todos los cultos al fuego son absolutamente sexuales. Las vestales fueron verdaderas sacerdotisas del amor; con ellas los sacerdotes célibes alcanzaron el Adeptado.

En la noche profunda de los siglos existieron poderosas civilizaciones y grandiosos misterios. Jamás faltaron sacerdotisas del amor en los templos. Con ellas practicaron Magia Sexual aquellos que se volvieron Maestros.

En el país soleado de Kem, allá en el viejo Egipto de los faraones, quien divulgaba el Gran Arcano (la Magia Sexual) era condenado a pena de muerte, se le cortaba la cabeza, se le arrancaba el corazón y sus cenizas eran arrojadas a los cuatro vientos.

En el país de los aztecas, hombres y mujeres aspirantes al Adeptado permanecían tiempos enteros acariciándose, amándose y practicando Magia Sexual dentro de los patios de los templos. Quien derramaba el Vaso de Hermes en esas prácticas del templo era decapitado por haber profanado el templo.

En los Misterios de Eleusis existían bailes al desnudo y cosas inefables. La Magia Sexual era la base fundamental de esos Misterios. Los Iniciados saben que en el sexo trabaja el Tercer Logos.

Durante el acto de la Magia Sexual, la pareja se magnetiza totalmente y entonces se cargan de poder y dicha. Todos estos órganos deben estar bien excitados por medio de la Magia Sexual, para dar, recibir, transmitir y recoger fuerzas magnéticas vitales, que van aumentando extraordinariamente en cantidad y calidad.

El baile, la música y el beso donde las parejas se ponen en tan íntimo contacto bajo el divino impulso del Amor, tiene por objeto en la casa de los iniciados, magnetizarse las parejas recíprocamente. Pues el poder es masculino y femenino a la vez. El hombre necesita los fluidos de su esposa para progresar y ella necesita de los fluidos de su marido para acelerar el despertar de su Kundalini y progresar en la vida.

La pareja se magnetiza totalmente por medio de la Magia Sexual y entonces todos los negocios se les realizan triunfalmente, y reina en esos hogares la comodidad, la abundancia, la alegría, la música, el baile y el beso eterno de sus almas.

Cuando un hombre y una mujer se unen, algo se crea. Por medio de la unión de Magia Sexual, el hombre y la mujer despiertan el sagrado fuego y se convierten en dioses. Es la que nos hace magos en ese instante supremo".

En los misterios de Eleusis, las danzas sagradas, el baile al desnudo, el beso, el Amor y la Magia Sexual, llenos todos de estática pureza religiosa, convertían a los hombres en dioses. Las danzas sagradas son tan antiguas como el mundo y tienen su origen en la sabiduría cósmica profunda."

Como se ve, no era algo extraño a ninguna cultura y era un privilegio ser iniciado en estas artes. Nuestra cultura judeo-cristiana transformó todo eso y hoy lo que se conoce como matrimonio es un pálido reflejo de ese Matrimonio Perfecto o Unión Carismática de ahí el vestido la novia, de blanco con largo traje, cual vestal sagrada.

Con mi Urano en XII conjunto a la primera, parte de lo que me toca hacer en esta vida es rescatar la magia del pasado y actualizarla a la evolución del intelecto presente...El primer paso ya está dado...

He vuelto a traer a la luz un tema que hoy más que nunca adquiere relevancia. La necesidad del alma de manifesarse, de comunicarse es grande y lo hace de cualquier forma que se le permita, ya sea manifestando vidas a través de regresiones, ya sea a través de sueños y cualquier forma de revelación. Pero el concepto del Amor Sagrado debe volver a actualizarse porque es necesario volver hacia adentro la mirada y encontrar cauces de expresión más auténticos para el Amor. La energía más grande, lo he dicho siempre, está tan mal comprendida, tan mal empleada, tan mal tratada y vivida...

No estaría de más darnos un paseo por nosotros mismos y ver como nos tratamos al respecto, demasiado sentido del pecado, demasiado sentido de culpabilidad, demasiada confusión sobre qué es qué...

Este tema se alargará seguramente porque como no creo en la casualidad, sé que no sólo he vivido lo que he vivido para mí, por lo tanto, cada vida, intentaré, si ello viene a cuento, documentarme y enriquecer la experiencia para todos.

Mañana continúo....

Un fuerte abrazo y mil gracias a todos los que me llamáis o me escribís animándome a que os siga relatando mis experiencias.

Enri

miércoles, 12 de marzo de 2008

Terapia regresiva (II)

Como os contaba ayer, pasé al "divan" y allí de inmediato la terapeuta volvió a preguntarme si quería trabajar con el mismo tema que comenté. Asentí y comenzamos la sesión.

Antes de continuar, debo decir que la tarde anterior nos iniciamos todos con una regresión colectiva. Según la terapeuta, es algo muy suave y casi nadie ve nada...pues yo sí vi...

Nos conducía a través de la regresión y comenzó a orientarnos hacia nuestros pies. A partir de ese momento mi pies estaban calzados con confortables babuchas de color malva, llevaba unas medias blancas y un vestido de terciopelo lila con un cinto de tela del color de las babuchas. Me veía sentándome ante un escritorio cuyo estilo podría definirse renacentista, pero mis ropajes no concordaban con eso. Luego nos pidió que tratáramos de ver si estábamos solos o acompañados e inmediatamente me vi con mis padres. En ese momento sentí un calor en el pecho, un amor inmenso me envolvió y supe que era mi primera familia, una a la que llevaba echando de menos desde tiempo infinito. No pude contener un sentimiento de plenitud que se tradujo en un llanto silencioso aunque el primer suspiro de rompimiento emocional alertó a los ayudantes que estaban para eso, para ayudar a que si alguien entraba en contacto con profundas emociones no estuviera solo y fuera contenido y calmado.

Después nos pidió que fuéramos a casa, a aquel que considerábamos nuestro hogar, a algún lugar donde siempre hubiéramos querido volver y...volví... Tanto tiempo atrás..o tal vez en ese mismo instante...

Me encontré ante un lugar hermoso, de grandes columnas blancas, en algún lugar inespecífico de un tiempo del que no tenemos más que leves recuerdos. Allí me encontré con muchos amigos que reconocí de esta vida, personas con las que he tenido relación, una relación sentimental. No me sorprendió. Luego nos rogó (la terapeuta) que preguntáramos algo que fuera de vital importancia para cada uno a una de esas personas y por supuesto pregunté......Pero eso se queda para mí...

Sólo diré que la respuesta la sabía en mi fuero interno, porque todas las señales que he recibido siempre con respecto al tema de la pregunta habían ido siempre en la dirección de la respuesta...Pero eso quedará sólo para mí y si algún día se cumple dicha respuesta entonces sabré que realmente no soñé y que estuve...otra vez allí...

Debo decir que soy una persona bastante contenida y que me cuesta mucho manifestar mis emociones a no ser en un ambiente de extrema confianza. Lo que me convenció a mí misma de estar viviendo algo que no era producto de mi fertil imaginación es que no sólo vi sino que sentí. Hubieran podido ser solo imagenes pero sin esperar nada de lo que me encontré... con ello me topé...

Digamos que eso me preparó para lo que luego vendría al día siguiente...aunque yo aún no lo sabía...

Empezó por la relajación y mientras me entregaba a su voz y a ralentizar mis pensamientos y tomaba consciencia de mi respiración, me centré en visualizar lo que ella me proponía.

Mi miedo a no ver nada, a no percibir nada, estaba otra vez de visitante inoportuno, pero mi voluntad de experimentar era mayor y mi deseo sincero de intentar comprender algunas pautas que se repetían en mi vida con respecto a mis relaciones afectivas iban cobrando a cada segundo más fuerza.

En la sala no acababa de hacerse el silencio, yo lo percibía todo: gente que abría caramelos, que tosía, que murmuraban entre sí, que salían al baño.... yo era perfectamente consciente de todo. Durante unos breves minutos estuve a punto de interrumpir la sesión y pedir silencio, pero al mismo tiempo ya había llegado demasiado lejos...estaba en la antesala del momento en el que entras directamente en regresión y mi curiosidad, deseo sincero y necesidad de ir un paso más allá en mi propio conocimiento pudieron más y entré directamente.

Cristina me guiaba hacia una de mis vidas donde pudiera visualizar una pauta claramente reconocible en mi vida presente.

Atravesé una leve niebla y enseguida me vi delante de un templo, Me vi vestida y sentí que era una vestal griega. Era una joven esbelta y de pelo muy oscuro, con el pelo recogido y bucles cayendo sobre mis mejillas. Era una vestal que practicaba la magia sexual para transmitir a los visitantes el poder alquímico del amor físico pero a mí como a las demás nos estaba prohibido entregar el corazón o al menos a reconocerlo públicamente....Mis padres me habían entregado al templo sobre los diez años y la iniciación y los votos solo consentían el amor universal....Pero llegó el hombre por el que abandonaría todo....

Cristina me trasladó a otra escena significativa, debe hacerse así por lógica...

...y me encontré reunida ante la sacerdotisa mayor. Nos había reunido a todas ante mi negativa de entregarme y aunque la mayoría me entendía, el miedo pudo más y fui repudiada y echada del templo... Lo siguiente fue verme fuera de él y marchándome hacia el monte para encontrar un lugar donde cobijarme...

Enseguida encontré un paralelismo con ciertas pautas de mi vida y lo comenté en voz alta, pero la terapeuta enseguida me llamó al orden comentándome suavemente que no hiciera juicios, que era un juego de la mente y que prosiguiera con otra escena significativa....

Le vi a él, delante del templo, al hombre que amaba, pero jamás volvimos a vernos. La sociedad, las costumbres y la conciencia del momento no permitían vivir la historia de otra manera. Ambos aceptamos la separación y el sacrificio como parte de nuestras vidas. Lo siguiente que vi fue una anciana bastante serena esperando el momento de mi viaje hacia el más allá.

Cristina me pidió que me dirigiera hacia el espacio entre vidas y que tratara de sentir qué me había enseñado aquella vida..

No recuerdo cómo pero supe que hay que darle el justo valor al amor humano, que era, es, tan sagrado como el amor divino. Amar con el corazón me había permitido sentir una profunda paz, dentro de una tremenda soledad...pero no sufrí mucho, acepté como compañía ese amor sabiendo que él estaba igual...

La pauta qe se repite en esta vida...lo iremos descubriendo a lo largo de los demás relatos, al final..

Todo lo que dije, lo que aprendí en ese instante, lo que extraje del bagaje más profundo de mi corazón, no lo recuerdo apenas, pero está todo transcrito y grabado y en cuanto me lo hagan llegar iré añadiendo y recuperando conceptos que me resultaron en ese momento una gran enseñanza para mí misma y para los que estaban en la sala. Lo sentía en esos momentos por el profundo silencio que percibía y supe después porqué...a muchas de las personas que allí había, les había tocado algún punto de su alma, algún dolor que provocó un llanto sanador.

Aun no me despertaría y antes de terminar la sesión aún hubieron una o dos vidas más, igual de intensas....pero eso se queda para mañana....

Un abrazo muy fuerte....

Enri

martes, 11 de marzo de 2008

Terapia de regresión (I)

Acabo de llegar de un curso intensivo para prepararme como terapeuta en terapia regresiva.

Han sido unos días muy intensos con mucho aprendizaje, tal vez más del que ahora mismo soy consciente, pero mejor empiezo por el principio para haceros partícipe de mi experiencia. Una experiencia colectiva también por otra parte.

Hacía tiempo que me interesaba el tema, desde que leí el primer libro de Brian Weiss, al que muchos conoceréis seguramente por los libros como: "Lazos de Amor", "Muchas vidas, muchos Maestros", etc...
En ellos explica las experiencias con las que se "tropieza" sin buscarlas. Experiencias de regresiones a vidas pasadas de sus pacientes y que resultan ser muy útiles y sanadoras tanto para el paciente como para el mísmo.

Como profesional abre al gran público una práctica que no era desconocida entre algunos colegas coetáneos, pero que se mantenían alejados de los circuitos populares. Sobre todo porque entraña un concepto no aceptado o admitido como natural en muy pocos ámbitos.

El concepto de reencarnación va implícito practicamente en todo lo que he escrito en mis post en este blog y por mi parte no andaba buscando ninguna experiencia personal, si sucedía, bien, pero no era el objetivo.

Claramente y siguiendo mi intuición y sentido práctico, busqué un curso que me diera unas mínimas garantías de seguridad de que quien impartiría las clases fuera gente seria que me enseñara las técnicas y con las que podría completar mi trabajo como astróloga.

La simbiosis entre ambas me parecía una herramienta muy poderosa y además estaba convencida de que iría bien con mi carácter y modo personal de llegar a los demás. Existen otras herramientas para despertar las almas, para ayudarlas a sanar, pero a cada uno aquella con la que vibra y sintoniza más facilmente, de ese modo somos más útiles y más efectivos y disfrutamos más con lo que hacemos.

Un terapeuta debe sintonizar con su terapia y aunque esto parezca una obviedad, la experiencia que tengo de la vida en sí misma, y corroborada con lo que he vivido en el curso, así me lo confirman y ratifican. Y tan importante es quien te imparta el conocimiento, el modo, la orientación, la seriedad, la profesionalidad y sobre todo y más con una herramienta como ésta, la conciencia de la RESPONSABILIDAD.

Como os decía, aún buscando, lo que encontraba no me acababa de convencer, así que pregunté a otras personas y me llegó la dirección de una web donde ofrecian terapia y cursos. Entré en el programa de los cursos y comprendí enseguida que aquello era lo que andaba buscando. Me apunté, organicé esos días de ausencia de mis obligaciones cotidianas y el martes día 4 partía hacia Barcelona en compañía de dos angeles que resultaron ser mi guardía pretoriana en esos días y luego explicaré porqué.

Hay personas que desde el minuto cero en el que te las encuentras, si existe la posibilidad de desarrollar el impacto primero, se va desarrollando como si eso fuera lo natural de toda la vida, un modo de comunicarse de hablarse, familiar y en confianza.

Dos hermanas que iban al curso desde Cantabria y que amablemente se ofrecieron para recogerme y compartir el viaje. Una familia extensa, muy entensa...10 hermanos, 9 chicas y un chico. Tantas horas de viaje nos dío tiempo a ponernos al día, y digo bien ponernos al día porque ese era el sentimiento que teníamos aún sin darnos cuenta. Como los amigos que hace mucho que no se ven y se cuentan los cambios que se han producido durante la ausencia.

No contaré sus vidas pero sí diré que son una familia, al menos la mayoría, de gran sensibilidad psíquica y espiritual. Pero el rasgo que más me gustaba era la sencillez, la honestidad y el cariño que salían por sus ojos y por todos los poros de su piel.

Nos perdimos...evidentemente, y lo digo porque yo no viajo jamás sin perderme antes...forma parte de mi idiosincracia y además era yo la que llevaba el mapa y ellas se dejaron llevar...Un mapa que nunca entiendo al igual que los carteles que veo y que me confunden más que me orientan...en fin, creo que muchas de las chicas os identificaréis conmigo y las que no, ¡felicidades!

Pero volvamos que nos perdemos.... el caso es que la primera prueba de que estaba en el buen camino fue esa, ya sólo por ese encuentro mereció la pena todo el viaje. Ya tengo unas cuantas hermanas más de las muchas que conforman mi familia, de sangre y elegida...gracias a Dios! También los tengo varones, no se me vayan a ofender..pero son menos..aunque igual de importantes para mi corazón.

LLegamos casi a las 3 de la mañana a un antiguo colegio de Escolapias que acoje todo tipo de cursos y tengo que agradecer a Joaquina, una monja seglar, la paciencia y el cariño con el que nos recibió a pesar de llegar a esas horas. Luego vimos, que ante la falta de disciplina y cuidado en el entendimiento de que aquello no era un hotel, se ponía y ponía firme sin cortarse un pelo a algún que otro caballero que quiso salir a la noche y regresó a horas en las que ella ya dormía. Nos hicimos complices y nos trató con sumo cariño a las 3 chicas, procurando que no nos faltara de nada. Una mujer con 74 años que dirigía el colegio y sus cursos, el comedor y todo lo demás, con mano firme y un alma, que se tiene más que merecido el cielo.

Al día siguiente empezamos el curso sólo dos de las 4 horas de la mañana, para que la gente fuera ambientándose, hacer la presentación del curso de forma oficial y su contenido y las presentaciones entre unos y otros.

Desde el primer momento la profesora, una terapéuta experimentada, formada con B.W. pero también con otros profesionales menos renombrados a nivel popular, hizo incapié durante todo el curso de la importancia y La riqueza que supondría documentarse en sus trabajos. Éstos sí muy reconocidos en sus circulos profesionales y que ampliaban las técnicas de Weiss, tanto en la técnica como en la orientación de la función de la terapia, ésta se ampliaba así grandemente.

A la tarde, después de la teoría, la terapeuta nos indicó que elegiría a uno de los alumnos, de entre los que lo desearan, para trabajar durante la semana con él y así poder mostrar el desarrollo de una terapia. Explicó que la finalidad no es solamente que la persona pueda recordar sus vida sino que le sirva para algo, para mejorar, comprender y avanzar en ésta. Así el 100% de la clase levantó la mano y preguntó, a lo que parecía al azar, a dos persona, una fuí yo. Mi planteamiento de lo que quería trabajar fue claro, el mundo de mis relaciones afectivas. Preguntó también a otra chica y ésta tenía problemas con enfermedades terminales recurrentes, al menos se las diagnosticaban pero el desarrollo y la misma enfermedad desaparecían y era sustituida por otra. decidió que su tema, el de la muerte, podía ser más universal que el mío y la eligió a ella.

La invitó al centro de la sala, donde estába dispuesta una camilla bastante grande y cómoda. los demás estábamos sentados en una forma de U para que todos pudieramos ver lo que hacía, lo que pasaba durante la sesión.

Previamente nos había explicado la técnica de relajación que emplearía para llevar a la persona a un estado de conciencia alterado, a un estado de hipnósis de segundo nivel. Un nivel, nos explicó, en el que la persona es totalmente consciente de sí misma, de lo que ve, si ve, de lo que oye o de lo que siente. De nada valía no enterarte de lo que sucedía en otras vidas si realmente no podías trabajar conscientemente con ese material y además nos comentó que no era tan fácil como parecía hipnotizar en grado profundo y menos que pudiera entrar en ello todo el mundo.

No todo el mundo "ve", hay personas que "oyen" y otras que son "cinestésicas", es decir: que sienten mucho. El terápeuta necesita saber esto del paciente porque si le preguntas ¿qué ves? al no tener esa facilidad no verá nada ya que a pesar de ser consciente, la guía y la orden del terapéuta tiene que ser clara y que vaya con los sentido que desarrolla la persona sino no sirve de nada, no se puede avanzar.

También la cantidad de bloqueos y negaciones que tenga la persona hacen posible que el proceso y la terapía deba alargarse en el tiempo, más que nada porque la persona tiene que superar sus propios bloqueos para llegar a un estado en el que pueda conectarse con su alma.

La sesión resultó difícil y no hubo manera de avanzar, esta chica no quería o no podía ver, ni oir ni sentir. Apenas llegó a una escena en la que no se identificaba con ningún personaje, y eso que la terapéuta es un gran experta y sabía como guiar, pero no hubo manera. Fue una experiencia muy interesante en el sentido de ver lo explicado más arriba. Sólo la persona puede moverse, si está preparada y quiere, en planos más sutiles que la conecten fuera del aquí y el ahora para entrar en un "no tiempo" y "no espacio" y poder viajar sin barreras.

La sesión terminó con la técnica adecuada para que el regreso fuera sereno y la experiencia vivida no resultara confusa para la paciente. Sí que había confusión a nivel intelectual, obviamente, pero sin confusión a nivel emocional. Algo muy importante que comprobámos todos después a medida que la clase avanzaba y veíamos cada vez más claramente que no hay que meterse en camisas de once baras antes de estar preparados, me refiero como terapéutas, porque estamos ante material sensible, por decirlo de alguna manera: ante la psique o el alma y la conciencia y los estados alterados hay que elaborarlos procesarlos y convertirlos en material comprensible y disociar cada cosa. Si se queda mezclado, la confusión puede ser grande durante un tiempo más o menos largo e incluso remover físicamente a la persona con síntomas que no revisten gravedad pero incómodos de vivenciar.

Esa tarde terminó y yo, durante la misma, tuve mi propio proceso de aprendizaje. Me había escocido un poco que "despreciara" mi tema por parecerle más banal que el de la otra chica y ya mi cabeza iba a cien por hora pensando que ¿cómo podía pensar esa mujer que el tema afectivo no era Universal? así que durante la sesión una parte de mi, se decía:

...no, si tenía que ser así...ha quedado claro que se ha equivocado y que no ha sacado nada en claro de esta sesión.... luego sentí una profunda vergüeza porque yo no suelo ser tan miserable, y poco a poco fui introduciéndome dentro de mí, sintiendo que debía aceptar las cosas tal como venían y no debía pensar más en ello y lo logré.

Además forma parte de mi naturaleza luchar siempre contra aquello que me inquieta o me incomoda de otros, mi filtro consciente se siente mal en cuanto juzga, y depende de la intensidad del juicio tardo más o menos en reequilibrame y ver las cosas en su justo contexto...Algún amigo mío, que me estará leyendo y que me conoce muy bien, sabe bien de que hablo...

Nadie está libre de que se le vaya la olla y vea la realidad que quiere ver, sobre todo cuando hay fuerte tensión emocional de por medio, solemos sentir fuertemente un sentido de haber sido heridos injustamente. Esa misma rabia o enfado, sirve de escudo para dos cosas, primero porque el dolor no se siente tan fuertemente cuando uno está enfadado, son estados diferentes y sentimientos diferentes aunque estén conectadísimos y es cuando se entiende que no hay mejor defensa que un buen ataque, mientras culpas a otros de lo que te pasa, no sientes el dolor de la cruda realidad, que además casualmente no suele ser ni tan dolorosa ni tan cruda...sólo lo es porque no la aceptamos. Elaborar eso de forma consciente vuelve poco a poco el alma más valiente, algo muy necesario para avanzar en la vida, en esta...y luego lo veremos al o largo de lo que voy a relatar...también en las otras..

Pero en fin, mañana continúo, porque os adelanto que la propia terapéuta había recibido señales de sus guias a través de la meditación (siempre lo hace antes de un curso para saber con quien debe trabajar en las sesiones) y al día siguiente y para mi sorpresa se volvió hacia mi y me invitó a "sentarme en el diván"....

Lo que sucedió el resto de la semana aún no está muy claro para mí, pero trataré de relatároslo lo más claramente que pueda. Eso mismo será un buen ejercicio para mí ya que suelo aclararme mucho cuando escribo, tal vez porque me sirve de conexión, al concentrarme tanto, y suelo encajar mejor las piezas del puzzle que tengo entre manos.


Mañana continúo......

un abrazo muy grande

Enri